Javier Corvalán, arquitecto de dilatada trayectoria, lidera el equipo que ganó el concurso para la reforma del estadio Defensores de Chaco, que en principio se pensó para el Mundial 2030. Nuevas preferencias y sector VIP al nivel de un hotel cinco estrellas, estacionamientos soterrados, techado total, pantallas e iluminación nuevas son algunos de los elementos propuestos en esta idea que buscará concretarse próximamente.

Mediante un trabajo colaborativo, un equipo de arqui­tectos logró darle una visión moderna al templo mayor del fútbol nacional en un diseño surgido en tableros y com­putadoras de nuestro país, Chile y España. “Hubo viajes de visitas de trabajo de todas las partes para poder concre­tar esta propuesta”, comenta Javier Corvalán, vocero del equipo.

“Estoy al frente de un con­sorcio internacional que era una condición impuesta por el concurso, que lleva por nombre Asimetrico IDOM”, comenta. “Somos un equipo de profesionales paraguayos que comparto con el arqui­tecto Lukas Fuster y nos aso­ciamos con otros arquitec­tos como Andrés Careaga”, cuenta del team nacional.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

En lo que hace a la contra­parte extranjera, recuerda que “IDOM es una empresa con experiencia internacio­nal en estadios aprobados por la Federación Internacional del Futbol Asociado (FIFA) como el nuevo estadio del Club Barcelona, la conocida Catedral del Atlético de Bil­bao, la nueva ampliación del Monumental de River, entre otros”.

Todavía con destino incierto, el proyecto espera señales para ejecutarse más tem­prano que tarde.

–¿Qué se siente al interve­nir en la reforma del mítico Defensores del Chaco?

–Son varias sensaciones. Por un lado es emocionante saber que es un predio muy impor­tante para la memoria colec­tiva y que guarda una histo­ria de pasión. Por otro lado, el desafío de acondicionarlo técnicamente según nor­mas de FIFA es muy difícil, porque nuestro estadio está muy lejos de cumplir con las mínimas exigencias para una fecha mundialista.

ELEMENTOS NUEVOS

–Qué cosas nuevas inte­gran esta reforma. ¿Ten­drá techo?, ¿habrá nue­vos espacios como patio de comidas, etc.?

–La lista de requerimientos es larga, no solo lo que se exige como arquitectura del estadio y el campo de juego, sino también el perímetro, el entorno inmediato y la situa­ción urbana. Pero sí, contará con un techo total sobre lo que hoy son las preferencias y un semitecho o cornisa cerrando la idea bowl único. También contará con zonas gastronó­micas y comerciales, no solo en su interior, sino también en el perímetro. El principal desafío está en satisfacer téc­nicamente que se pueda ver correctamente desde cual­quier punto de las grade­rías, a que el estadio mejore su capacidad de visibilidad, que es su peor defecto. No es solo su capacidad de aforo la que debe aumentar, la rela­ción de campo de juego y gra­derías hoy día son deficientes.

–Conectividad, pantallas, biometría aparecen como elementos en los estadios modernos. ¿Se contempla en el proyecto?

–Sí, están previstas acciones en esos sentidos. Imaginen que un estadio histórico y mítico como el Centenario de Uruguay, donde ya se jugó el Mundial, hoy día es obsoleto y hay que reformarlo o reto­carlo. La FIFA pone especial­mente mucha exigencia en la zona VIP, un área que prác­ticamente debe tener la cali­dad de un hotel cinco estre­llas. Allí no solo se mueven los protagonistas deportivos, también se mueven las auto­ridades y se necesita un gran espacio para la prensa y siste­mas de comunicación. Todo esto agrega mucha compleji­dad al proyecto concentrada en una zona.

–¿Cuáles serían los plazos de ejecución de la reforma y el presupuesto de la misma?

