En Alberdi, el panorama es desolador desde el año pasado. Están en la frontera con Argentina, que no abre paso al comercio por la expansión de la pandemia del COVID-19. Miguel Vázquez, presidente de la Cámara de Comercio de Alberdi, dijo a La Unión que desde el 16 de marzo del año pasado están sin trabajar.

“Tenemos muchas cuentas y ningún turista llega a la ciudad a comprar”, significó y agregó que ya llevan más de un año en una crisis aguda.

“Lo máximo que logramos posponer es el pago de agua y luz para estirar. Aguantamos suficiente esta situación. Estamos posponiendo un año de trabajo, no negamos las cuentas, pero no tenemos de dónde sacar el dinero”, remarcó.

Seguidamente, contó que adquirieron cuentas en financieras o bancos para comprar mercaderías de invierno, pero esas mercaderías quedaron con las persianas bajas. Por tanto, se echaron a perder y tampoco podemos pagar las cuentas.

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“Vivimos de la caridad, otros remataron sus prendas en otras localidades y así viven. Otros viven de préstamo en préstamo y muchos, que son de Alberdi, se fueron a otro lado a trabajar. Lo peor es que no vemos la luz al final del túnel”, relató.

Vázquez hizo hincapié en que las ciudades que están en frontera con Argentina viven el segundo año consecutivo de pérdidas. “Más de diez mil personas quedaron sin posibilidad de ingresar sustento a sus familias”, refirió.

En cuanto a los subsidios del Gobierno, Miguel Vázquez señaló que el Pytyvo de frontera llegó sólo para 180 negocios formales. Están a la espera de una reunión con el gabinete económico de Hacienda para plantear la reconsideración de la ayuda social.

“No hay agricultura ni pesca. La única actividad en Alberdi es el comercio fronterizo. Esta situación es peor que la creciente que suele haber en la ciudad”, manifestó.

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