La Contraloría General de la República (CGR) detectó pagos por más de G. 3.000 millones en concepto de jornales, financiados con fon­dos genuinos y de royalties, con varias deficiencias en los docu­mentos de respaldo.

Un rosario de irregularida­des se confirma en el conclu­yente informe de auditoría a la Municipalidad de Villa Hayes, que consta de 21 observaciones. Algunas que, inclusive, podrían ser derivadas a la Fiscalía, por lo que el panorama para el inten­dente Esteban Ríos Ayala se puede tornar oscuro.

El ente de control halló pagos de G. 1.416 millones en con­cepto de jornales en el segundo semestre del ejercicio fiscal 2018 y del 1 de enero al 31 de julio del 2019 por importe de G. 1.722 millones, financiados con fondos genuinos y de royalties, con deficiencias en los docu­mentos de respaldo.

De acuerdo al informe de audi­toría, en los legajos verificados no se observaron, en algunos casos, planilla de asistencia y resolución que autoriza el con­trato y el pago, contratos sin fotocopia de cédula de identi­dad, entre otras deficiencias.

En su descargo, el municipio argumentó que los documen­tos no visualizados por el equipo auditor se encuentran archiva­dos en otras carpetas.

La Contraloría consideró insa­tisfactorio el descargo y añadió en su informe que la documen­tación remitida por el muni­cipio no esclarece los puntos observados. Justamente, esta observación es una de las que serán analizadas por la Direc­ción de Auditoría Forense, dependiente de la CGR, para determinar si corresponde o no el llenado del formulario de indicios de hechos punibles contra el patrimonio.

Los más de G. 3.000 millones que el intendente Ríos Ayala no pudo justificar con documentos.

DESVÍO

Otra observación del ente de control indica que la adminis­tración de Ríos Ayala realizó transferencias entre cuentas (intercuentas) por G. 2.765 millones desde las cuentas de Fonacide, royalties y bonos a la cuenta de recursos propios.

Estas operaciones de trans­ferencia se efectuaron en los meses de julio y agosto del 2018 y febrero, marzo, junio y julio del 2019. Este tipo de prácticas van a contramano de las dis­posiciones legales, teniendo en cuenta que cada proyecto o pro­grama debe ser financiado con los recursos asignados respec­tivamente para el fin con el que fueron recibidos.

El municipio alegó en su des­cargo que las transferencias fueron realizadas “a efectos de cubrir compromisos con distin­tos proveedores ante la falta de recursos” y añadió que todas las transferencias fueron pos­teriormente devueltas por su importe íntegro.

De acuerdo al ente de con­trol, ciertas erogaciones están siendo cubiertas con los fon­dos disponibles en el momento con dichas transferencias, para luego corregir la situación, o sea la devolución a la cuenta de ori­gen, cuando se cuente con los recursos pertinentes.

El informe final de la audito­ría también refiere que Ríos Ayala, como ordenador de gas­tos, realizó nombramientos y contratos de familiares en con­travención a Ley N° 5295/14 “Que prohíbe el Nepotismo en la Función Pública”.

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