• Por MICHAEL JARRETT

Las políticas disfuncionales pueden hundir a una organización, y sin embargo la mayoría de los ejecutivos reaccionan con desagrado a la idea de ser diestros políticos organizacionales. La realidad es que la política es sólo otro proceso de influencia, junto con las normas, la autoridad formal y la pericia. Es importante que los líderes entiendan las formas que puede asumir y cómo usarla para el bienestar de la organización.

Los estudios muestran que los individuos con habilidades políticas tienden a ser mejores para ganar más poder personal, además de manejar el estrés y las demandas laborales, que sus contrapartes políticamente ingenuas.

El primer paso para sentirse cómodo con la política requiere que los ejecutivos entiendan el terreno político. Incluye cuatro ámbitos metafóricos: los pastos, las rocas, el terreno elevado y los bosques. Cada uno tiene diferentes reglas para navegarlo habilidosamente.

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– LOS PASTOS: En este ámbito, la influencia personal y las redes informales dominan. Yo lo llamo "los pastos" porque crece naturalmente, sin darle mantenimiento. Puede ser algo bueno, pero, si se dejan sin supervisión, también pueden formar una densa alfombra en la que nada más crezca.

Para lidiar con los pastos, descubra cuáles son las redes informales en funcionamiento. Identifique a los agentes clave y las brechas, de forma que usted pueda incrementar su propia influencia.

– LAS ROCAS: El poder en "las rocas" se basa en interacciones individuales y fuentes formales de autoridad, como el puesto, el rol, la pericia o el acceso a recursos. "Las rocas" se refiere a una base estabilizadora que mantiene firme a la organización en tiempos de crisis. Por el contrario, los bordes afilados del poder duro pueden arruinar un plan.

Navegar en ese terreno requiere recurrir a fuentes formales de poder, en lugar de pelear contra ellas. Su mejor opción es redirigir la energía de un líder disfuncional, ya sea a través de argumentos razonados o apelando a sus intereses.

– EL TERRENO ELEVADO: El terreno elevado combina autoridad formal con sistemas organizacionales: reglas, estructuras, directrices y procedimientos que forman la base de las actividades políticas. Esas reglas y procedimientos brindan un freno contra los caprichos de individuos carismáticos o autocráticos. Sin embargo, las reglas y procedimientos también pueden llevar a la compañía a volverse excesivamente burocrática, con las reglas convertidas en dispositivos políticos para desafiar intereses que no estén alineados con los burócratas.

Si usted está extraviado en el terreno elevado, tome retroalimentación de sus clientes o consumidores, para mostrar cómo la estructura actual está limitando a la organización.

– LOS BOSQUES: Además de los procesos y directrices formales, las organizaciones tienen normas implícitas, suposiciones escondidas y rutinas tácitas -y ahí es donde nos internamos en "los bosques." Los bosques pueden ser un lugar desconcertante, donde las buenas ideas y los cambios necesarios se pierden. El desafío aquí es hacer explícito lo implícito. Haga la pregunta estúpida, trayendo a la superficie las rutinas y comportamientos implícitos de la organización. Reflexione sobre si las suposiciones implícitas están ayudando a su compañía o afectándola.

Entender el terreno político puede ayudar a los ejecutivos a combatir las políticas disfuncionales y ejercer una influencia positiva. Después de todo, la navegación habilidosa comienza con un mapa.

(Michael Jarrett es profesor de comportamiento organizacional en el INSEAD.)

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