Un equipo de La Nación/Nación Media visitó las instalaciones de la carrera de Geología, dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), para conocer más sobre este fascinante campo de estudios con mucho potencial aún por explorar y explotar en nuestro país.

Aunque para el común de la gente la actividad del profesional de esta rama pueda parecer distante y ajena al trajín cotidiano, al profundizar un poco en el campo de la ciencia de la tierra advertimos que esta disciplina está presente –o al menos debería estar– en aspectos básicos de la vida humana como por dónde pasan nuestras carreteras, dónde asentamos nuestros hogares e industrias, y los lugares de donde extraer el agua que bebemos a fin de salvaguardar este recurso vital y finito.

El director de la carrera Higinio Moreno, quien además de geólogo es más­ter en ciencia del suelo y ordenamiento territorial, nos habla sobre el perfil y las salidas laborales de los egresados de la licen­ciatura en Ciencias-Men­ción Geología, además de los posgrados que están abiertos para profesiona­les de todas las disciplinas.

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–¿Podría hablarnos un poco del perfil de la carrera de Geología?

–La geología como histo­ria se ocupa del estudio de la tierra, de los minerales, de parte de los recursos naturales. Nosotros tene­mos una malla curricular que se cambia cada cinco años. ¿Por qué se cambia? Porque siempre apare­cen nuevos desafíos en la sociedad. A partir de este año entra en vigor el plan curricular 2025 con nue­vas asignaturas. Con esto se gana que el egresado pueda ya tener esa diná­mica de tratar de solucio­nar esos problemas. ¿Y cuáles podrían ser esos problemas? Uno de ellos es el uso de los recursos. Algunos pueden ser explo­tados y otros deben ser pre­servados. La carrera tiene un brazo que es la investi­gación y otra la extensión. Por ejemplo, estamos tra­bajando en Areguá con los oleros, que muchas veces dicen “nosêporãi oréve” (no salen bien). Van los estudiantes e identifi­can por ejemplo que hay zonas donde la arcilla tiene mucha arena y entonces se busca en otras partes la que tenga mayor calidad. Tene­mos una visión de servicio.

TRANSVERSALIDAD

–¿Cuál es la mirada que aporta el geólogo?

–Nosotros miramos los recursos: agua, roca y suelo; es decir, todo el eco­sistema. Nosotros somos una carrera transversal a las otras carreras, porque vemos todo el horizonte. Vemos la disponibilidad del agua porque hoy en día hay muchísimos proble­mas de agua. Hay asigna­turas que tratan sobre eso, tenemos una maestría en hidrogeología y estamos trabajando para hacer una especialización en manejo de canteras y minas. Tene­mos también el Laborato­rio de Sismología, donde los estudiantes van a hacer su pasantía y trabajo de campo. Nuestro objetivo es formar profesionales multidisciplinarios.

–¿Cuáles son las salidas laborales para un egre­sado de geología?

–En lo primero que normal­mente se insertan es en la parte de minería, extracción de minerales. Después tam­bién en las canteras, en la extracción de rocas para la construcción. La presencia del geólogo es muy impor­tante en la parte de minería, en la parte de cantera, en la parte de camino, ¿por qué? Porque ellos tienen otra noción, nosotros miramos la roca y miramos el suelo. Entonces, vamos a suponer que hay una cantera, pero el nivel freático es muy alto, o sea, que el agua está muy cerca de la superficie. No se puede tocar eso porque se quita la piedra y empieza el agua a inundar todo y queda el acuífero al descubierto. Ese es un impacto ambien­tal muy difícil de solucionar. También la parte de suelo, para la parte mecánica y prevención de la contamina­ción. El suelo es un soporte que no aguanta todo y es un filtro natural. Y después por supuesto la investigación, la docencia. Es decir, la parte académica.

El director Moreno junto con integrantes del equipo de investigadores: Diego López, Néstor Salinas, Yennifer Sarubbi, Ricardo Souberlich, Hugo Ayala, Romina Celabe y Narciso Cubas

APLICACIONES

–Sabemos que hay carreras con muy alta demanda a la que no todos pueden ingresar, pero en los exámenes muchos tienen el puntaje suficiente para optar por una carrera con pla­zas disponibles. ¿Por qué usted le aconsejaría a los jóvenes que opten por la carrera de geolo­gía, ya sea como primera o segunda opción?

