En este diálogo con La Nación/Nación Media, el cineasta paraguayo Juanjo Pereira brinda detalles sobre el próximo estreno de su filme documental “Bajo las banderas, el sol”, que competirá en la 75.ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín. Una apuesta a la memoria sobre nuestro pasado reciente en el contexto de las omisiones de la historia oficial.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos: Gentileza

Si la identidad es una construcción de sen­tido a partir de rela­tos, lo que nombramos como realidad siempre está lejos de ser el insumo primario para entender el “uno mismo”. La identidad, si la hubiere, está sujeta al sentido ya cultivado en uno y en todos.

Los más de dos siglos de his­toria oficial de la era indepen­diente transcurrieron en su mayor parte sin una real liber­tad de expresión, por lo que el sentido de la identidad y de lo nacional fue configurado desde el centro del poder.

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Las relecturas de la historia lejana y reciente deambulan por callejones subterráneos que solo por instantes lle­gan a la superficie del debate y muchas veces están centra­das en la discusión de detalles biográficos de los personajes.

ESTRENO MUNDIAL

En este contexto historiográ­fico, el cineasta paraguayo Juanjo Pereira se apresta a realizar el estreno mun­dial de su filme documental “Bajo las banderas, el sol” en la categoría de competencia en la sección Panorama de la Berlinale, que se realizará del 13 al 23 de febrero próximo.

La ópera prima de Pereira se enfoca en la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) y utiliza como insumos materiales audiovisuales de archivo provenientes de Para­guay, Argentina, Brasil, Fran­cia, Alemania, Japón, Taiwán, España, Reino Unido, Estados Unidos y Bélgica.

Se trata de un trabajo de investigación que rescata relatos con la particulari­dad de que la mayoría de estos materiales no están sesgados por la mirada del poder reinante en ese tiempo.

Con años de investigación, esta coproducción de Para­guay, Argentina, Estados Unidos, Francia y Alemania pretende realizar un aporte a la memoria en un tiempo en el que las nuevas genera­ciones no conocen del pasado reciente porque este es omi­tido en las instituciones de enseñanza oficial.

La película propone un recorrido en fragmentos de imágenes y de registros fílmicos oficiales de la dictadura

–¿Cómo llegás al cine como forma de comunicar artís­tica o periodísticamente?

–Creo que mi interés viene más por el amor o la necesi­dad de catalogar, investigar y ordenar documentación, es algo que desde chico me gustó mucho. Durante mis estudios encontré una afinidad con los documentos, ya sean fotogra­fías, diarios o fragmentos de films. Había algo ahí que me hacía investigar un pasado que me era ajeno, pero sonaba muy cercano.

–¿Cuál es tu formación y cómo la fuiste desarro­llando?

–Soy egresado de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la Facultad de Diseño y Urbanismo de la Universi­dad de Buenos Aires. En 2019 tuve la oportunidad de ganar el premio Lumière, otorgado por la Alianza Francesa de Asunción en conjunto con el Fondec (Fondo Nacional de la Cultura y las Artes). Eso marcó el comienzo de mi carrera. El premio consistía en participar en la Universi­dad de Verano de La Femis; es un programa apoyado por el Ministerio de Europa y Asun­tos Exteriores. Su objetivo es ayudar a los participantes a adquirir las herramientas esenciales para realizar pelí­culas documentales y desa­rrollar su enfoque artístico.

–¿Qué otras experiencias aportaron a tu proceso de formación?

–Continué mi formación en la Universidad de Verano del Documental, en el 72.º Festi­val de Cine de Locarno, orga­nizado por la Universidad de la Suiza Italiana y el Festival de Cine de Locarno, en cola­boración con la Semana de la Crítica. Participé en el semi­nario Archives in Non-Fic­tion Film (Archivos en pelí­culas de no ficción) impartido por Onyeka Igwe en el Uni­versity College de Londres. Formé parte del seminario online “Desafíos del patrimo­nio cinematográfico”, orga­nizado por el INA (Institut national de l’audiovisuel ) y la FIAF (International Federa­tion of Film Archives). Ade­más, formé parte de Berli­nale Talents, Málaga Talent, IDFAcademy, entre otros.

Imagen del Archivo Nacional del Brasil

CURIOSIDAD

–¿Cómo surge la idea de este documental?

–La idea del documental surge de una curiosidad muy simple. Un día en Buenos Aires fui a ver una película que se llama “El fondo del aire es rojo”, del director francés Chris Marker, una película hecha completamente de archivos que reflexiona sobre los partidos comunistas alre­dedor del mundo. Esta pelí­cula despertó en mí una pregunta: ¿qué se filmó en Paraguay? Desde ahí empecé a investigar sobre las prime­ras producciones hechas en Paraguay y filmadas por extranjeros en Paraguay. Conté así con la ayuda de Ray Armele, Manuel Cuenca, Ana Martini y otros investi­gadores en el Paraguay que ya vienen realizando este tra­bajo desde hace mucho más tiempo que yo.

–¿Cuáles fueron algunos de tus principales hallazgos?

–Al investigar y encontrar muchas horas de material alrededor del mundo, empecé a dilucidar que había un fac­tor en común en esos mate­riales: totalitarismo, propa­ganda y censura. Encontré un diálogo en las formas de representación, tanto de los materiales encontrados en Paraguay como los encon­trados en el extranjero. En paralelo, con mi indagación fílmica empecé a investigar teórica e históricamente ese periodo con la ayuda de Ana Barreto Valinotti y Milda Rivarola. Quiero aclarar que en el colegio no me enseñaron sobre la dictadura de Alfredo Stroessner. Nuestra clase de historia terminaba en la gue­rra del Chaco. A partir de los archivos yo empecé a enten­der y estudiar la historia de mi país, sumados a una vasta bibliografía que acompañó mi conocimiento y reflexión.

