POR JORGE TORRES ROMERO
La reciente contratación de los equipamientos para el suministro, instalación y ampliación de la red nacional de fibra óptica, efectuada por el Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación (Mitic) por un valor de US$ 12 millones, se basó en una supuesta “dependencia” tecnológica que, sin embargo, carece de fundamentos técnicos, según expresan oferentes que debieron resignar su participación en el llamado.
De acuerdo a la denuncia efectuada en su momento por la firma Bullers SA, el pliego de bases y condiciones de la licitación convocada por el Mitic contenía requerimientos que no resultan, desde ningún punto de vista, técnicamente indispensables, y que, en contrapartida, limitaban la libre concurrencia al constituir las mismas trabas a la igualdad ya mentada, puesto que, eventualmente favorecería a una marca que “coincidentemente” era la única que podría cumplir con los requerimientos establecidos, ello en detrimento a otras firmas que, de igual modo, pueden garantizar calidad en la prestación del servicio e inclusive precios más convenientes.
En definitiva, la supuesta “dependencia tecnológica”, en realidad no existe y por otros motivos técnicos y económicos el Mitic intentó justificar la millonaria compra, alegando incluso la necesidad de contar “en la brevedad posible” con dichos equipamientos tecnológicos.
Todo esto hace suponer en realidad que el llamado a licitación pública bajo la modalidad subasta a la baja electrónica fue toda una farsa. Puesto que desde un principio se hubieran ahorrado todos los contratiempos que suponen una convocatoria si se efectuaba una compra directa arguyendo la “dependencia tecnológica”, teniendo en cuenta que se exigía la provisión de bienes específicamente de la marca Huawei.
REQUERIMIENTOS A MEDIDA
En efecto, en las Especificaciones Técnicas del llamado, textualmente se menciona que “Copaco actualmente cuenta con una red óptica nacional DWDM que une los puntos de Asunción – Cnel. Oviedo – Ciudad del Este y Encarnación, de igual manera, posee un enlace de Asunción a Mayor Infante Rivarola. Para todos los equipos son de marca Huawei, modelo O5N6800. Se requiere ampliación, actualización de los sitios actuales de tal manera a soportar una capa eléctrica que provea múltiples accesos cross-conectados y transportados por la capa óptica ya desplegada, de tal manera a reducir el impacto en servicios y en la inversión de manera eficiente”.
Sin embargo, según explicaron los denunciantes, la completa compatibilidad, la calidad y el rendimiento se pueden alcanzar con cualquier otra marca, siempre y cuando se establezcan criterios adecuados de integración, lo cual no debería ser exclusividad de una sola marca.
En cuanto a la capacitación del personal y que los mismos conozcan todos los pormenores del funcionamiento de los equipos actuales, es algo lógico, pero “de ninguna manera representa una ventaja ni se puede garantizar que implique una disminución de costos operativos con respecto a otras tecnologías”, insistieron.
En este caso, se requiere actualización de los equipos existentes, la cual responde a nuevas funcionalidades y nuevos equipos. “Es inconcebible la manifestación de que el personal está previamente capacitado, pues no existe ninguna certeza de que la actualización de los equipos permita a los funcionarios operar los equipos en las mismas condiciones como se encuentran actualmente”, agregaron.
En definitiva, la justificación del Mitic para la compra carece de argumentos técnicos y por tan solo dos ítems que representan menos del 2% del proyecto, se terminó por adjudicar el 100% a una sola marca, en este caso Huawei.
YA DESEMBOLSARON US$ 2,4 MILLONES
El primer desembolso de US$ 2,4 millones, según las documentaciones del llamado se concretó finalmente el pasado 16 de enero del 2019. La licitación fue adjudicada el pasado 18 de diciembre del 2018, según Resolución Mitic N° 069 a la empresa Celexx SA, por un monto total de G. 71.820 millones, unos US$ 12 millones. La otra oferente, SSD SRL, había ofertado el suministro por G. 71.840 millones. La adjudicación se dio a conocer el mismo día en que la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) comunicó la finalización del proceso de investigación y el desistimiento de la protesta promovida por la firma Bullers SA.