Juan Romero es uno de los miles de compatriotas que llegaron a padecer de COVID-19. Él decidió dar a conocer su experiencia a través de las redes sociales, de manera a concientizar sobre esta enfermedad y principalmente para relatar cómo se siente una persona que ha sido contagiada.
A través de su cuenta de Twitter, Juan Romero (@jgaror) tomó la decisión de dar a conocer públicamente los detalles sobre lo que él mismo describe como “la experiencia de padecer coronavirus en primera persona”.
Primeramente, cuenta que apenas conoció el resultado del test de COVID-19 al que se había sometido “no lo recibió de la mejor manera”. “Ese día, no se trataba de leer el tuit de Mazzoleni (o del MSP) y decir: “Hija de mil, cómo va aumentando la cantidad de contagiados”, cerrar la app de Twitter y volver a mi rutina. Ese día, uno de esos 30, 40, 100 casos positivos que aparecen en los informes diarios, era yo”.
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Según menciona en su posteo, ni las estadísticas ni las fases de la cuarentena inteligente o las comparaciones entre la cantidad de infectados/fallecidos con los demás países de la región tienen relevancia alguna cuando el afectado es uno mismo.
“Una vez que recibís la confirmación, las dos primeras ideas que te surgen son: ¿cómo le comunico esto a mis contactos? y ¿será que le habré contagiado a alguno de ellos?”, reflexiona Romero, al tiempo de señalar que lo que más lo intranquilizaba era el pensar si llegó o no a contagiar a alguna de las personas con quienes tuvo contacto en los últimos días.
Si bien las manifestaciones del COVID-19 en su cuerpo fueron “moderadas”, afirma que “a nivel psicológico hay una paz que se pierde, una incertidumbre que se instala, un sentido de culpa y de responsabilidad que no se termina de ir, hasta que todos tus contactos cercanos te comenten que tuvieron un resultado favorable, un constante cuestionamiento interno con respecto a “qué hice mal, por qué a mí”; una gran ansiedad, esperando a que todo el ciclo termine”.
Desde su experiencia, este usuario de Twitter realizó algunas reflexiones importantes, como la de dejar de usar la excusa de “la falta de insumos” para no cumplir con las medidas sanitarias recomendadas para evitar el contagio. “Si les tocara atravesar por la situación de tener que recurrir a los servicios de salud en el marco de la pandemia, pensarían varias veces antes de ir a un asado de confraternidad, a un viaje de fin de semana al interior, en donde sí estén en fase 4, o a festejos con gente que claramente no forma parte de su círculo más cercano”.
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Asimismo, habló sobre la estigmatización que genera el haber tenido COVID-19 y puso como ejemplo el hecho de integrar un grupo de WhatsApp en el que se realizan comentarios “que no aportan” o donde se cuenta “los chismes que les comentaron sobre lo que dicen acerca de la forma de contagio del caso positivo”.
“No crean que las personas con coronavirus no sienten, al menos, un poco de responsabilidad por su entorno, por portar un agente biológico que puede estar dentro de él/ella sin desarrollar síntomas”, manifestó en otro tuit.
Romero también aprovechó la ocasión para hacer una crítica al sistema de salud, sugiriendo que el call center para autorreporte de síntomas brinde instrucciones claras y “no cambie de relato dependiendo del horario en el que se haga la llamada”, además de que se abandonen ciertos criterios, como “tenés que tener más de 2 síntomas”, “el dolor de cabeza no es clave”, “si no tosiste, no es”.
“Los actores políticos, ¡también basta! Si realmente tienen ganas de aportar al tema, que lo hagan con denuncias claras, que busquen aclarar situaciones como las de los resultados confusos. Pero, también cuiden mucho de que sus expresiones no sean usadas por algunos ciudadanos como excusas para, incluso, no creer en la existencia del virus. El mismo es real, circula entre nosotros”, manifestó.
Finalmente, instó a seguir cumpliendo con el lavado de manos, el distanciamiento social y el uso de tapabocas para evitar contraer el COVID-19, además de “bancarse” el proceso de toma de muestras si es que la situación lo amerita. “A cualquiera nos puede pasar, claro está eso, pero uno que ya vivió la experiencia de ser un caso positivo de COVID-19, más que nadie, desea con toda la fuerza de su corazón que ninguna persona y por consecuencia sus familiares, amigos, entorno laboral, etc. atraviesen por una situación similar”.