De enero a julio de este año, el 20% de los embarazos fueron en niñas y jóvenes de entre 10 y 19 años. Autoridades de los ministerios de la Niñez y la Adolescencia y de Salud recomiendan a los padres a brindar el asesoramiento correcto a sus hijos y sostienen que una buena enseñanza sobre educación sexual integral desde temprana edad retrasa el inicio de la vida sexual.
El Ministerio de Salud reportó 281 embarazos de niñas de entre 10 y 14 años y más de 5.800 en adolescentes de entre 15 y 19, es decir, el 20%.
El titular de la cartera sanitaria, Julio Mazzoleni, sostuvo que “toda niña embarazada es una niña abusada” y que la educación sexual integral juega un papel fundamental en la vida de los niños al momento de su crecimiento y desarrollo.
Todo niño o niña que recibe información importante sobre la educación sexual integral tiene una vida sexual activa mucho más tardía, según el ministro.
A criterio de Mazzoleni es de suma importancia que los padres siempre charlen con los hijos sobre esto o de lo contrario, será el uso del celular lo que marcará el inicio de esa educación.
Pero, ¿cómo un padre sabe cuándo es la edad correcta para hablar de ese tema tan delicado con sus hijos? Es que el tema de la sexualidad es considerado aún como un tabú en la sociedad y mucho más si va enfocado a los menores.
La psicóloga Paola Adriana Zapata, en comunicación con HOY, brindó detalles sobre qué términos utilizar y a qué edad comenzar a hablar sobre temas referentes a la educación sexual con los chicos.
“Ni los medios de comunicación, el internet, ni los amigos son los encargados de brindar la información sobre educación sexual a nuestros hijos. Son los padres, los responsables de esta formación, por eso la importancia para que podamos brindar esa información certera y estemos capacitados para poder emitir cualquier tipo de comentario”, explicó la especialista.
A criterio de la profesional, es importante que la edad evolutiva del niño vaya acorde con su edad mental y madurez para utilizar las palabras adecuadas para su mejor formación.
Te puede interesar: Guillermo Sequera, el alarmista que tenía razón
El primer paso que como padres debemos realizar es en esa edad temprana de 5 a 6 años, cuando empiezan a preguntar de dónde vienen los bebés, es marcar las diferencias entre los órganos sexuales entre un niño o niña, ya sea porque lo vio en algún libro, mencionó.
“Es ahí cuando comienza la charla de una educación sexual y lo mejor siempre es enseñarles el nombre correcto de los genitales. Si es niña, vagina, y si es niño, pene, para no buscar palabras rebuscadas y no confundir”, apuntó.
Para Zapata, el inicio temprano de este tipo de charlas con acompañamiento parental basada en la confianza y correcta información, ayudará tanto a padres como a hijos, especialmente cuando lleguen a la pubertad, para que la comunicación sea fluida y sea disipada cualquier duda con respecto al sexo y otros temas que surjan con el tiempo, sin miedo al prejuicio.
Sexualidad y adolescencia
La mayoría de los adolescentes buscan consejos y conocimientos en amigos o la propia experimentación, antes que recurrir al verdadero conocimiento, como primero la práctica y luego la teoría.
Según la especialista, este método (práctica luego teoría) genera no solo embarazos precoces, sino además traumas, conflictos internos y desconocimiento de las consecuencias de enfermedades de transmisión sexual.
Cuando la sexualidad está presente como un tema más en la familia y los hijos, en ese transcurso van encontrando respuestas y no será un problema que un adolescente pida consejos a los padres cuando la situación requiera, mencionó.
Todo lo citado ayudará a los padres a preparar a sus hijos ante las futuras relaciones sentimentales y sexuales. También contribuirá a que sea más fácil para ellos poder descubrir esa etapa con responsabilidad, sin miedos, prejuicios y sentimientos de culpa.
Para hablar de sexualidad con nuestros hijos no es necesario un día en especial o concreto, o decirles “hoy hablaremos de sexualidad”, refirió Zapata, quien sugirió que se pueden tomar de ejemplos algunos escenarios, como una película, imagen, noticias, para romper el hielo y comenzar la charla.
“Lo importante es acompañar al niño en su maduración hasta su edad adulta, beneficiando así el aprendizaje, un aprendizaje integral que le dé esa seguridad de poder vivir su sexualidad con compromiso y éxito”, finalizó.