• por Toni Roberto
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Era una tardecita del 3 de enero de 1975. Empezaba a anochecer. Las luces se encendían y como testigo el gran mural de la iglesia de San José de la consagración de un nuevo matrimonio en aquel recinto sagrado que se empezó a construir en 1954 y que se terminaría 10 años después, en 1964.

La obra, con diseño y dirección del ingeniero Toribio Bruyn, primeramente se planeó como basílica. Ahí mismo, 10 años después de su inauguración se casaban José Antonio Galeano y Estrella Monti.

Pero ¿cómo empezó este artículo de domingo? Sencillo, con un pedido de Estrella de que dibuje un rincón de aquel templo para obsequiarle a uno de sus nietos.

En el camino, una charla con Celeste Sakoda, entrañable amiga del cincuentenario matrimonio, me habló y me dijo: “Ellos cumplen el 3 de enero 50 años de casados”.

A partir de ahí lo que sería un simple dibujo fue tomando otras formas y en mi complicado cerebro se fueron cruzando ideas. Para ello recurrí a la memoria de Óscar Doldán Pérez y sus “Historias casi olvidadas del Colegio San José”, donde voy encontrando datos de la construcción de esta arquitectura, donde en el pasado estaba un pequeña capilla que fue demolida a principios de los años 50 para la construcción de esta obra.

“Desde pequeño, al ingresar al templo del colegio, quedábamos absortos en esa gigantesca imagen en el altar mayor, de San José y un preadolescente Jesús”, cuenta emocionado Doldán Pérez en sus memorias.

Para dibujar el interior de templo, consulto con mi amigo Marcelo Genes, parroquiano del lugar, cuál era el mejor momento para esbozar el interior de la iglesia y me responde: “Exactamente a las 10 de la mañana del domingo, cuando todavía la iglesia está vacía”.

Así accedo a ese enorme interior de líneas eclécticas neoclásicas. El silencio, el sol penetrando por los vitrales desde el este, los pisos en blanco y negro, como indicando el camino al altar, todo ello equipó mi inspiración para la realización de este sencillo dibujo del interior de la iglesia de San José.

A lo lejos, desde la entrada, dominando todo el espacio, la gran pintura realizada por Juan Manuel García Veia, un dibujante de la época y pintor, que realizó en Asunción, además de este mural, el de las hermanas Vicentinas, sobre la avenida Venezuela, y el del templo de San Gerardo en Barrio Obrero e innumerables dibujos artísticos y para publicaciones de la época.

Así, el aniversario de bodas de José Antonio Galeano y Estrella Monti me llevó por este camino distinto al tradicional de todos los años en esta época, al que le bauticé ya en enero de 2020 como “Cortos de verano” de “Cuadernos de barrio”, hablando de obras de pintores paraguayos del siglo XX y que de alguna manera se cumple hoy, recordando aquel gran mural que culminó en 1963 y a José Antonio Galeano, que, junto con Estrella Monti, su señora, fueron la inspiración para estos cuadernos de domingo.