Nada más valioso para cualquier barrio de una ciudad que tener vecinos sensibles que rescatan del olvido la memoria de un lugar, una costumbre que viene de lejos o un edificio en el que aprendieron e hicieron amigos. Hoy rescatamos dos historias hermosas sobre ello.
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
Hoy no estoy hablando de estas dos personalidades paraguayas, no, solo hablo de dos barrios asuncenos tradicionales que ahora están en un proyecto de reconstrucción de sus memorias, de forma muy particular. Por un lado, el barrio General Díaz, con dos de sus zonas más emblemáticas: Loma Tarumá y la de la escuela General Díaz. Y por el otro, una parte del barrio Ricardo Brugada que es más conocida como zona Las Mercedes, imaginariamente llamada así por los antiguos vecinos, fuera de los límites municipales propiamente dichos y que comprende la calle Juan de Salazar, entre las calles Artigas y Perú.
LA IMAGINARIA LAS MERCEDES Y EL GRANEL
Un grupo de antiguos vecinos de esta zona de Asunción como María Glauser, María Rosa Ortiz Carrón, Tessy Vasconsellos y Staël Ruffinelli organizan todos los años un evento denominado “Calle Cultura” donde se realizan más de 65 actividades, participando de ellas los niños a los que se les enseña por ejemplo los juegos de los abuelos en el barrio, como el tuka’ê, la balita y manualidades como el croché.
El punto central es la antigua casa del Dr. Strubing, donde hoy se encuentra el Centro Cultural El Granel, de ello nos habla su directora María Glauser: “La casa era de la familia Strubing, ahí crecieron dos músicos hermanos de dos bandas populares de los años 70. Ensayaban en la sala del frente de la casa donde hoy es la cafetería y los vecinos miraban los ensayos, era toda una actividad de la época”.
Sigue contando María: “Tenían un minizoológico en el fondo de la casa, con algunos animales silvestres. Hace dos años nos visitó la mamá de la familia, ya abuelita, y nos mostró dónde era todo cuando ellos vivían ahí, la cocina, el pozo de agua, las habitaciones etc.”. Y sigue: “Mi mamá, que era vecina, compró la casa para hacer algo cultural para el barrio, sin saber bien cuál era el plan, ni con quién lo haría. Meses más tarde, nacía El Granel, en marzo del 2014. Aglutinamos al barrio en sus reuniones, firma de notas para la municipalidad, etc. y el evento anual que une a todos en el barrio es Calle Cultura”. termina diciendo.
EL KARU GENERAL Y LA FIESTA DE LOMA TARUMÁ
Por otro lado, el evento anual llamado Karu General nace para apoyar la restauración de la centenaria escuela Gral. Díaz, es la recuperación de la memoria barrial a partir de la escuela. Todo empieza cuando Jorge Cataldo, un ex alumno, ve por televisión el pedido desesperado de la directora contando que la escuela se estaba cayendo literalmente a pedazos.
Ahí llama a otros ex alumnos e inician una campaña a la que llamaron “La General Díaz no se cae”. Hoy, después de dos años de trabajo, se está recuperando el antiguo pabellón que data de 1919 y que es una joya arquitectónica de la ciudad, pues tiene uno de los pocos corredores asuncenos que quedan, que salen de calle a calle, desde la calle Ntra. Sra. de la Asunción hasta Chile, tomando toda la calle Segunda.
Ahí, en las alturas del barrio Gral. Díaz, que se constituye ya en el hito turístico de esa zona, junto a la recuperación de la memoria de Loma Tarumá. Este rescate cultural y afectivo lo lleva adelante el emprendedor matrimonio de Pedro Gamarra Doldán y Teresa Pozzoli, que desde hace 7 años realizan los Festejos de Loma Tarumá dedicados a la Virgen de la Merced, patrona de los libertos, todos los 28 de setiembre y que este año se hará por primera vez de noche. Le preguntamos a la señora Pozzoli, qué es para ella Loma Tarumá y nos respondió sintéticamente: “Es la huella feliz e indeleble, acuñada en mi infancia, que aunque pisando la tierra, vivenciaba las estrellas y un pedacito de cielo”, sigue diciendo: “Hoy Tarumá es reedificar el alma de un barrio, descubrir la otredad y sembrar bases culturales para aguzar la creatividad y el discernimiento”.
Esta memoria barrial rescatada tan noblemente por estos vecinos de Asunción debe ser imitada en otras zonas, porque “a veces los barrios también tienen mucha historia que contar”.