Pese las evidencias, los audios, los mensajes de Whatsapp, los documentos, el testimonio del ex socio comercial del senador Rodolfo Friedmann, la investigación no avanza en el Ministerio Público. Esto debido al rosario de chicanas presentadas por la defensa de los imputados. Para colmo, ahora denunciaron al fiscal de la causa, Osmar Legal, ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. La estrategia del cuestionado senador es seguir con las chicanas, enfriar el escándalo y zafar de la Justicia. Mientras tanto, Friedmann omite alevosamente sobrefacturación en almuerzo de niños en Guairá y Caazapá a través de su empresa.
POR JORGE TORRES ROMERO
La investigación del Ministerio Público sobre el caso del senador Rodolfo Friedmann y su vínculo con la empresa Eventos y Servicios SA (Essa) casi no avanzó debido a que está plagada de chicanas de parte de todos los imputados en este caso. El fiscal Osmar Legal ya fue recusado cuatro veces para evitar que tome intervención, incluso antes de la imputación ya se pidió que se aparte al agente del caso.
El 31 de agosto pasado imputó, pero tres semanas antes cuando Legal se dirigía a Villarrica para allanar la sede de Essa y con la intención de requisar importantes documentos, presurosamente Rodolfo Friedmann presentó recusación contra el agente fiscal.
De igual manera se hizo el procedimiento con otro fiscal y fue ahí que se encontraron documentos que demostraban que la empresa Essa pagó con dinero de sus cuentas bancarias muchos de los lujos que adquirió el senador. Las denuncias que hizo el ex socio comercial de Friedmann, Hugo Alexander Torales, que sindicaban, que la empresa Essa era en realidad propiedad del senador Rodolfo Friedmann, comenzaban a tener un grado de certeza documental.
Con todos esos elementos es que se imputó a Friedmann, su esposa Marly Figueredo, su primo Silvio Álvaro Alfaro, su contadora Lourdes González, Eduardo Domínguez y el diputado Éver Noguera, pero el procesamiento de estas personas lejos de ser ese el inicio de una investigación judicial se transformó en callejón sin salida de chicanas procesales que se fueron turnando en presentar los imputados.
Eduardo Domínguez, quien era la mano derecha de Rodolfo Friedmann en la Gobernación de Guairá, por ejemplo, es el que más obstruye el avance del proceso, ya que presentó tres recusaciones contra el fiscal Osmar Legal. Cada vez que se confirmaba el agente en el caso, Domínguez presentaba otra recusación y también presentó una denuncia contra el agente en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Domínguez también planteó un recurso para que el proceso sea juzgado en los tribunales de Guairá, pedido que no corrió.
Después, el matrimonio Friedmann-Figueredo entró en acción presentando chicanas una tras otra. Cuando fueron llamados a la audiencia de imposición de medidas, ambos presentaron un recurso de reposición contra la providencia que los citaba a declarar, eso hizo que se suspenda la audiencia un par de veces. También Friedmann apeló la resolución por la cual se embargaba sus bienes.
Finalmente, cuando Rodolfo Friedmann y Marly Figueredo se presentaron a la audiencia de imposición de medidas y le dieron la libertad ambulatoria con la exigencia de cumplir con algunas reglas de conducta y una fianza, apelaron la medida y pidieron un trato especial para no cumplir con lo dispuesto por el juez Rolando Duarte.
De esta manera desde hace cuatro meses que la causa no puede avanzar debido a las chicanas que se turnan los procesados en presentar impunemente, ya que ningún juez se atreve a sancionar por litigantes de mala fe a Duarte Cacavelos y a sus abogados “satélite”.
QUIERE EL BLANQUEO
Mientras, Friedmann dilata su proceso judicial con las reiteradas chicanas, intenta desviar la atención alegando que todo se trata de una campaña en su contra, cuando los elementos que tiene la Fiscalía son contundentes. Una de las estrategias del político es señalar que entregó la totalidad del almuerzo escolar; sin embargo, obvió las denuncias de sobrefacturación en los platos de comida privando así a miles de niños de acceder a su alimentación.
Tampoco nunca explicó por qué pidió vales de almuerzo escolar por valor de G. 1.800 millones a la empresa Essa en plenas vacaciones. En su descargo, Friedmann afirma que las gobernaciones pagan con retraso a los proveedores; sin embargo, este no es el caso, ya que pidió platos de comida por adelantado cuando en realidad no había clases. El propio primo hermano de Friedmann reconoce en unos de los audios que los vales fueron una forma de obtener dinero en efectivo. Lo llamativo fue que esa plata obtuvo un mes antes de su casamiento.