El estatus de magnate que se manda el ex gobernador Rodolfo Friedmann Alfaro al parecer tiene oscuros orígenes. Su papá confirmó que nunca le dio anticipo de ninguna herencia y que el hijo era apenas un asalariado más de la azucarera familiar.

Al ex gobernador de Guairá Rodolfo Friedmann se le complica justificar los G. 5.000 millones que puso junto con su mamá Guada­lupe Alfaro en efectivo y de una sola vez en Nápoles SA, más tarde denominada Esto­nia SA.

Guadalupe era de clase media para abajo y vendía minutas en una pequeña cantina en la azucarera Friedmann hasta que su hijo se convirtió en jefe departa­mental. Esta es una verdad de hierro que el ex gober­nador no puede borrar. Y que en estas condiciones, un mes después de asumir como máxima autoridad de Guairá, madre e hijo hayan inyectado semejante capital, genera intrigas.

El hecho de que sea hijo de Rodolfo Friedmann Cresta, uno de los dueños de la Azuca­rera Friedmann, sugería que el ex gobernador tenía una base financiera privilegiada.

Sin embargo, su papá con­firmó que el ex jefe depar­tamental era un asalariado más de la fábrica familiar y nunca fue accionista. Tam­poco recibió ningún por­centaje de ganancias de la empresa.

Cerca de diez años, hasta el 2012, tuvo un sueldo de G. 15 a 16 millones, sostuvo el papá del ex gobernador. De hecho, Friedmann declaró en el 2014 una remunera­ción de G. 18 millones. Sin embargo, según el papá, el hijo solo cobró sueldo hasta el 2012.

Marta Caballero Figueredo y Ovidio Cuevas Leiva, concejales municipales de Villarrica, fiscalizadores de la SA de Friedmann y su mamá.

La contundente declaración del papá genera aún más curiosidad de dónde saca­ron Rodolfo y su madre Gua­dalupe el dinero para inver­tir en efectivo, de una sola vez, G. 5.000 millones en Nápoles SA.

Mediante escritura Nº 105 de fecha 27/09/2013, ante la escribana Maura Andrea Aguilar Caire, Rodolfo “sus­cribe 30 acciones de G. 100 millones cada una, por un valor total de G. 3.000 millo­nes. Guadalupe Alfaro sus­cribe 20 acciones de G. 100 millones cada una, por valor de G. 2.000 millones”, refiere literalmente el documento de constitución de sociedad.

El ex gobernador Fried­mann le dijo a la Contra­loría que compró las accio­nes en Nápoles gracias a un anticipo de herencia por parte de su madre Guada­lupe. Llama la atención la temeraria declaración que realizó Friedmann ante la Contraloría, considerando la frágil condición econó­mica de la mujer, que es de público conocimiento en Villarrica. Incluso, obreros y ex obreros de la azucarera, y gente de esa comunidad la recuerdan con admiración y comentan que la señora ven­día empanadas y servía agua caliente en su cantina den­tro de la fábrica.

Como síndicos de la sociedad de G. 5.000 millones figuran Ovidio Cuevas Leiva, un ex enfermero, leal de Fried­mann, que escaló rápida­mente en política en la ciu­dad de Villarrica.

Era operador de Friedmann, su secretario en la goberna­ción y síndico de su sociedad anónima al mismo tiempo. Cuevas fue blanco de denun­cias por desvío de fondos y hasta se especulaba que el dinero que recibió como presidente de una comisión vecinal se fue en la campaña de su jefe, ya que no se rea­lizaron las obras previstas.

También figura como sín­dico suplente de la referida sociedad Marta Caballero Figueredo, ex funcionaria de la gobernación e incon­dicional de Friedmann.

Ante las publicaciones sobre su bonanza, Friedmann arre­mete contra el grupo Cartes diciendo que es parte de una campaña “para destruir mi imagen”. En cambio, no res­ponde de dónde sacaron él y su mamá los G. 5.000 millo­nes para constituir una SA.

Asociado a contrabando de azúcar

El 5 de julio del 2012 fue­ron retenidos siete camio­nes Scania, con un total de 189 toneladas de azúcar proveniente del Brasil, que ingresaron ilegalmente al Paraguay. En ese entonces apuntaban a la azucarera Friedmann como respon­sable.

Publicaciones periodísticas de julio del 2012 asociaban a Rodolfo Friedmann Alfaro, candidato a gobernador en ese momento, como responsable del ilícito.

Las informaciones hablaban de que el mismo estaba detrás del esquema de contrabando utilizando como“pantalla” de la Azucarera Friedmann, que a mitad del 2012 todavía no había empezado a procesar la materia prima.

Friedmann había confirmado estar enterado de la acusación en su contra. Salió a decir que él sedesligó totalmente de la azucarera tres meses antes de que estallara el escán­dalo y que incluso había una demanda civily otra penal contra la firma.

Por lo visto, el estilo de Fried­mann es contradecirse. A Contraloría declaró como ingreso en el 2014 una remu­neración de G. 18 millones en la Azucarera Friedmann SA, pero dos años antes le dijo a la prensa que ya estaba desvin­culado totalmente de la firma para salvarse del esquema delictivo que lo salpicaba en ese momento.

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