Ayer nada más asumió Gail Gina González como la nueva encargada de despacho del Indert tras la destitución de Mario Vega, anterior titular del ente, luego de ser denunciado e imputado por haber solicitado una millonaria coima para agilizar el trámite de un título. Tras asumir, González afirmó que no es la ahijada del político colorado Rodolfo Friedmann, de quien se dice maneja la institución.
En comunicación con el programa “Tempranísimo”, emitido por radio Universo 970 AM, González aseguró que tiene 25 años de servicio en la institución, a la que tiene mucho aprecio. Se comprometió a trabajar honradamente tras los nuevos escándalos detectados por pedidos de coimas de las altas autoridades. Además de Vega, otros expresidentes del Indert también fueron denunciados por coimas.
Aunque reconoció que el puesto es un cargo político que va más allá de lo técnico, indicó que lo ideal es que se den ambas cualidades. “Todos militamos dentro de un partido político, en la época de Fernando Lugo todos eran de su partido político. No podemos divorciarnos de eso. Yo no crucé palabra con (Rodolfo) Friedmann, no lo conozco personalmente. Yo no estoy puesta por él, no soy su ahijada. No soy del equipo de Friedmann. Tengo mi equipo del diputado Juancho Acosta (Colorado Añetete), en el Amambay. Por el momento estoy alejada de la política”, aseguró.
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González dijo que no siempre son los funcionarios del Indert los que trabajan con las coimas, sino además personas externas. Lamentó que siempre que saltan estas irregularidades se sindica como responsable al funcionario del Indert en su conjunto.
“Internamente, evidentemente que tenemos que investigar y esclarecer las cosas. Voy a tomar las determinaciones que correspondan. Vamos a trabajar sobre los informes y diagnósticos. Yo también me veo afectada cuando dicen los funcionarios (son corruptos), muchas veces no son los funcionarios de la casa y de carrera”, lanzó.
La encargada del Indert prometió definir hoy una investigación interna tras haber pedido varios informes de resoluciones, especialmente las que se dieron en el Chaco, sitio sindicado como el punto principal de los negociados de tierra. “El Chaco no puede funcionar como un Indert paralelo. La única diferencia es que las adjudicaciones de tierras son más grandes. No va a ser fácil, pero coraje no me faltará, conozco la institución y a mis compañeros”, puntualizó.