El suboficial segundo Juan Garcete tuvo fuerte protagonismo en la sede del PLRA en la madrugada del 1 de abril del 2017, según videos recientemente difundidos. Hasta peritaron su escopeta, pero lo excluyeron del proceso.
El custodio personal del diputado Eusebio Alvarenga, comisionado desde la Comandancia en el 2017, el suboficial segundo Juan Garcete, elegantemente vestido aquella noche con saco azul y camisa, tuvo una activa participación en la madrugada del 1 de abril del mencionado año, cuando se registró el homicidio del joven dirigente liberal Rodrigo Quintana en el local del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). A este se le observa en las cámaras de seguridad pisar un cartucho percutido que cayó en la escena del crimen, como si estuviese guardando o tapando la vainilla que se había cambiado minutos después del disparo mortal.
El custodio deambuló por el lugar hasta que se hizo presente la comitiva fiscal.
Pese a estar comisionado por la Comandancia de la Policía Nacional para cumplir el servicio de custodio personal del mencionado parlamentario, esa madrugada se lo vio muy activo, no precisamente velando por la integridad del legislador, sino también por los intereses del PLRA.
Garcete fue quien se apoderó de la escopeta calibre 12 Maverick del suboficial Arnaldo Andrés Báez, quien fue retenido por los adherentes de dicha nucleación política aquella madrugada. Antes de ayudar a su camarada, que estaba siendo prácticamente linchado, a este también se lo observa en imágenes colaborar con los simpatizantes azules para quedarse con otras pertenencias de Báez como su pistola 9 mm, su radio, su casco y su aparato celular. Esto fue a las 00:35:50.
Tras apoderarse de la escopeta de Báez, el suboficial Juan Garcete la puso entre su saco, cruzó hacia la otra vereda y bajó por Iturbe hacia la calle Teniente Fariña, alrededor de las 00:35:45, según marca la hora en el video que obra en el Ministerio Público.
Más que llamativo es el accionar del mencionado custodio de Alvarenga, quien a esa hora no estaba cumpliendo con sus funciones que eran proteger la seguridad del mencionado parlamentario; más bien estaba haciendo otra cosa, como ayudar a los manifestantes liberales en extrañas maniobras con relación a un policía.
Alrededor de las 2:48:50 aparece nuevamente el suboficial segundo Juan Garcete, ya al lado del diputado Eusebio Alvarenga, quien en ese momento se encontraba hablando con la fiscala Raquel Fernández y el comisario general Abel Cañete.
En esta aparición, Garcete ya no tenía consigo la escopeta de Báez, que posteriormente fue presentada a la fiscala Fernández.
Pero lo más llamativo del caso es que en vez de que sea peritada o llevada la escopeta del suboficial Arnaldo Báez, una Maverick calibre 12, sin culote, los agentes de Criminalística presentaron como elemento la escopeta entregada por Garcete, una Taurus calibre 12, con culote o culata.
Todo esto consta en acta y en los registros de elementos de evidencias recibidas por Criminalística de la Policía Nacional y del Ministerio Público.
Pese a que la escopeta fue entregada por Juan Garcete para ser examinada, este nunca fue incluido en el proceso, solo fue llamado para declarar como testigo de los hechos, de los que este suboficial tuvo activa participación, también en la alteración de la escena del crimen y en la manipulación de un arma que bien pudo haber estado también como evidencia, ya que Báez siempre estuvo ligado al proceso.
Abogado pide cambio de fiscales
El representante legal de la hija de Rodrigo Quintana, el abogado Fabián Ramírez, manifestó a Universo AM que pedirán el cambio de todos los fiscales que actualmente se encuentran frente a la causa, ya que los llevaron a la nada y no estuvieron firmes para resolver el caso.
“Nunca nos dimos cuenta que la escopeta fue cambiada. Siempre se cuestionó que la escopeta haya desaparecido y tuvo una ventaja de dos días para ser limpiada y peritada. Ahora nos enteramos que es otra escopeta, eso cambia totalmente el escenario”, señaló el profesional.
Sostuvo que el policía Juan Garcete, custodio del diputado liberal Eusebio Alvarenga en aquel entonces, habría sido el que cambió la escopeta y luego entregó la “nueva” sin acta de recepción de una evidencia, que es lo establecido para estos casos. Báez tenía una escopeta Maverick calibre 12 durante la noche del 31 de marzo y la madrugada de 1 de abril, pero en el informe remitido por Criminalística figura una de la marca Taurus con culote.
“La escopeta de Báez tuvo una ventaja de dos días para ser limpiada y entregarse para ser peritada, y no hay acta de recepción, esto apareció de manera camuflada. Esto fue para blanquear a Báez porque aunque se le ve disparando frente al PLRA, su escopeta da resultado negativo a todas las pruebas y pericias porque se cambió. Necesitamos que se asignen a fiscales distintos de los que tenemos en la causa porque esta gente que estuvo al frente nos llevó a la nada”, agregó Ramírez.