La doctora Leticia Pintos, directora de Terapias y Servicios de Urgencias Hospitalarias del MSPyBS, manifestó al canal GEN que a nivel público actualmente se mantienen con un 100% de ocupación de camas UTI, esto en Central y capital.
En lo que respecta al convenio con los sanatorios privados, 35 de las 70 camas que forman parte del acuerdo se encuentran ocupadas en este momento, añadió.
Al momento de darse un nuevo ingreso a la terapia intensiva, Pintos mencionó que la prioridad para filtrar a los pacientes es la gravedad del caso y no la edad en sí, tal y como llegó a suceder en otros países donde la situación fue mucho más grave.
La profesional señaló que la carga viral es muy importante al momento de darse un contagio de COVID-19 en una persona, ya que si alguien tiene una carga viral baja es probable que sea asintomático o tenga síntomas leves como una gripe, pero si la carga viral es alta cambia el panorama, teniendo mayores riesgos.
“Las personas jóvenes igual fallecen, sobre todo los que tienen sobrepeso o los diabéticos, que uno dice que llevan una vida normal porque practican deportes. Si se enferman y tienen una carga viral alta pasan a terapia intensiva, algunos se recuperan y otros no”, manifestó.
Pintos comentó que para que una persona llegue a esta unidad, la rapidez en la evolución de los síntomas es fundamental porque puede pasar de algo simple como pérdida de gusto y olfato a sufrir dificultades respiratorias en un corto periodo de tiempo.
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“Hay pacientes que te dicen ‘estoy en mi día 8 y estoy espléndido’ pero en el día 12 ya están con un respirador. Es un bolillero, va a caer nuestra ficha en algún momento”, sostuvo.
“A todos nos puede tocar. Hay una circulación comunitaria importante y no sabemos quién tiene y quién no, hay mucha gente asintomática. Sin embargo, a una persona con una enfermedad de base le puede ir muy mal”, puntualizó.