A tan solo dos semanas antes de la apertura de ofertas, el MOPC eliminó el equipamiento hospitalario de su megalicitación para construir el Hospital de Coronel Oviedo por US$ 52 millones. A pesar de esto mantuvo el precio de referencia en el diseño y construcción de la obra. Hay protestas de direccionamiento del llamado por parte de oferentes debido a las numerosas alteraciones del proceso.

POR JHOJHANNI FIORINI

Periodista de Investigación del GN

El Ministerio de Obras Públicas y Comuni­caciones (MOPC), a cargo de Arnoldo Wiens, decidió eliminar el equipa­miento en la licitación de US$ 52 millones para “con­tratación de empresas para el diseño, construcción, equi­pamiento, puesta en funcio­namiento y mantenimiento del Hospital de Coronel Oviedo”. Elementos sustan­ciales para el servicio hos­pitalario como dispositivos biomédicos, informáticos y el mobiliario fueron elimina­dos, sin embargo, el precio de referencia del llamado no fue modificado.

El mencionado recorte se dio vía adenda el pasado 29 de diciembre, solo 12 días antes de la apertura de ofertas prevista para este lunes 11 de enero. De hecho, en una nota aclaratoria de la adenda 11ª se especificó que los precios de referencia para el diseño del proyecto y la construc­ción del hospital se mante­nían intactos.

En la misma adenda firmada por la directora de la Unidad Operativa de Contratacio­nes (UOC) del MOPC se esta­blece que será el Ministerio de Salud y Bienestar Social, el encargado de llevar adelante la licitación para el mencio­nado equipamiento. Mientras tanto apuraron la licitación para la construcción del edi­ficio que quedará vacío.

Entre los equipos esenciales que fueron eliminados del lla­mado se encuentran alrede­dor de 120 camas para todo el hospital entre las que se inclu­yen camas de terapia inten­siva, monitores de signos vitales de alta complejidad, unidades electroquirúrgi­cas, desfibriladores, respira­dores, máquina de aneste­sia, equipos de ultrasonido, mesas quirúrgicas, equi­pos de rayos x fijo y una sala de radiología convencional. Lo que deja básicamente sin nada la enorme infraestruc­tura que será construida por un altísimo costo, todo por el afán de apurar la licitación denunciada como direccio­nada a través de un requisito incumplible según la mayo­ría de los contratistas, que es la presentación de un ante­proyecto en tiempo limitado.

Todo esto no hizo más que elevar aún más las sospechas de los oferentes quienes ya venían realizando una serie de protestas por las numero­sas modificaciones que fue introduciendo al llamado el MOPC mediante una docena de adendas. Resulta llamativo además que se haya solicitado a una empresa constructora (Yona Muñoz Arquitectura) la cotización para los equipa­mientos hospitalarios.

“La convocante no ha incluido copia de las respuestas ni de las solicitudes de cotización. El proceso de obtención del precio de referencia es oscuro e irregular. Esto viola el prin­cipio de transparencia, pilar del sistema de contrataciones públicas”, reza parte de la pro­testa hecha por varias firmas contratistas que impugnaron el llamado.

Además de los equipos hos­pitalarios, el componente de mantenimiento de equipos médicos de US$ 500.000, llamativamente fue sacado de los precios referenciales en la última nota aclaratoria del MOPC. En este sentido hay que destacar que el costo del precio referencial para el mantenimiento se sacó de otra licitación idéntica que realizó anteriormente el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) y que fue cancelada cuatro días antes de que se aprobara el actual llamado del MOPC.

Tampoco la cartera a cargo de Arnoldo Wiens justificó por qué cuenta solamente con una empresa para el cálculo del precio de referencia del megaproyecto, ya que la reso­lución 1890/20 de la Direc­ción Nacional de Contratacio­nes Públicas establece que se debe contar con al menos tres precios de referencia para la estimación de costos. “Consi­deramos que la estimación de costos realizada por el MOPC no ha sido elaborada de la forma adecuada ni cumplido con la severidad que corres­ponde para la complejidad del objeto del contrato”, sostie­nen los protestantes.