–El plazo propuesto fue de dos años y el presupuesto de 40 millones de dólares en lo que refiere al estadio y el campo, luego el espacio público es otro presupuesto. Pero hay que aclarar que tiempo y pre­supuesto son directamente proporcionales y que hoy en día el plazo de ejecución o cronograma no existe. En este largo proceso de precalificación y concurso queda­mos sorprendidos con la deci­sión que se dio en la última asamblea de FIFA donde se determinó que la fecha del Mundial 2030 en Paraguay no se jugaría en el Defensores, sino en el proyectado estadio de Olimpia, un predio que no participó del concurso. A pesar de ello, quiero aclarar que la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) como orga­nizador del concurso cumplió al 100 % con nosotros.

DESAFÍOS

–¿Qué desafíos plantea un estadio desde lo profesio­nal?

–Fueron evaluadas las dos grandes piezas arquitectó­nicas que conforman el esta­dio. Me refiero a la herradura y a las preferencias, ambos cuerpos son bien identifi­cables por todos. La herra­dura forma más de 3/4 del perímetro, mientras que las preferencias solo un lado. La herradura responde mejor a las visuales si se retoca la altura del campo de juego mientras que las preferen­cias, por estar más alejadas del campo, presentan una situación más difícil.

–¿Cuál es la solución téc­nica que implementarían para resolver esto?

–Entendiendo esto y sabiendo de las exigencias de zona VIP y prensa mencio­nadas anteriormente, decidi­mos demoler esta pieza y reu­bicarla más cerca del campo de juego, siguiendo la línea de la herradura existente con­formando un bowl único, una condición muy recomen­dada para la creación de una atmósfera interior ideal. Esta nueva posición de esta pieza permite ubicar una segunda bandeja para aumentar el aforo requerido y a la vez dar más espacio público al exterior. Hay que tener en cuenta que la herradura prác­ticamente está a plomo con las tres líneas municipales donde se ubican y no permi­ten otra bandeja, mientras que el movimiento de las pre­ferencias sí lo permite.

–¿Cómo impactará el pro­yecto en el barrio?

–El proyecto se propone poner todo el barrio y el entorno en condiciones, ya que para la FIFA este aspecto social es otra exigencia. Hay todo un perímetro que se libera donde hoy día vemos hasta las esquinas ocupa­das. De las tres casas de las esquinas una es ya propie­dad de la APF, como así tam­bién la gran plaza anexada que ocupa una manzana, hoy amurallada. Bajo esta plaza y bajo las nuevas expreferen­cias se ubican tres niveles de estacionamientos. Tanto el perímetro como la plaza conforman una plataforma única peatonal con un sis­tema de circulación vehicu­lar para vecinos y vehículos de paso que le dará una gran interacción con el barrio y el vecindario.

–¿Alienta la idea de que el estadio Defensores sea reconocido como monu­mento nacional?

–Que sea declarado como monumento ya es algo que corresponde a un reclamo ciudadano que debería ser manifestado, pero creo que nuestro glorioso estadio reclama un poco de nuestra parte, no solo de una lavada de cara, que es a lo que esta­mos acostumbrados, sino de una reforma estructural que lo haga apto para seguir vigente. En poco tiempo las exigencias FIFA seguirán evolucionando y capaz que la Albirroja no pueda tener su casa lista ni para una fecha Conmebol.

LOS CAMBIOS

Con los cambios que buscan agregar asientos VIP y hospitality, que deben tener una capacidad de unas 2.000 personas, el aforo total del estadio de los Defensores del Chaco sería de 41.186 especta­dores, todavía un número inferior al mínimo que pide la FIFA, que es de 47.128 espectadores. Entre otras mejoras planteadas al esta­dio, se proyecta incorporar un sistema de drenado y aspirado para mantener el césped en buen estado, nuevas pantallas gigantes y alcanzar el estándar A de iluminación que pide la FIFA.

Paneles solares y un sistema de reciclaje de agua de lluvia serán parte de las acciones para hacerlo amigable con el medioambiente.

Déjanos tus comentarios en Voiz