La senadora que preside la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado tuvo ayer un cruce con el presidente del gremio consular, Julio Duarte, sobre el proyecto de ley que intenta dejar de lado la carrera diplomática para acceder a cargos. Habló de privilegios, mientras sus familiares y operadores están en la Cancillería con jugosos salarios.

Luego de varias solici­tudes para una reu­nión con la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores, final­mente en la víspera el pre­sidente de la Asociación de Funcionarios de la Carrera Diplomática y Consular (ADEP), Julio Duarte Van Humbeck, tuvo la oportu­nidad de reunirse con algu­nos miembros, encabeza­dos por la presidenta Lilian Samaniego, a quien el titu­lar del gremio consular le planteó varias preocupacio­nes que derivan de dicho pro­yecto de ley que entre otras cosas apunta a dejar de lado la carrera diplomática y con­sular, para que cualquiera aspire a dichos cargos.

Pero antes de debatir inte­reses del mencionado pro­yecto y las implicancias que tendría la modificación de la Ley 1335/1999 del servicio diplomático y consular de la República del Paraguay, la senadora Lilian Samaniego empezó a mostrar sus garras y empezó a atacar al presidente de la ADEP, ya que supuesta­mente su gremio está detrás de los constantes ataques que recibe ella por redes sociales, tras la aparición del mencio­nado proyecto.

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Para el gremio consular, uno de los puntos de controver­sia en el proyecto de modifi­cación de la ley es el artículo 42 que indica: “El Poder Eje­cutivo podrá designar como cónsules, a más de los fun­cionarios que ocupen dicha categoría en el escalafón, a personas de nacionalidad paraguaya natural o natura­lizada que, sin formar parte de él, poseen notoria capaci­dad y versación para ocupar el cargo, las designaciones para este cargo de personas aje­nas al escalafón no podrán exceder el 50% del total de los cónsules designados en el exterior”.

Con la modificación de este artículo se estaría dejando de lado la carrera diplomática y se le daría vía libre a políticos y operadores a ocupar dichos cargos sin que haya participa­ción de concursos y méritos para el acceso a los diferentes cargos, modificación apoyada por Lilian Samaniego, quien por cierto tiene un novio, Jorge Antonio Coscia Saccarello, que es cónsul ingresado por la ventana, ya que no es ningún miembro escalafonado.

Coscia incluso sería el articu­lador del golpe tramado con­tra la Cancillería y existen fuertes versiones de que el interés es ocupar el cargo del actual ministro Antonio Rivas. Miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores como Fernando Lugo también están detrás de la intención de la pre­sidenta Lilian Samaniengo.

Los funcionarios consula­res y de Relaciones Exterio­res ven este proyecto como un peligro, ya que después de muchos años la Cancille­ría logró cierto nivel de profe­sionalización, con el buen fun­cionamiento de la academia diplomática. Además existe mucho temor en la Cancillería y que por miedo al clan Sama­niego no se atreven a hablar.

Se menciona que además del copamiento de cargos diplo­máticos con allegados de Lilian Samaniego, también busca inmiscuirse en contrataciones en este ministerio, que tiene millonarios recursos, como pasó en el Ministerio de Salud.

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