Un ministro que no logra recuperar la confianza que se ganó al inicio de la pandemia, y que fuera desmoronada con el escándalo de las amañadas como sobrefacturadas adquisiciones de insumos chinos, la protección a los cabecillas de aquella gran estafa, ahora plantea una tabla de salvación: más plata mediante impuestos.
Por Rossana Escobar M.
rossana.escobar@gruponacion.com.py
Las reiteradas críticas a la incapacidad del ministro de Salud Julio Mazzoleni explotó esta vuelta con el caso Bianca, niña que padece Atrofia Muscular Espinal (AME) y a quien no le daban una respuesta en su cartera hasta que la presión mediática se acentuó, al punto de que protagonistas de la televisión internacional tuvieron que sumarse a los reclamos y cuestionamientos al Gobierno.
Esta situación se suma a la seguidilla de escraches al ministro Mazzoleni, blanco de todo tipo de acusaciones por continuos escándalos de corrupción en su administración. En medio de estas críticas el fin de semana pasado, el secretario de Estado planteó en entrevista de televisión una magistral salida para mejorar el sistema de salud: aumentar impuestos.
“No puede ser que tengamos el impuesto al tabaco más bajo ¡Vergonzoso!”, señaló Mazzoleni. “Queremos un sistema de salud de primer mundo, y no pagar impuestos”, aseveró mientras recibía masivos escraches por sus expresiones en las redes sociales.
Las palabras del ministro generaron reacciones de inmediato en los que lo tildaron de “caradura”, por los US$ 500 millones disponibles para fortalecer el sistema sanitario en la lucha contra la pandemia del covid 19, millonarias donaciones, etc. Salió al tapete el famoso caso de las amañadas compras de insumos chinos, las sobrefacturaciones como las camas de oro, los funcionarios blanqueados con tibias sanciones, hechos que dejaron por el suelo la confianza que se había ganado Mazzoleni cuando comenzó la pandemia.
LA GENTE NO SE OLVIDA
La administración del ministro Mazzoleni arrastra constantes cuestionamientos y denuncias de corrupción que cada tanto hacen caldear los ánimos de la ciudadanía, principalmente en las redes sociales. Si falta plata y el plan es aumentar impuestos, recaudar más para mejorar el sistema de salud, al ministro se le olvidó cuestiones elementales de economía considerando que iban a comprar insumos a precio de oro en la licitación US$ 13,5 millones que se direccionó a favor de empresas del clan Ferreira.
La gente no se olvida que funcionarios de confianza de Mazzoleni cocinaron la adjudicación a los Ferreira en 72 horas e incluyeron un anticipo de G. 17.000 millones que no estaba establecido en la licitación. Que el director de Insumos Estratégicos, hasta ahora atornillado al cargo, dilató la emisión de órdenes de compra para blindar de multas a los proveedores amigos.
Rodríguez es el mismo que elaboró los precios referenciales para compra de camas a G. 4.250.000 cada una, cuando el valor de importación era de G. 670 mil cada una. Este se salvó de toda investigación pese a la gran responsabilidad. Las máximas sanciones aplicadas en el caso de esta estafa son suspensiones laborales de 20 a 30 días.
Mazzoleni dice que necesita más plata para mejorar el servicio de salud, pero derrocha como si sobraran recursos. No hay que olvidar tampoco los aumentazos que otorgó a su entorno el año pasado, hecho muy cuestionado en el ministerio.
Importó personal administrativo con el doble o el triple de sueldo de lo que percibían en sus instituciones. Grupo de amigas como las de la ex directora de Recursos Humanos se habían ubicado con astronómicos sueldos, gracias a Mazzoleni. Así también importó personal del Ministerio del Interior y trajo a la rosca del doctor Juan Carlos Portillo, todos con jugosos salarios. Al parecer, no falta plata.
Licitaciones abortadas por irregularidades, sobrefacturación, derroche en contrataciones de personal, criticados aumentazos, baja ejecución presupuestaria, ineficiencia en la mejora del sistema de Salud son rutinarios cuestionamientos que recibe Mazzoleni que ahora adoptó el discurso de un ministro de Hacienda y quiere imponer más impuestos.