El abogado Roberto Ruiz Díaz Labrano, quien dice ser el propietario de un terreno en litigio, asegura que el señor Guillermo Páez (68), supuesto ocupante ilegal, fue instrumento de sectores políticos que intentaron “montar” que el mismo vivía en el predio, cuando en realidad solo incursionaba para sacar rocas, según su argumento.
El señor Guillermo Páez (68) fue condenado ayer a 4 años de cárcel por invasión de una propiedad, donde él asegura que vivió durante toda vida. Ahora está recluido en la comisaría de San Bernardino, junto con su hijo y otras dos personas.
El abogado Roberto Ruiz Díaz Labrano, quien alega ser el propietario de las 17 hectáreas en disputa, mencionó al programa Tempranísimo, Universo 970 AM y GEN, que adquirió el terreno en el año 1991 de Reinaldo Domínguez Dibb y que posee los títulos. Aseguró que en ese entonces no supuso que el sitio tendría un valor incalculable.
El entrevistado indicó que desde el año 2002 comenzó a defender la propiedad porque observaba que personas extrañas ingresaban para comercializar piedras de manera ilegal, es así que recurrió ante la Fiscalía del Medio Ambiente, según aseguró.
“Yo he estado defendiendo esa área protegida, que posee además un cerro. Atajé numerosas veces que la familia Páez ingrese a hacer incursiones clandestinas para sacar piedras. Yo no me desentendí de la propiedad, sino que la defendí. Tengo los impuestos al día”, subrayó.
Alegó además que Don Guillermo estaba consciente de que era un terreno privado, pero que de igual manera hacía incursiones ilegales junto con el resto de su familia. “Varios de los Páez fueron detenidos e incautados con los materiales de este cerro. Todo se produjo de manera clandestina y con violencia, ya que me prohibieron el ingreso a la propiedad”, aseguró.
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Ruiz Díaz resaltó que los ocupantes en realidad no pueden vivir en el sitio por las condiciones del terreno y mencionó que incluso intentaron montar un escenario para que la Justicia crea que sí estaban viviendo allí hace tiempo.
“Se hizo un montaje para mostrar que él vive ahí, impulsados por políticos. Yo pude probar que en mi propiedad nunca estuvo, demostré que estas personas entraban al terreno ajeno, pero que no estaban viviendo ahí, ya no me compete probar en qué otro sitio estaba viviendo, solo que en mi propiedad no estaba”, sostuvo.
En otro momento aseguró que el caso está politizado y que el señor Páez fue un instrumento de otras personas, pero no pudo identificar con nombres quiénes serían los políticos que estarían detrás de esto. “Fui víctima de personas que ingresaron al lugar. Durante todo el proceso aparecían personas con vuvuzelas y tambores. Comprobamos que un político de San Bernardino era el que los llevaba”, agregó.
“Yo no busqué que vaya a prisión. No deseo llevarle preso a nadie, pero uno dice defiendo lo mío y llegamos a esta instancia. Quiero que se respete el título de la propiedad privada que me pertenece. Mi vida no está en torno a lo material, hoy se pudo volver importante el lugar por la vista al lago y entiendo lo mediático cuando dicen que quiero despojarle al pobre, pero yo también puedo dejar la profesión, ponerme el sombrero piri e invadir un inmueble”, argumentó por último.
El Tribunal de Sentencia, conformado por los jueces Liliana Ruiz Díaz, Carlos Peralta e Ingrid Muller, condenó el lunes por invasión de inmueble ajeno a Guillermo Páez, de 68 años, y a su hijo Antonio Páez, ambos en calidad de autores; mientras que sus vecinos Castorino Martínez y Luis Ojeda fueron condenados en calidad de coautores.