La Sociedad Paraguaya de Medicina Crítica defiende a la especialista en cuidados intensivos Carmen Gauto, y asegura que la doctora asistió de forma idónea al exdiputado Robert Acevedo, quien dejó de existir recientemente a causa de complicaciones del COVID-19. Familiares del político fallecido la acusan de negligencia médica.

“¡Le mataron a mi hermano! Le intubaron en el esófago en vez de la tráquea”, denunció ayer el intendente de Pedro Juan Caballero, José Carlos Acevedo, sobre el deceso de su hermano Robert Acevedo.

Integrantes de la Sociedad Paraguaya de Medicina Crítica y Cuidados Intensivos emitieron un comunicado en el cual expresaron el respeto al dolor que atraviesa la familia Acevedo, pero consideraron muy graves las acusaciones realizadas en contra de la doctora Gauto.

“Estamos seguras de que la colega (...), una de las escasas especialistas en medicina crítica y cuidados intensivos, asistió al paciente de manera idónea, oportuna y humana hasta lograr el traslado, acompañar e ingresar al paciente al centro de referencia para cuadros respiratorios”, señala el comunicado.

Los médicos recuerdan que el COVID-19 es una enfermedad que en su forma grave produce el rápido deterioro del paciente, algunos de ellos con poca respuesta al tratamiento y a las medidas de soporte vital, lo que lleva al fallecimiento pese al enorme esfuerzo realizado.

Enfatizan que todas las acciones son en pos de buscar siempre el bienestar, alivio y, de ser posible, la curación del paciente y nunca el acabar con la vida.

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Antecedentes

Robert Acevedo, exdiputado y expresidente del Congreso, falleció el 26 de febrero pasado tras ser trasladado de un sanatorio privado de PJC y estar internado algunos días en el Ineram.

Su hermano José Carlos denunció que habría fallecido por negligencia médica y responsabiliza a la doctora Gauto de la misma. Sostiene que debió ser intubado mucho antes y que la misma entregó a su hermano “prácticamente muerto en el Ineram”.

Sostiene que la negligencia se dio incluso desde un inicio. Menciona que el 5 de febrero dio positivo al test de COVID-19 y que recién días después fue internado en el sanatorio privado San Lucas, donde le aplicaron inyecciones. Posteriormente, el día 13 fue trasladado al sanatorio Viva Vida y el 15 al Hospital de Santa Rosa del Aguaray, donde aparentemente lo intubaron de manera inadecuada. Luego llegó al Ineram prácticamente muerto.

Doctora tratante

Acevedo señala que la doctora Gauto fue quien trató a su hermano desde el comienzo de la enfermedad. Indicó que si bien puede hablar de una mala praxis, todo debe ser investigado de manera a corroborar o descartar esto.

Agregó que Gauto, ante los síntomas de fiebre de su hermano, le habría recomendado bañarse con agua fría de manera de paliar el síntoma. “Dos a tres veces se bañaba mi hermano para bajar la fiebre... Son cosas que, no sé... En vez de darle remedios”, lamentó.

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