Con la intervención del penal de Pedro Juan Caballero y el hallazgo de una celda VIP donde estaba el peligroso narcotraficante Faustino Ramón Aguayo Cabañas (44) saltan muchos detalles oscuros de su entrega y rápida remisión a la cárcel fronteriza ordenada por el juez penal de garantías Mirko Valinotti, cuyos argumentos son muy extraños y poco creíbles.
En mayo de este año Aguayo se presentó a la justicia tras estar prófugo, pero su entrega no fue informada a la Policía Nacional, ni a la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). Directamente el prófugo llegó ante el juez Valinotti, quien expeditivamente ordenó su prisión y remisión a la cárcel de Pedro Juan Caballero.
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Ahora el juez señaló que tomó esa determinación debido a que el narco presentaba un historial de complicaciones cardíacas y su médico tratante residía en Pedro Juan Caballero. Con este blanco argumento es que se envió a uno de los narcotraficantes más peligrosos a una cárcel lejos del control de las autoridades antidrogas.
Con esta excusa es que ordenó su pronta remisión al penal de la frontera, donde esta madrugada en un allanamiento el fiscal Marcelo Pecci encontró que el narcotraficante vivía una vida de lujo. Al más clásico estilo que el narcotraficante colombiano Pablo Escobar, Aguayo, también tenía una celda bien acondicionada con todos los lujos, donde incluso recibía a mujeres que se quedaban a dormir.
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