- Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Jorge Jara
Este último domingo del verano cerramos una serie de viajes realizados por destinos ideales para el baño recreativo. Ya se empiezan a presentar las primeras manifestaciones de un más que deseable descenso de la temperatura como anuncio del fin del estío. Por ello, a pesar de que en nuestro país el calor se hace sentir casi todo el año, el turismo a partir de esta temporada demanda otros elementos, además de las siempre requeridas aguas para tomarse un refrescante chapuzón. Aquí un recorrido por la Cabaña Ita Kua y una charla con el docente e investigador Narciso Cubas, quien nos explica algunos de los rasgos de esta maravillosa formación geológica.
En el distrito de Itacurubí de la Cordillera, a 100 km de Asunción, se levanta una terraza emplazada sobre enormes bloques de piedra arenisca que son regadas por las aguas del arroyo Yhaguy, que en ese tramo tiene un caudal que no presenta en las playas circundantes. Esto se debe a la pendiente que presenta el terreno en ese punto, ya que en las partes más planas se forman pequeñas lagunas de mansa corriente.
Debido al declive de la superficie se forman cascadas que generan un flujo que puede tumbar hasta a personas adultas, por lo que es preciso tener cuidado con los niños.
Para llegar a la Cabaña Ita Kua, se debe girar a la derecha a la altura del km 84 de la ruta PY02 para tomar un camino de tierra en relativo buen estado y con señales que van marcando el trayecto a seguir.
El complejo está conformado por cuatro cabañas, tres de ellas dispuestas en la cumbre de una explanada de rocas que conforman una suerte de fortaleza, que es ideal para el retiro y la desconexión, pues no llegan las señales de los celulares.
ÁREAS
La propiedad, de unas cinco hectáreas, está dividida en dos áreas, la A y B. La primera está conformada por una meseta de piedra que acaba al borde de una laguna natural que discurre debajo de una de las cabañas para desembocar en las aguas del Yhaguy.
Aquí hay una zona de cantina, parrillas y un banco de arena que termina en unas escaleras que conducen a la playada de piedra. El curso de agua es bordeado por rocas que resistieron el intenso proceso erosivo, además de un alto barranco de roca maciza cubierta por una tupida vegetación, entre la que se destacan ejemplares de helechos y bromeliáceas.
Para trasladarse a la otra sección se atraviesa un pasillo natural formado por una mole gigante partida en dirección perpendicular y que constituye una de las principales postales del sitio. Respecto a este particular fenómeno, Cubas refiere que “por efecto gravitacional se ha producido una separación de los bloques entre sí por medio de una fractura existente previamente en el macizo”. En el sector más elevado se encuentran otras tres cabañas, una con una piscina privada y en un espacio intermedio otra de uso compartido entre los visitantes. En la cúspide hay dos miradores, uno flamante con dos bancos frontales y otro reacondicionado a partir de los restos de una cabaña siniestrada y una pileta actualmente en desuso.
POTENCIAL CIENTÍFICO
Este escenario natural es propicio para el avistamiento de aves y reptiles, por lo que es preciso tener precaución a la hora de recorrer las sendas pedregosas ante la eventual aparición de víboras. Además del potencial turístico y recreativo, el lugar ofrece una rica muestra del ecosistema local y es de gran interés para investigaciones geológicas que ayuden a comprender más sobre el origen y la formación de este paisaje.
El docente Cubas, quien formó parte del proyecto de investigación conjunto entre la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), titulado “Mapeamiento geológico de la hoja Itacurubí de la Cordillera a escala 1:100.000 (PINV18 – 16)”, explica que esta unidad geológica pertenece a la formación Piribebuy, que forma parte del grupo Caacupé, y que corresponde al periodo Ordovícico Superior, con una datación de entre 485 a 444 millones de años.
Con relación a las principales características geológicas de esta región, precisa que se trata de “rocas sedimentarias, que son los depósitos iniciales de la cuenca del Paraná en el Paraguay Oriental. En la porción inferior de este grupo ocurren sedimentos típicos de ambiente fluvial de alta energía con conglomerados de cantos rodados polimícticos, es decir, cuando el fragmento está compuesto por varios tipos de rocas”.
A renglón seguido añade que “en la porción superior se encuentran areniscas de color gris claro a rosado, friable, de aspecto sacaroidal (similar al azúcar), con niveles de areniscas conglomeráticas, que se presentan cuando hay fragmentos o cantos rodados mayores a 2 milímetros de diámetro. Estas areniscas presentan estratos horizontales de gran espesor con presencia de laminaciones internas cruzadas y plano-paralelas.
GEOFORMAS
–¿Cuáles son las geoformas predominantes que se observan en el lugar?
–Son elevaciones de formas planas suavemente onduladas, son relictos (restos que sobrevivieron a un proceso geológico destructivo) de superficies planas mayores denominadas etchplains. Son superficies relictuales mesetiformes (forma de meseta) de diversas alturas.
–¿Cómo interactúan estas formaciones rocosas con los cursos de agua?
–La mayoría de los cursos de agua que se encuentran en la zona discurren a través de fracturas o formación de pequeños valles fluviales. Además, cuando el cauce del curso de agua está en sectores que tienen mucha pendiente la corriente es caudalosa, mientras que en las zonas planas generalmente se forman pequeñas lagunas.
–¿Cómo se fue modelando el paisaje?
–Este paisaje se formó como resultado de la meteorización química subsuperficial, que es la alteración o descomposición química de las rocas desde la superficie y que va avanzando en profundidad. La porción alterada se convierte en suelo que con el tiempo se va erosionando. La parte de la roca que queda expuesta es el paisaje o la geoforma que hoy se observa. En cuanto al material que estuvo sujeto a este proceso, se trata de rocas sedimentarias paleozoicas, que se encuentran distribuidas a lo largo de la cordillera de los Altos y afloran en los diferentes bloques, principalmente en los departamentos de Cordillera y Paraguarí.
–¿Qué otras características pueden destacarse de esta formación?
–Otros rasgos característicos de las areniscas de la formación Piribebuy son las grietas poligonales regulares a irregulares debido a procesos meteóricos posteriores a la precipitación de sílice en forma de solución formando costras de silcretas (endurecidas). Estas costras protegen de la erosión a las areniscas friables, que son las que pierden el cemento que une sus partes, conformando un aspecto parecido a la caparazón de una tortuga.