La ciudad de Salto del Guairá se declaró en “emergencia económica” a raíz de la crítica situación por la que atraviesa debido a la pandemia del COVID-19. La medida sanitaria obligó al cierre de las fronteras y la consecuente caída en las ventas. Los comerciantes de la zona exigen una urgente asistencia del Gobierno.
La Junta Municipal aprobó días atrás una declaración de “catástrofe económica y social” en dicha localidad del departamento de Canindeyú. Este pronunciamiento es a raíz de la crisis comercial que se vive como consecuencia directa del cierre de fronteras.
El panorama que se observa en esa zona del país bien podría denominarse como una “ciudad fantasma”, con negocios cerrados, casi nulo movimiento de personas y un ambiente desolador, totalmente distinto a lo que se vivía hace unos meses atrás.
Al igual que Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero y Encarnación, los pobladores de Salto del Guairá dependen casi exclusivamente del comercio fronterizo, teniendo su mayor capital en la venta de productos importados a turistas brasileños.
Se estima que alrededor de 3.000 negocios se vieron forzados a cerrar, dejando a unos 6.500 trabajadores sin empleo desde el inicio de la pandemia. Víctor Stanley, representante del sector de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), manifestó a Universo 970 AM que hasta ahora siguen esperando la respuesta del Gobierno ante esta crisis, así como los créditos de salvataje económico.
Uno de los principales pedidos que realizan es el congelamiento de sus deudas con los bancos, lo cual intentarán lograr a través de un proyecto de ley que será presentado en la Cámara de Diputados en estos días.
El pedido puntual de los comerciantes es lograr una inyección de capital, de manera que mientras las fronteras se encuentren cerradas ellos puedan darle algún dinamismo de compraventa de forma interna y con ello mover el capital que requieren, según explicó.
Fuente: Hoy