El viernes se llevó a cabo la audiencia preliminar para Florencia Romero, quien en la mañana del 4 de octubre del año pasado en estado de ebriedad, al mando de su camioneta atropelló y mató a Natalia Godoy, pero el juez penal de Garantías de Fernando de la Mora Miguel Ruiz excluyó una prueba fundamental, cambió la carátula del expediente, favoreció a la acusada y elevó el caso a juicio oral y público.
Florencia Romero, ebria al volante de su camioneta y a gran velocidad, mató a Natalia Godoy, quien estaba sobre la avenida Mariscal López casi Santa Teresa esperando colectivo para ir a su trabajo. Desde ese mismo momento comenzó a darse una serie de incidentes que favoreció a la imputada, tratando en todo momento de evitar que vaya presa.
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Tras el accidente la joven quedó internada en un sanatorio, luego de la audiencia de imposición de medidas se dispuso que pase una semana en la comisaría de mujeres, después tenía que ir a la cárcel del Buen Pastor, pero inexplicablemente la trasladarían a la cárcel de San Pedro, pero la familia de la víctima fatal se manifestó y reclamó el hecho.
Alegaron que trataban de llevar a Romero lejos de la capital para evitar un control de su prisión. Finalmente Florencia fue a la cárcel del Buen Pastor. La presión mediática que realizó la familia de Godoy fue la que hizo que este caso no sea “cocinado” hace tiempo, ya que le hicieron un seguimiento día a día.
Sin embargo, en la audiencia preliminar el juez Miguel Ruiz excluyó de la acusación fiscal la prueba de toxicología que presentó el Ministerio Público donde se demostraba que Romero, no solo estaba conduciendo ebria, sino que también consumió un medicamento cuyo consumo no tiene que ser mezclado con bebidas alcohólicas, según la conclusión del fiscal del caso Itálico Rienzi.
El magistrado Ruiz alegó que la defensa de la acusada no tuvo peritos al momento de hacerse la prueba de toxicología, por lo que decidió no admitir como prueba y de esa manera cambió la carátula del expediente que era por homicidio doloso eventual, que tenía una expectativa de pena de hasta 25 años de cárcel, por la de homicidio culposo, que tiene una expectativa de pena máxima de hasta 5 años de prisión o multa.
Con esta nueva calificación Florencia no iría presa y hasta podría pagar una multa para quedar libre de culpa y pena.
“El juez dijo que los peritos de la defensa no participaron de la prueba de toxicología, por lo que no era válida y la excluyó, con la sola intención de cambiar la carátula del expediente y ayudar a la que mató a mi hija”, dijo muy dolida Lucía Godoy, madre de la fallecida.
“Ahora el caso ha pasado de ser doloso a culposo, pero nuestra abogada (Carolina Arias) va a apelar esta decisión. No es culpa nuestra que ellos al momento de hacerse la prueba no hayan presentado sus peritos, pero eso fue una trampa para ayudarle a esta mujer y ahora nos encontramos con esta sorpresa”, señaló.
“Acá se quiere ayudar a una persona que borracha mató a una madre y dejó huérfano a un niño”, agregó la mujer al recordar que Natalia salió bien temprano ese domingo 4 de octubre para ir a trabajar, para poder mantener a su hijo, mientras que Florencia venía de una noche de fiesta y tragos que coronó con un mortal accidente.
La dolorida madre relató que desde el inicio de este proceso se trató de beneficiar a Florencia Romero, recordó que en marzo pasado la jueza Nancy Duarte le dio el arresto domiciliario, pero que la medida fue apelada y rectificada por la Cámara de Apelación que en abril ordenó que la joven vuelva a prisión.
Pero un recurso de la defensa envió el incidente a la Sala Penal de la Corte que el 19 de julio pasado resolvió que Romero debía volver a la cárcel, pero hasta el momento según ellos tienen entendido sigue con medidas. Ahora con el cambio de carátula del expediente, Florencia Romero podría seguir con medidas alternativas a la prisión hasta el día del juicio oral y público.