AYSE BIRSEL

Hay muchas herramientas creativas que un diseñador usa para pensar de manera diferente, pero ninguna es más intuitiva que "pensar mal", también llamado pensamiento inverso. El pensamiento incorrecto se da cuando se piensa intencional y exactamente lo contrario de la solución aceptada o lógica y se trabaja de nuevo para encontrar nuevas formas de resolver viejos problemas.

Por ejemplo, uno de los descubrimientos más importantes en la secuenciación del genoma humano de Fred Sanger, quien invirtió su proceso para lograr un gran avance. Como explicó Siddharta Mukerjee en su libro "The Gene", Sanger "volvió su propia estrategia al revés e intentó construir ADN, en lugar de romperlo". Su pensamiento inverso lo llevó a su segundo Premio Nobel de Química en 1980 por sus contribuciones en la secuenciación genética.

El chef argentino Francois Mallmann, como aparece en la serie documental Netflix "Chef's Mesa", dejó la comodidad de sus restaurantes para cocinar en la naturaleza, en la Patagonia, sin cocina ni sus chefs, viajando con un grupo de jóvenes novatos que tenía poca o ninguna experiencia. Su pensamiento inverso acerca de lo que un chef hace y cómo lo hace permitió a Mallmann crear increíblemente experiencias culinarias únicas que nunca podrían habérsele ocurrido en un restaurante tradicional.

El pensamiento inverso aplicado al liderazgo puede permitir la innovación y el descubrimiento de maneras sorprendentes.

Imagine, por ejemplo, un supervisor y un pasante intercambiando roles mientras trabajan en un proyecto determinado. Al momento que el supervisor asume el papel de un "compañero" y el pasante el de un "superhéroe", se pueden desbloquear soluciones innovadoras. Tres principios poderosos están en el centro de este enfoque:

1. Ser el principiante: Ser un principiante puede cambiar nuestra perspectiva y abrir nuestra mente a las posibilidades.

Como principiante, uno escucha más. Usted es más inquisitivo e interesado en aprender de todos, incluyendo de personas que son más jóvenes o tienen menos experiencia. Nos damos permiso para aprender constantemente. Abrazar esta humildad rinde sus frutos.

2. Agencia de reconocimiento: Escuchar a las personas, en vez de decirles lo que uno piensa que deberían hacer, permite a los otros investigar, aplicar sus ideas y sacar sus propias conclusiones. ¿Cuáles son los obstáculos en el camino de su equipo? Tener una visión panorámica (o en este caso, la visión de un compañero) le da la ventaja de ver bloqueos y desafíos, mientras que permitir que los miembros del equipo hagan el papel de superhéroe los hace agentes capaces de resolver sus propios problemas.

3. Eliminar la jerarquía: Una relación de superheroe-compañero elimina las jerarquías esperadas.

Cuando permitimos que los que están en un peldaño más bajo de la carrera tomen el papel de superhéroes y nosotros mismos nos permitimos aprender de ellos, las mejores ideas pueden subir a la cima.

La clave para "pensar mal" es llegar con una idea aparentemente mala para desafiar el statu quo, empujándonos a imaginar nuevas y perturbadoras ideas, más allá de nuestras propias preconcepciones. Cuando nosotros damos el permiso para tener "malas ideas", a menudo aparecen luego las mejores.

(Ayse Birsel es co-fundadora de Birsel + Seck).

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