Totalmente desmoralizado, blanco de numerosas denuncias de corrupción, entre las que más impacta su inescrupulosa gestión en la Gobernación de Guairá al aprovecharse de recursos destinados al almuerzo de niños para rédito personal, lujos y placeres, lo único que tiene a favor el hoy ministro de Agricultura, Rodolfo Friedmann, es la lentitud de la Justicia.
El ministro de Agricultura, Rodolfo Friedmann, está acorralado por numerosas denuncias que pesan en su contra desde hace dos años, en su mayoría cuando era gobernador del departamento del Guairá, entre el 2013 y el 2018, siendo el caso más detestable el dejar sin comida a miles de niños en edad escolar para darse sus lujos y placeres en la compra de joyas, viajes y vehículos.
Un informe de Contraloría General de la República detectó que en el 2016, el gobernador de Guairá adjudicó un contrato de 15.452 millones de guaraníes a la empresa Eventos y Servicios SA (ESSA), donde posteriormente fue descubierto que era accionista, junto con el diputado Éver Noguera. De forma diferencial la empresa recibió a fines de ese año, entre Navidad y Año Nuevo G. 1.843 millones; sin embargo, no proveyó un solo plato en ese período por la razón de que era época de fiestas y no había clases.
Según indicó Contraloría, solo se entregaron 480.611 raciones de alimentos, quedando un saldo de 203.149 platos de comida para los alumnos, unos 2.295 millones de guaraníes. En teoría, regularizaron la entrega con dudosas remisiones y luego de bicicletear con la plata para el almuerzo escolar.
Semanas atrás, apareció el ex socio comercial de Friedmann en la mencionada empresa ESSA, Hugo Alexander Torales, quien destapó la olla y confirmó que el ministro de Agricultura es parte de la firma. Se descubrió que el ministro era parte de la empresa proveedora del almuerzo escolar para todo el departamento de Guairá, en la que puso como aporte activo 1.700 millones de guaraníes y se quedaba con el 80 por ciento de las regalías.
Torales sacó a la luz que Friedmann convertía todas sus ganancias en dólares y los puso en varias cuentas bancarias. Desde una de esas cuentas en dólares que tenía el ex gobernador se hicieron pagos por 35 mil dólares en concepto de joyas. También mostró que el secretario de Estado utilizó varios cheques de ESSA para pagar cuotas de varios vehículos que había comprado y también para pagar a agencias por los viajes que el actual ministro hizo con su señora, Marly Figueredo, a Río de Janeiro.
Otro de los hechos que fueron descubiertos por el equipo de investigación de este medio es que a pocos meses de asumir el cargo de gobernador, Friedmann creó junto con su madre, Guadalupe Alfaro, la empresa Nápoles, posteriormente llamada Estonia SA, con un capital activo de 5 mil millones de guaraníes.
Rodolfo Friedmann puso 3 mil millones, mientras que su madre 2 mil millones de guaraníes. Aquí está lo llamativo de este caso. Cuando se investigó a la madre del actual ministro, se descubrió que la misma no pudo haber aportado para la mencionada empresa, ya que no cuenta con disponibilidad monetaria. Es más, solo tenía un pequeño puesto de venta de minutas frente a la azucarera de la familia en Villarrica.
Este caso está siendo investigado por la Contraloría General de la República porque existe una inconsistencia en la declaración jurada del patrimonio de Friedmann, ya que de la noche a la mañana se hizo con una empresa de 5 mil millones de guaraníes. Este hecho podría constituir enriquecimiento ilícito.
La propia Contraloría emitió varios informes de los ejercicios fiscales de la Gobernación de Guairá, de los años 2015 al 2017, en los que detalló más de un centenar de inconsistencias en el uso del dinero del Estado.
Uno de los puntos más consistentes fue el despilfarro de los pagos a comisiones barriales, que en su mayoría no tuvieron consistencia documental. La comisión barrial a la que pertenecía su amigo y síndico de la empresa Estonia SA, Ovidio Cuevas, fue beneficiada con 300 millones de guaraníes, pero jamás se hizo alguna obra en la compañía Rincón, para donde era el dinero.
Otro de los hechos en perjuicio del patrimonio del Estado fue el tema de los combustibles: 23.820 litros supuestamente fueron cargados en un solo día como también otros 11 mil litros en tan solo 7 minutos. Sin embargo, las cargas nunca se hicieron, pero lo que se hizo fue cobrar en efectivo por dicha operación.
Cómo no olvidar la denuncia que habían realizado los comerciantes apostados en la Terminal de Ómnibus de Villarrica, cuando Friedmann había proyectado una nueva terminal terrestre lejos del casco urbano, en los alrededores de un inmueble que ya había adquirido él de antemano.
La nueva denuncia que salta ahora es estando al frente del Ministerio de Agricultura y Ganadería para favorecer a una empresa amiga para la comercialización de cáñamo, generando así el malestar de los demás productores.
Pese a todas estas denuncias que carga el ministro sobre sus espaldas, el presidente Mario Abdo Benítez se rehúsa a reemplazarlo.