El director del Hospital de Trauma, doctor Agustín Saldívar, indicó que las dos personas que sobrevivieron al horrendo crimen ocurrido en Capiatá se encuentran estables y no precisaron de una cirugía mayor. Sin embargo, sostuvo que no descartan que a la larga hayan cambios.
El doctor explicó que los dos sobrevivientes tienen 11 y 18 años y son miembros de la familia que fue asesinada por el suboficial inspector Isidro Casco, de 31 años.
“La joven de 18 años tiene dos orificios de entrada y salida de bala a la altura del hemitórax izquierdo. Está siendo tratada por un tubo drenaje y se encuentra estable. El niño de 11 años llegó intubado; es decir, fue asistido en la parte ventilatoria mecánica. Él tiene dos orificios de bala: uno en la cara lateral derecho con salida al izquierdo y otro en el hemitórax izquierdo”, expresó el especialista en contacto con Universo 970 AM.
Seguidamente, manifestó que al menor se le practicó una ecocardiografía y luego una tomografía para dar seguimiento a su estado. “El menor es quien requiere más atención, en cuanto a la joven, seguirá con el tubo drenaje y si no hay sangrado, continuará su tratamiento con eso”, afirmó.
El doctor Saldívar sostuvo que una condición “estable” es cuando los pacientes llegan y no necesitan intervención directa, es decir, una cirugía mayor; sin embargo, no descartan que a la larga hayan cambios en este aspecto. Asimismo, señaló que no quieren adelantar pronósticos.
El horrendo crimen ocurrió esta madrugada en el barrio San Miguel de Capiatá. El suboficial inspector Isidro Casco, de 31 años, asesinó a sus dos suegros, hijos y su cuñada. Tras el hecho, se autoeliminó. Según se maneja, minutos antes se comunicó vía videollamada con su esposa y con su madre, quienes están en España y habrían visto en directo lo sucedido.
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