El centro Gamaleya, fabricante de las vacunas rusas Sputnik V contra el COVID-19, desmiente que durante el proceso de vacunación las personas no puedan incurrir en la ingesta de alcohol. La información que se viralizó señalaba que debía restringirse entre 42 o 56 días el consumo de bebidas, pero los mismos fabricantes de la vacuna salen al paso y niegan dicha aseveración.
Una de las que había advertido que no se podía consumir las bebidas alcohólicas es la jefa sanitaria de Rusia, Anna Popova.
Sin embargo, en Gamaleya sostienen que dichas afirmaciones no son ciertas y explican que no prohíben la consumición racional, ni la ingesta de otros medicamentos que puedan trastornar los efectos de la vacuna contra el COVID-19.
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Sí instan al consumo limitado hasta que el cuerpo haya formado la respuesta de inmunidad al coronavirus. Insisten en que se descontextualizó la referencia hecha acerca de ese punto específico.
De acuerdo a las especificaciones técnicas del fármaco ruso, la Sputnik V logra su eficacia a los 7 días de la segunda dosis y 28 días después de la primera, pero el porcentaje de 91,4% podría llegar al 95% luego de 42 días.
Afirman que las recomendaciones son estandarizadas a fin de que se obtenga la eficacia que se pretende para la seguridad inmunitaria del paciente.
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