Un dato que puede considerarse positivo si comparamos la mucormicosis o el “hongo negro” con el COVID-19 y otras afecciones, es que se trata de una enfermedad poco frecuente y que no se contagia de persona a persona.

En contraposición, es una afección que afecta principalmente a inmunodeprimidos y diabéticos descompensados, que se contagian al inhalar esporas de hongos existentes en el medio ambiente y cuya infección tiene una tasa de mortalidad del 30 al 50 %.

Así lo informó el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social tras confirmarse los primeros casos de “hongo negro” asociados al coronavirus en Paraguay.

Lea más: Viceministro destaca que solamente con las vacunas se puede vencer a la pandemia

No es nueva

La cartera sanitaria recalca que si bien no es una enfermedad nueva, su nombre vuelve a mencionarse con frencuencia en esta última semana debido a la aparición de dos casos en pacientes que superaron el coronavirus, uno en Coronel Oviedo y otro en Central.

Los hongos que producen la enfermedad se llaman “mucorales”: Rhizopus, Rhizomucor y Mucor. Estos se encuentran en el suelo, plantas, productos frutihortícolas en descomposición y otros.

La denominación común de “hongo negro” se debe a las manchas y al ennegrecimiento que puede aparecer en el rostro, incluyendo los ojos, en cuyo caso el paciente se expone a la extirpación como único método para seguir viviendo.

Otros síntomas

Además del color que por lo general se encuentra alrededor de la nariz, se presentan síntomas como la congestión, el sangrado nasal, el dolor o la hinchazón de ojos y problemas de visión.

Es muy poco probable que esta enfermedad ataque a una persona sana; sin embargo, los más expuestos son los diabéticos descompensados y los que presentan neutrófilos bajos, un componente esencial del sistema inmune natural. Además de las fosas nasales, el hongo puede llegar al cerebro y a los pulmones.

Nota relacionada: COVID-19: Paraguay alcanzó el primer lugar de mortalidad en el mundo

Protección

La doctora Viviana de Egea, directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles, explicó que la mejor manera de protegerse es controlando los factores de riesgo. El uso de corticoides siempre debe darse bajo supervisión médica y un buen control glicémico en personas diabéticas.

Estadísticamente, el hongo negro se presenta en un 39 % de los casos en su forma rinocerebral, en un 24 % pulmonar, en un 19 % cutánea y en un 3 % gastrointestinal y diseminada.

El método de diagnóstico es a través de técnicas convencionales en laboratorios de microbiología (tinciones para hongos y cultivos) y requiere tratamiento intravenoso con antifúngico y por lo general desbridamiento del área afectada.

Dejanos tu comentario