- POR ROSSANA ESCOBAR M.
- rossana.escobar@gruponacion.com.py
Ante el perjuicio de unos US$ 270 mil en menos de un mes en la compra de nafta, la presidenta de Petropar, Patricia Samudio, al parecer prioriza más el blindaje al proveedor que los intereses de la empresa estatal.
En este sentido, aflojó varias exigencias financieras en la compra disfrazada “de oportunidad” de nafta, que al final resultó más cara con relación a la adquisición por licitación vía subasta a la baja electrónica.
Lo más delicado es que Samudio solo flexibilizó los requerimientos en la compra “spot” de la nafta que adjudicó por vía de la excepción a la firma Sol Petróleo SA, con sede en Buenos Aires. En los anteriores llamados para la compra del mismo producto que está a punto de adjudicarse los requisitos del pliego de base y condiciones fueron más rigurosos.
En las subastas, Petropar solicita documentos financieros de los 3 últimos años, mientras que en la compra “spot” se pidieron solamente los del 2018. Cerca de media docena de requisitos establecidos en los pliegos fueron debilitados.
LA FLEXIBILIZACIÓN
Como ejemplo de la flexibilización de los requisitos cabe mencionar que no se solicitó documento que avale el patrimonio neto y tampoco dictamen de un auditor independiente sobre el estado patrimonial y económico de la empresa. Además, se pidió reseña de actividades comerciales de los últimos 12 meses (no de los últimos 3 años) y se obvió requerimiento de fotocopia autenticada de operaciones comerciales emitidas por clientes del oferente por la provisión del 50% del volumen solicitado, como se establece normalmente.
También se ignoró documentación de patrimonio neto. Petropar por lo general solicita US$ 8.000.000 de patrimonio neto para este tipo de adquisiciones. Los cambios demuestran la flexibilización en cuanto a requisitos financieros, experiencia y capacidad técnica, que blindan los procesos licitatorios de las firmas de maletín y posibles estafas.
Petropar no respondió por qué realizaron una exclusiva excepción de requerimientos en la compra “spot”. Cuando preguntamos sobre el caso, el vocero de la petrolera solicitó las consultas por escrito sobre la adjudicación que realizaron de Sol Petróleo SA con relación a la subasta. Sin embargo, no respondieron la mayoría de las preguntas y se limitaron a resumir las bondades de los procesos licitatorios.
Tampoco remitieron los documentos de las pólizas presentadas por el proveedor adjudicado.
LA COMPRA DE “OPORTUNIDAD”
El 3 de octubre pasado, la presidenta de Petropar, Patricia Samudio, adjudicó contrato por vía de la excepción a Sol Petróleo SA para la compra de 20.000 m3 de nafta por valor de US$ 9,6 millones. Según los informes del proceso, el argumento para la modalidad de la excepción era “la posibilidad de obtener mejor precio”, una ventaja conocida como compra de oportunidad o spot. En cambio, la nafta le salió más cara a Petropar comparando con las ofertas que recibió en una licitación pública internacional por subasta a la baja electrónica en etapa de adjudicación.
La compra “spot” a Sol Petróleo de 20.000 m3 se adjudicó a US$ 484 el m3. En la semana (9 de octubre) 30.000 m3 del mismo producto se estaban ofertando vía licitación por subasta a US$ 472 m3. De ahí la diferencia de que el carburante sale entre US$ 12 a US$ 13 m3 más caro y multiplicado por los 20.000 m3 generan un sobrecosto de US$ 269 mil para Petropar.
Otro punto es que en la mencionada contratación por compra “spot” había otra oferta más baja, de US$ 430 m3, de la firma Berkol Internacional LLC, pero quedó fuera al no cumplir con documentos, según la evaluación.
En el mismo informe de evaluación figura que el estimativo de precio manejado por Petropar en ese momento era de US$ 422,80 m3, pero se terminó comprando a US$ 484 m3.
SINDICALISTAS FAVORECIDOS ALABAN A SAMUDIO
Son varios los gremialistas acomodados en la administración de Patricia Samudio que salen al paso de los escraches contra la presidenta por las denuncias en su contra.
Con aumentazos de salario y cargos para sus familiares, la presidenta de Petropar hizo callar a una decena de influyentes sindicalistas, que además utilizan las distintas redes sociales para defenderla y atacar a aquellos funcionarios disconformes.
Uno de los favorecidos es Gerardo Parodi Vargas, del Sindicato de Trabajadores de Petropar (Sitrappar). Samudio lo ubicó como su asesor y desde este año su salario, que era de poco más de G. 12 millones, trepó a G. 16.999.999. También ubicó en la empresa estatal a su hermana Pamela Parodi.
Estela Espínola Torres, quien aparece como jefa y percibe una remuneración mensual por encima de los G. 15 millones, es otra beneficiada. Consiguió un puesto para su hijo Rodrigo Leiva Espínola a través de Jobs, firma que contrata personal para Petropar.
Espínola es una de las más activas en las redes sociales, desde donde tirotea a colegas suyos que integran el Sindicato de Funcionarios de Petróleos Paraguayos (Sifunppar), que está en contra de Samudio. En Twitter y en Facebook sale al paso de las críticas contra Samudio.
Otro fanático de Samudio es Alberto Cañete, del Sindicato de Trabajadores de Turnos (Sitratur), quien sumó más de G. 4 millones en sus ingresos. De cobrar G. 11.550.365 mensuales pasó a ganar G. 15.855.626.