Aceleraron gestión para adjudicar contrato, pero se demoraron días para solicitar los insumos que urgen en el marco del combate al Covid-19.

Todos los trámites que realizó en su acelerada licitación el Ministe­rio de Salud Pública y Bien­estar Social (MSPyBS) solo favorecieron a los proveedo­res. Se adjudicaron millona­rios contratos, fueron privi­legiados con jugoso anticipo, vendieron a precio de oro y además entregaron insumos de baja calidad, que obligaron al rechazo de los artículos.

Por la urgencia sanitaria, en 72 horas, Salud liquidó la lici­tación por vía de la excepción de G. 85.220 millones, equiva­lente a unos US$ 13,5 millones y con un anticipo de G. 17 mil millones, que aplicaron sor­presivamente, ya que inicial­mente no estaba previsto.

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Fueron adjudicados Insumos Médicos SA y Eurotec SA, fir­mas representadas por los hermanos Patricia Ferreira Pascottini y Marcelo Ferreira Pascottini, hijos del empre­sario Justo Ferreira. En el proceso se destacan apre­suradas diligencias como la firma de resolución de adju­dicación y de contrato en un mismo día por parte del ministro Julio Mazzoleni.

La urgencia mermó luego de la firma del contrato y des­pués de la adjudicación se tardó 10 días en el proceso de emisión y notificación de las órdenes de compra.

Los documentos muestran que dos órdenes de compra, una para Insumos Médicos SA y otra para Eurotec fue­ron emitidas el 6 de abril, 3 días después de la firma del contrato y el proveedor se dio por notificado el 13 de abril; es decir 10 días después de rubricarse el compromiso (ver detalle en facsímil).

Otra orden de compra para Eurotec emitieron al día siguiente (ver más detalles en facsímil). Todo estaba ajus­tado conforme a la llegada de las cargas de los proveedores que se dio con el arribo del avión el 17 de abril pasado. De hecho, Mazzoleni, en una entrevista había anticipado que el plazo para la entrega de la primera parte de los insu­mos correspondiente al 30% tenía límite el 20 de abril.

El hecho de que el plazo de entrega de la primera tanda tenía tope el 20 de abril pasado hasta parece normal, si es que no se hubiera alegado una urgen­cia impostergable, además de usar este argumento para remi­tir invitaciones casi exclusivas a las firmas del clan Ferreira.

Mazzoleni y los altos funcio­narios del Gobierno habían apelado al cumplimiento de la cuarentena para ganar tiempo y dotar de insumos a Salud Pública. Los que real­mente estaban ganando tiempo para cumplir con los millonarios contratos que se adjudicaron en tiempo récord son los Ferreira. Lo más grave de todo esto es que la demora de Salud Pública en la emisión de esas órdenes de compra salvan de millonarias mul­tas a las firmas del clan.

Podrían ensayar la respuesta de que los días feriados de Semana Santa o fines de semana retrasaron la notifica­ción al proveedor, lo que evi­denciaría aún más que el inte­rés se centra prácticamente en el negocio para los selectos ya que estos pedidos se hacen vía correo electrónico, pudiendo el contratista recibir los pedi­dos de manera instantánea con solo revisar el e-mail.

MULTA ASCIENDE A G. 6.391 MILLONES

Contrato estipula multa del 1% por cada día de retraso, hecho que pasa desapercibido para Salud Pública.

Si las órdenes de compra, es decir, si los pedidos se hicieran con la misma urgencia que la adjudicación, el plazo de entrega de los bienes hubiese vencido en fecha 10 de abril de 2020, pero se les regaló 10 días poniéndo como límite de entrega de la pri­mera parte el 20 de abril pasado. Aún así, siguen sin cumplir con Salud Pública, mientras el personal de blanco sufre la falta de equipos de protección individual.

Los contratos suscritos establecen que el plazo de entrega de los bienes es de 7 días corridos, luego de emitida la orden de compra (con multa del 1% diario por retraso y con posibilidad de rescindir el contrato llegado al 10%).

Solo con la primera orden de compra, a la fecha de hoy en que ambas empresas todavía no terminan de honrar el compromiso, el total de la multa que deben pagar es de G. 6.391 millones. El importe corresponde al 30% de los artículos que a estas alturas ya debieran estar siendo utilizados por Salud Pública.

A casi un mes de la firma del contrato, todavía no se sabe de la emisión de la segunda parte de la orden de entrega. Las versio­nes apuntan a otra facilidad para las empresas del Clan Ferreira que están a la espera de un próximo avión carguero para conti­nuar con su provisión a cuotas.

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