TRABAJO COLECTIVO

–¿Cómo lograste acceder a los materiales para este trabajo?

–Este trabajo no lo hice solo. Muchas personas me han ayudado para poder acceder a muchos canales de tele­visión y cinematecas en el exterior. Durante la pande­mia empezó la investigación internacional y formé parte del seminario de Investiga­ción y Producción de Archivo en el Documental, den­tro de la maestría de Perio­dismo Documental, dictado por Laura Tusi en la Untref (Universidad Nacional de Tres de Febrero) de Bue­nos Aires. Esto me otorgó las herramientas necesa­rias para hacer esta investi­gación. Del lado paraguayo tengo que agradecer especial­mente a Ray Armele por su excelente trabajo realizado en Asunción Audiovisual.

–¿Cómo desarrollaste una línea narrativa teniendo tan diversas fuentes?

–Partimos de una idea crono­lógica, 1954-1989. Aunque esa cronología es un hilo conduc­tor, los archivos van conflu­yendo entre sí, rompiendo la cronología y amalgamándose plásticamente y/o en bloques de sentido, haciendo así un viaje de archivos visuales.

–¿Cuál fue el flujo de tra­bajo para este material?

–Empezamos una investi­gación de tres años y en un momento decidimos cerrarla porque parecía inabarca­ble. Estuvimos todo 2022 y parte de 2023 con Manuel Embalse (montajista) y Sofía Monardo (asistente de direc­ción) visualizando archivos y haciendo notas para tener en cuenta cada elemento que contenía cada clip que íba­mos encontrando, ya sean elementos como autos, árbo­les, etc., y/o personajes polí­ticos o momentos históricos, etc. Una vez catalogado todo, empezó el proceso de escri­tura, un proceso de escritura por secuencias, por bloques de sentido.

–¿Cómo fue el montaje?

–Empezamos a armar esos bloques de sentido acom­pañados de la música com­puesta por Andrés Montero Bustamante y Julián Galay, y empezó a tener forma. En el proceso de montaje fui­mos probando ideas nue­vas y fue un proceso largo de ida y vuelta hasta que encontramos la película, cada proceso de montaje es único. El proceso de visio­nado y montaje de la pelí­cula se hizo con los archi­vos en marca de agua. Una vez que terminamos el mon­taje y pudimos finalizar la financiación, pudimos ver las imágenes en su totalidad, casi otra película.

Imagen de la Biblioteca Lyndon Johnson

RECORRIDO VISUAL

–¿Qué historia cuenta el documental?

–Es más bien un viaje, un recorrido en fragmentos de imágenes, de registros fílmi­cos oficiales de la dictadura, de archivos escondidos y recuperados y explora la dic­tadura de 35 años de Stroess­ner y los efectos que resue­nan hasta hoy. Cuenta cómo el dictador llegó al poder, cómo fue haciendo eleccio­nes fraudulentas para man­tenerse por tanto tiempo, las alianzas internacionales que lo mantenían a flote, obras grandilocuentes y su poste­rior asilo político y muerte en Brasil sin ser juzgado.

–Obtuvieron un reconoci­miento en Canadá. ¿Qué devoluciones pudiste res­catar de la gente en ese con­texto?

–Formamos parte del Forum, espacio de industria del Fes­tival Hot Docs, festival más importante de documental de Norteamérica y ganamos el premio First Look Award. El público estaba fascinado con el proyecto y desconocía gran parte de la historia del Paraguay y no tenían cono­cimiento de que tuvo una de las dictaduras más largas del mundo.

–¿Podrías decir que existe un contraste claro entre la forma en la que nos veía­mos (y vemos) a nosotros mismos y nuestro pasado en relación con la forma en la que los materiales que obtuviste cuentan que somos?

–Es difícil esa pregunta. Yo creo que nos vemos en frag­mentos, nos podemos visua­lizar en lo que se encuentra. Al no tener una institución que resguarde todo el mate­rial fílmico hecho alguna vez en Paraguay, es difícil dedu­cir una manera de compor­tarnos o ser como sociedad. Estas instituciones funcio­nan como espacio de salva­guarda que desprenden estu­dios, ya sean sociológicos, antropológicos, urbanísti­cos, arquitectónicos, etc.

–¿Cómo podría aportar el archivo para que esta mirada sea lo más próxima posible a la realidad?

–A partir de una cinemateca y el estudio de la cinematogra­fía de un país se puede llegar a muchas investigaciones y estudios de una riqueza ina­barcable para la concepción de identidad. Como no es el caso que me tocó, debo decir que a partir de los materiales oficiales (digo oficiales por­que no trabajo con materiales familiares), elijo reflexionar cómo el poder nos veía, ya sea el poder local o extranjero. El poder elige qué mostrar, elige cómo mostrar al dicta­dor y cómo mostrar al pueblo según el poder. Es así que los materiales que obtuve y elijo mostrar tienen una mirada hecha desde el oficialismo, es decir, desde el poder. Lo que yo intento hacer en esta pelí­cula es la deconstrucción de la imagen del poder.

–¿En qué categoría con­cursa en la Berlinale y para cuándo tienen planificado el estreno en Paraguay?

–Tendremos nuestro estreno mundial en la sección Pano­rama de la Berlinale, un espa­cio competitivo para el cine internacional contemporá­neo, que permite al público curioso la posibilidad de des­cubrir películas que ofre­cen fricción y proporcionan material para el debate. Aún no tenemos una fecha con­firmada para el estreno en Paraguay.

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