–Los jóvenes a los que les gusta la investigación, el ambiente, el ecosistema, la tecnología, van a encon­trar una gran satisfacción personal y profesional con todas las disciplinas que tenemos. Yo les invito a que vengan los que tienen esa pasión por el ambiente y los recursos naturales. Nues­tro perfil incluye la mine­ría, industrias, caminos, puentes, ecología, agua, hidrocarburos. Todo con­jugamos. Algunos piensan que la geología es el estu­dio de las rocas nomás. Sí, pero a partir de las rocas yo puedo estudiar el agua por ejemplo. La calidad del agua es distinta de acuerdo al material rocoso por donde circula y, por otra parte, donde hay material rocoso sin porosidad no hay agua. Miramos todo el eco­sistema y aquellos recur­sos naturales que pueden ser explotados y aquellos que deben ser preserva­dos. El geólogo puede apor­tar mucho para enfrentar el problema de la colma­tación de los cursos hídri­cos. Muchas veces se hacen construcciones donde hay pendientes muy fuertes hacia los cursos hídricos y todos los sedimentos van a caer ahí o hay riesgo de des­lizamiento del suelo. Para una buena planificación de las construcciones y los caminos el geólogo puede ayudar bastante.

–¿Cuáles son las mate­rias que se deben ren­dir para ingresar a la carrera?

–Las materias son química, física, comunicación y mate­mática. Cada asignatura es de 25 puntos y el postulante debe superar el 60 % de cada asignatura. En caso de no lograrlo, pasa a una nive­lación en la asignatura que no alcanzó el puntaje reque­rido. También hay estudian­tes que tienen admisión directa si son egresados de otras carreras. Eso quiere decir que el profesional de alguna carrera puede inscri­birse y convalidar algunas materias, porque la geolo­gía abarca todo. El periodo de inscripción es hasta el 12 de febrero y el primer exa­men es el 15.

–¿Y en los posgrados pue­den inscribirse profesio­nales que sean egresados de áreas totalmente dis­tintas?

–Sí. Nosotros tenemos estudiantes de maestría que son abogados. Hay un curso de nivelación de asig­naturas que dura dos meses y es virtual.

COLECCIÓN PALEONTOLÓGICA

En el Laboratorio de Paleontología y Sedimentología nos recibe la geó­loga y docente técnica Yennifer Sarubbi, quien explica que su depen­dencia se encarga del resguardo de fósiles de animales prehistóricos y trabajan en conjunto con la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), pues esta es la institución encargada de velar por los bienes patrimoniales.

“Nosotros tenemos un convenio con la SNC para mantener aquí la colección y todo está inventariado. La mayoría de las muestras perte­necen a la megafauna del Cuaternario”, dice mientras señala la garra de un catonyx, que es un género extinto de perezoso gigante. También hay otras partes como dientes, vértebras, costillas y caparazones, pues estas piezas duras son las que mayormente se conservan, aunque tam­bién hay restos de pelaje, que son guardados en frascos.

“Lo que posibilitó que esté bastante conservado y muy completo es que estaba enterrado en la caverna de Vallemí. Si es que no murió ahí, fue en un lugar muy cercano porque la mayor parte de los huesos estaban juntos. Lo que no se encontró es el cráneo, porque cuando un animal se muere es lo primero que se desarticula”, detalló.

GEOEDUCACIÓN

Posteriormente nos dirigimos al Laboratorio de Mineralogía y Petrología, donde la Prof. Lic. Romina Celabe empieza expli­cando que el acervo incluye ejemplares tanto de Paraguay como de otros países.

“Cuando hablamos de rocas debe entenderse que se trata de un conjunto de minerales. Un mineral tiene ciertas características como ser sólido, inorgánico y es de origen natural. Es decir, si se fabrica en un laboratorio no puede ser considerado un mineral, se va a llamar de otra manera. También debemos mencionar que tiene una estructura química definida y una estructura interna ordenada. Es decir, los átomos están dispuestos de una cierta manera como para que se constituya ese mineral”, señala sobre las características que reúnen las muestras seleccionadas.

Entre otros elementos destaca una madera petrificada, que según señaló se trata de una estructura muy particular porque ya no es corteza como tal, pues ya ha sufrido una transformación y, aunque quede su morfología, ya no es una celulosa ni material orgánico, sino un material silicificado e inorgánico como pro­ducto de la fosilización.

A renglón seguido nos muestra un proceso similar ocurrido con las estrías de un caracol, cuyas formas quedaron grabadas en la superficie de una piedra. Mientras continuamos el recorrido nos dirige hacia el estante donde se exhiben rocas de uso ornamen­tal y para la construcción.

“También tenemos varias muestras de areniscas eólicas de la for­mación Misiones, que es una roca ornamental que se usa sobre todo para revestidos de paredes, y otras de Emboscada, que son muy particulares, pues tienen una coloración diferente por su composición química. Hay también mármoles y otros granitos muy conocidos. La Tierra nos provee de materiales que los geó­logos investigamos para ver qué usos pueden tener, ya sea para la construcción, la ornamentación o la geoeducación. Es decir, para que la gente entienda de dónde vienen los materiales que están utilizando”, concluyó.

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