Aporte de G. 3.699 millones tenían como beneficiaria de fachada a una comisión vecinal, pero el dinero quedó en manos del constructor amigo del ex gobernador de Guairá.
Por Rossana Escobar M.
rossana.escobar@gruponacion.com.py
La firma de Eduardo Agustín Duarte, amigo y proveedor favorito del ex gobernador de Guairá, Rodolfo Friedmann, que acaparaba obras en su administración, continúa colgándose de licitaciones públicas en este departamento. El hombre ganó millones con obras facturadas como aporte gubernamental a una comisión vecinal del citado departamento.
La Municipalidad de Villarrica y la Gobernación de Guairá son sus eternos clientes a través de la empresa que representa, E.D.R Construcciones. Con la administración de Juan Carlos Vera, continúa la bonanza para el amigo de Friedmann.
Según el portal de Contrataciones Públicas, Duarte se adjudicó en los dos últimos años, algunas con días de diferencia unos G. 5.658 millones en obras, en la Gobernación de Guairá mayoritariamente y el resto en la Municipalidad de Villarrica.
El hombre había saltado a la fama por el monopolio de obras que tenía en la Gobernación de Guairá principalmente durante la administración de Friedmann. Además el nombre de Agustín Duarte figura en el informe de auditoría de la Contraloría por haberse quedado a cargo del dinero que salió a nombre de una comisión vecinal y debía ser administrado por esta organización.
Según el citado informe, la administración de Friedmann, entre los años 2015 y 2016, transfirió G. 3.699 millones a una comisión vecinal de nombre Fomento y Desarrollo Urbano para la realización de varias obras en el departamento. Sin embargo, el presidente de la asociación Carlos Verdecchia no sabe cómo se usó el dinero, según consta en la conclusión de la auditoría.
La ruta del dinero tenía agentes claves. El hermano de Agustín Duarte era el tesorero de la comisión vecinal beneficiaria del aporte de la gobernación y de esta forma se facilitó el circuito.
David Gustavo Rojas realizaba las transferencias de los cheques recibidos de la gobernación a nombre de E.D.R Construcciones y de esa manera la empresa manejó los fondos que debieron ser administrados y rendidos por la organización de vecinos.
Aparecieron facturas con membrete de la comisión Fomento y Desarrollo Urbano, así como otros documentos por el aporte recibido, pero el presidente refirió que desconoce la existencia de estos papeles y, para defenderse, acudió al argumento de que “puede ser que esté a cargo del tesorero”.
No se sabe del estado de las obras ejecutadas, cómo se entregaron porque la gobernación no realizó las fiscalizaciones, es decir, dejaron todo al arbitrio de Duarte. Los auditores de Contraloría incluso consignaron que solicitaron al fiscal de obras de la institución una visita para verificar los trabajos, pero este respondió que no sabía dónde quedaban.
“Todas las obras fueron rendidas a la gobernación por la misma empresa constructora E.D.R Construcciones”, había alegado el tesorero de la comisión, hermano del constructor, según revela el informe conclusivo.
Contrataciones objeta excepción
Desempolvaron una nota de hace más de un año para adjudicar con urgencia impostergable.
En medio de la pandemia, en la Gobernación de Guairá dijeron que requerían de manera urgente arreglar el Colegio Nacional de Villarrica “porque presenta patologías edilicias como consecuencia de las variables e imponderables de su construcción por su antigüedad y la necesidad de ampliación que hacen que los alumnos y la comunidad educativa corran riesgo y peligro en su integridad física”, según refiere el dictamen de la Unidad Operativa de Contrataciones de la institución.
Es así que contrataron de manera urgente y por vía de la excepción al amigo constructor de Friedmann.
Eduardo Agustín Duarte fue adjudicado con un contrato de G. 720 millones por vía de la excepción para reparar y ampliar el Colegio Nacional de Villarrica. A la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) no le convenció el argumento de la urgencia impostergable.
La urgencia manifestada por la gobernación se sustenta en una solicitud que la directora Sirle Rosa Hasek presentó el 28/03/2019 y reiterada el 14/01/2020. Sin embargo, la intención de contratación recién fue creada el 27 de abril pasado, “mucho tiempo después de haber tomado conocimiento de la urgencia”, objeta la DNCP en una nota del 24 de mayo pasado.
En su observación la DNCP pide explicaciones del por qué no se hizo la licitación por las vías ordinarias y “qué hechos han imposibilitado a la convocante realizar el proceso con mayor anticipación a la practicada”.
Otro hecho llamativo es que en el portal de la DNCP figura que la licitación es con recursos propios, pero en la autorización de la dirección de infraestructura del MEC indica que el proyecto de construcción será financiado con fondos del Fonacide.