Un docente de 44 años fue encontrado sin signos de vida en su vivienda por parte de su expareja. El mismo residía en una casa ubicada en Área 4 de Ciudad del Este, departamento de Alto Paraná. Aparentemente, el hombre murió asfixiado por atragantamiento.
El fallecido fue identificado como Diógenes José Narváez, de 44 años, quien se desempeñaba como profesor universitario. Se tuvo conocimiento del hecho a través de una llamada al sistema 911 de la Policía Nacional por parte de Blanca Franco López, expareja del hombre.
De acuerdo al relato de la mujer, el hombre vivía solo y fue a visitarlo ayer en horas de la tarde. Al ingresar al domicilio encontró a Narváez tendido en el piso, ya sin signos de vida. El hecho fue comunicado al fiscal de turno, Sergio Irán Villalba, quien tomó intervención en el caso. El médico forense, Hugo Céspedes, diagnosticó como causa de muerte asfixia mecánica por atragantamiento.
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¿Qué hacer en caso de atragantamiento?
Lo primero que debe hacerse es una maniobra que aumente la presión intratorácica para expulsar hacia afuera el cuerpo extraño que quedó atorado. Si la persona que se atraganta está acompañada, se recomienda practicarle la maniobra de Heimlich. Si no lo está, debería buscar una mesa que esté a la altura del sector abdominal, tomar carrera y embestir el borde para generar la suficiente presión y expulsar el objeto.
La maniobra de Heimlich consiste en ponerse detrás de la persona que se está atragantando, abrazarla con las dos manos, juntar una mano con el puño cerrado y con la otra empujar lo que vendría a ser la boca del estómago. Apretar desde adelante hacia atrás y de abajo hacia arriba hasta que expulse el cuerpo extraño. Si la persona pierde el conocimiento, habría que acelerar el procedimiento o bien abrirle la boca e intentar sacar el objeto con algo.
Los atragantamientos son más frecuentes en niños y ancianos o adultos mayores. En caso de que sea un niño, pegarle en el tórax con la palma de la mano para aumentar la presión y que el cuerpo salga despedido o bien practicarle la maniobra de Heimlich. En cualquier circunstancia, el tiempo siempre es importante.