En las imágenes en bruto del circuito cerrado de la sede del local partidario, que en estas últimas semanas salió a la luz, se observan el movimiento de varias personas que además de contaminar todo el escenario plantaron evidencias y se aprovecharon de la muerte del joven dirigente liberal para llevar el caso al extremo, a una conveniencia política.

Movimientos coordinados entre varias personas que se encargaron de tomar la vainilla que cayó presumiblemente del arma que terminó con la vida de Rodrigo Quintana, otros que colocaron objetos en la escena del crimen, en paralelo a una agitada mudanza de computadoras desde las oficinas administrativas se constituían en un montaje del suceso que hubiera sido perfecto de no haber quedado en las horas de grabación del circuito cerrado.

PASO A PASO CÓMO ALTERARON LA ESCENA DEL CRIMEN

Olga Paredes niega que haya modificado escena del crimen

MOVIMIENTO. La abogada Olga Paredes mueve con los pies el tercer cartucho que fue plantado en la escena del crimen, cerca de donde cayó Quintana, al lado de la segunda vainilla.

La dirigente juvenil del PLRA alegó que estaba “resguardando” un objeto no identificado.

Invocando su derecho a réplica la dirigente liberal Olga Paredes manifestó que no estaba modificando la escena del crimen de Rodrigo Quintana, sino que intentaba resguardar el objeto (una vai­nilla servida), hasta la llegada de la Fiscalía.

“Tengo que responder y rei­vindicar mi nombre como profesional, como mujer, que fue atacado. Efectivamente, en el video se ve que yo muevo un objeto no identificado. O sea lo resguardo porque lo coloco en el lugar donde noso­tros habíamos puesto estas sillas azules para, un poco, separar lo que fue el lugar en el que mataron a Rodrigo del resto del PLRA, porque todo el PLRA fue la escena del cri­men”, expresó en comunica­ción con Universo 970 AM.

Según la dirigente, los poli­cías entraron y dispara­ron contra las personas que se encontraban en la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) sin una orden judicial de por medio, recalcó que todo el lugar constituye la escena de lo que calificó como un “crimen de lesa humanidad”. Ratificó que estaba ejerciendo su derecho constitucional de manifestarse pacíficamente.

“Yo quería, quiero, que se sepa quiénes fueron esos poli­cías que le mataron a Rodrigo y saber quiénes le dieron la orden a los policías, la orden para que entren esa noche”, expresó. La dirigente libe­ral reiteró que estaba prote­giendo el objeto que sería una vainilla hasta que llegasen los representantes del Ministe­rio Público.

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