El tapabocas es una barrera contra los virus respiratorios, ya que en el caso de la persona enferma los filtra y esta acción dura entre cuatro a cinco horas o hasta que se humedezca. “Cualquier tapabocas que se use sea de tela, quirúrgico debe ser cambiado entre cuatro a cinco horas, el N95 dura un poco más”, afirmó la doctora Viviana de Egea, vocera del Ministerio de Salud Pública (MSP) en contacto con Universo 970.
Explicó que la capacidad de filtración de los virus es lo que hace que pierda el efecto y por eso debe ser cambiado. La profesional comparó la mascarilla con la ropa interior que tiene contacto con partes no estériles del cuerpo, en este caso la boca por lo que la práctica de volverlo a usar sin lavar es como ponerse una ropa sucia.
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“Aunque se haya secado la humedad es una pieza de ropa como cualquier otra y si la repetís sin lavar estás usando algo sucio porque estuvo en contacto con millones de microorganismos que viven allí”, indicó.
“Si la capacidad de filtración de un tapabocas es de 500 bichos y se humedece estos quedan pegados y luego ya el bicho 501 y los otros traspasan la tela y ya no cumple su efecto”, ejemplificó. Los bichos que viven en la boca se quedan pegados al tapabocas, si este es utilizado en forma correcta, y no enfermarán a nadie, resaltó la profesional.
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De Egea recordó que hay otra costumbre de colgarlo en el auto o guardarlo en la guantera y señaló que no es recomendable usarlo en esas condiciones porque está expuesto al polvo y otros microorganismos. Debe ser guardado en una bolsa de papel y retirarlo solo para el momento del uso.
Para que un tapabocas esté limpio es suficiente agua y jabón y usarlo seco. La profesional sugirió salir de la casa con varias unidades en caso de que la jornada se extiende por muchas horas, volver, lavarlos y volverlos a usar. También afirmó que no basta con lavarlos cuando ya fueron usados mucho tiempo, hay que cambiarlos, no usarlos muchos meses.
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Sobre cuándo desechar el de tela, Egea explicó que salvo que haya alguna especificación es variable por la calidad de la tela y cómo se utiliza, si se ajusta, si no se cae constantemente o si no está deformado, algunas telas más finas empiezan a tener agujeros del lavado, hay que cambiar.
El tapabocas debe utilizarse porque queremos evitar enfermarnos y enfermar. No hay otra medida que demostró la capacidad de evitar el contagio así como el lavado de manos y el distanciamiento físico.
“Si no te querés enfermar ni enfermar a tu entorno, usá el tapabocas, si querés salir y volver a vivir y hacer tus actividades se debe usar el tapabocas, evita el contagio en un 50 por ciento como mínimo el de tela si estás en contacto con una persona enferma, con el quirúrgico un 80 por ciento y 95 por ciento los N95”, señaló.