Florencia Noemí Romero, de 22 años, la conductora que dio positivo a un test de alcoholemia tras arrollar a Natalia Godoy, de 29 años, dejó huérfano al pequeño Elías, de tan solo meses de edad. Los familiares de la fallecida y del niño aseguran que tuvieron que prestar un panteón para enterrarla, pero aclararon que ni un cajón de oro o todo el dinero del mundo podrá reparar la terrible pérdida.
Un grupo de personas se manifestó durante esta jornada frente al Sanatorio San Roque, donde estaba internada Florencia, quien circulaba bajo los efectos del alcohol y a gran velocidad, por lo que perdió el control de su vehículo e impactó contra la joven madre.
Lucía Godoy, madre de Natalia, señaló a GEN que están confiados en que con la ayuda de Dios se podrá hacer justicia y destacó la decisión del juez Atilio Rodríguez, quien decretó que la procesada por homicidio culposo y violación de la cuarentena vaya a prisión preventiva.
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“Ella no puede estar recorriendo, matando por ahí. Lo único que pedimos es justicia, que pague con la cárcel su culpa, no quiero que nadie lamente la pérdida de un familiar en esta situación, una trágica muerte. Le perdí a mi hija mientras esperaba colectivo para ir a trabajar. Es un dolor incomparable. Mientras otra andaba por ahí viviendo la vida a su santa manera, borracha, sabiendo que pone en peligro su vida y de terceros. Hoy existe Uber, taxi si quieren tomar”, señaló.
La ciudadana lamentó que la familia de la imputada ni siquiera se comunicó con ella para saber su situación y además criticó la oferta que hicieron los abogados defensores, de G. 1.500.000 mensual por tres años. “Mi hija está en un panteón prestado, no tenemos un lugar digno para enterrarla”, agregó.
“Luego de tres horas (los abogados) ofrecieron G. 30 millones (una sola vez) más G. 1.500.000 mensuales por 5 años, pero la vida de mi hija no vale ni siquiera un cajón de oro. Ella (la autora del fatal accidente) estará libre en departamento de lujo, con aire acondicionado y saliendo a matar borracha (si no va a prisión)”, arremetió.
En otro momento, Lucía dijo, con lágrimas en los ojos, que el pequeño Elías nunca más sentirá el amor y cariño de su madre, y que es una pérdida irreparable. Así también, la mujer de vuelta agradeció el completo apoyo que recibe de parte de la ciudadanía.