Cientos de manos de personas privadas de libertad prepararon, amasaron y cocinaron más de 4.100 chipas que posteriormente fueron donadas a familiares de internados por COVID-19 en nueve centros asistenciales del país.
La ola solidaria llegó a los penales del Buen Pastor, Padre Juan Antonio de la Vega, Regional de Concepción, Regional de Pedro Juan Caballero e Industrial Esperanza, donde se elaboraron 4.120 chipas que fueron distribuidas de manera gratuita en los hospitales.
La labor fue posible mediante el apoyo de agentes penitenciarios, funcionarios administrativos y personas ajenas a la institución, quienes donaron los ingredientes necesarios.
“Esta semana llegaron donaciones, desde 500 gramos de manteca, bolsa de 12 huevos, paquetes de almidón y hasta 50 delantales de gente de buen corazón; la respuesta de la sociedad paraguaya se hizo sentir para que hoy podamos elaborar y entregar 3.000 chipas”, afirmó Nelsi Centurión, directora del Buen Pastor.
En total, aportaron para concretar la iniciativa 100 mujeres privadas de libertad, 25 agentes penitenciarias y 20 funcionarios administrativos, más la gente que se acercó voluntariamente.
1.220 chipas y leche
El director de la Penitenciaría Padre Juan Antonio de la Vega, Tomás Bolaños, indicó que donaron 200 chipas y 48 litros de leche, lo que demuestra que la población penitenciaria no está ajena a los problemas que causa la pandemia del COVID-19.
A su turno, el director de la Penitenciaría de Concepción, Donofredo Torres, manifestó que la entrega de 300 chipas es un gesto sencillo y solidario para demostrar a la sociedad que las personas privadas de libertad también están comprometidas y que pueden aportar su grano de arena aun estando en contexto de encierro.
“Concretamos nuestro humilde aporte de la familia penitenciaria de la Unidad Industrial Esperanza con la donación de 120 chipas y lácteos al Hospital de Barrio Obrero”, dijo el director Teófilo Báez.
Por su parte, el director de la Penitenciaría de Pedro Juan Caballero, Luis Esquivel, expresó que las personas privadas de libertad elaboraron además de 500 chipas, sopas y tornas que fueron entregadas al hospital regional de la ciudad.
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