En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al comunicador César Palacios, y a los politólogos Hugo Correa y Víctor Genes, quienes reflexionan sobre las cambiantes y complejas relaciones entre la comunicación y la política, marcadas en la actualidad por el imperativo de inmediatez y la interacción que imponen las plataformas virtuales.

  • Fotos: Pánfilo Leguizamón

–¿Cómo se pueden definir los cambios que se pro­dujeron en los últimos 15 años en la política que tuvieron una alta inciden­cia en la comunicación?

–CP: Creo que hay un hecho concreto, que es la inme­diatez, y de alguna manera yo creo que ese ritmo de la modernización hizo que la comunicación le vaya un poco marcando los tiem­pos a la política. La política como una cuestión de fondo y la comunicación como una cuestión de forma. Esa rapi­dez del tiempo hizo que de alguna manera le vaya esti­rando la inmediatez comu­nicacional al tema político.

–¿Qué podemos abundar con relación a estos cam­bios?

–VG: A mí me gustaría aga­rrarme de Zygmunt Bauman cuando habla de la moder­nidad líquida. Entonces, como la comunicación es más fluida, la política, que si bien tenía en otras déca­das una expresión mucho más sólida, más consoli­dada, tuvo que empezar a adaptarse a esos procesos y fluir con la comunicación. La comunicación al tener mayor flexibilidad hace justamente que la política tenga que ir adaptándose a eso también.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

–Es muy curioso porque es desde las pocas veces en que la política tuvo que adaptarse a las nue­vas formas o a la sustancia de una herramienta como es la comunicación.

–CP: Yo creo que tomando a Baumann y también a Byung-Chul Han, la forma hoy de alguna manera con esa inmediatez le terminó dando forma al fondo de la cuestión del mensaje.

REVOLUCIÓN

–Y ese mensaje de la comu­nicación pública es muy delicado porque es una materia ética también, estás dialogando con los ciudadanos.

–CP: Alguien cuando fundó YouTube dijo “hacelo vos mismo”. Y creo que ahí generó una gran revolución. Tenemos esa inme­diatez en la comunicación y tenemos esa inmediatez en cómo comunican los polí­ticos, las políticas o los que están en ese mundo. Los que venimos de la televisión ana­lógica creo que somos muy privilegiados. Los que tra­bajamos en medios éramos los que realmente definía­mos las cosas, porque si no llegaba el canal de televisión, no pasaba nada. O sea, un acto político no funcionaba. Hoy se hace política sin que estén los medios también, pero vivimos ese cambio y esa transición fenomenal finalmente.

–Las redes sociales han facilitado enormemente el diálogo entre las auto­ridades y los ciudadanos, pero a veces se caracte­riza este nuevo proceso como una relativización de la verdad.

–HC: Yo pienso que al tomar el concepto de la posverdad, la verdad, los fake news, cabe hacerse la pregunta hoy de ¿qué es la verdad? El lado sofista va a trabajar un enfo­que y un lado más filosófico irá más al fondo de la cues­tión. Pero esa verdad hoy yo creo que más que nada está basada en la realidad. Enton­ces, la segunda pregunta es qué es la realidad, la cons­trucción de la realidad a tra­vés de los medios, la repre­sentación de la realidad, la realidad real o simplemente la realidad natural.

–VG: En la construcción de la verdad, (Ernesto) Laclau planteaba un poco este tema de la construcción de pue­blo. Cuando hablamos de la construcción de pueblo, tam­bién se construye el discurso. Y dentro de ese discurso se construye la verdad para ese pueblo. Entonces, estamos viviendo tiempos en los que se van quizás no concreta­mente construyendo pue­blos, pero sí segmentando y construyendo grupos que toman esta horizontalidad de la comunicación, porque anteriormente con la vieja comunicación teníamos una línea más vertical, pasamos a la transversal y ahora tenemos una línea un poco más horizontal y pujando con la transversal.

César Palacios, periodista y comu­nicador público y Víctor Genes, doctor en Cien­cias Políticas por la Academia de Moscú

DISCURSOS

–¿Qué fuerza tienen los propios discursos hoy en día?

–VG: Los discursos real­mente tienen fuerza gene­racional, es etario, en la medida en que genera más likes por ejemplo.

–HC: Y tomando lo que men­cionás del discurso, dis­curso político, discurso mediático, discurso social, el autor holandés Teun van Dijk hace análisis del dis­curso de los grupos corpo­rativos, del sistema político. Él habla mucho del tema de lo que es el entendimiento y la interpretación del humor social y cómo los intereses económicos, corporati­vos, políticos, jurídicos, del ala conservadora o más progresista, van com­pitiendo por ese espacio en la agenda, que es el dis­curso que se adapta hoy y esa imposición de ese discurso para que quede como verdad y como realidad.

–¿Las autoridades de hoy dan más protagonismo a la comunicación que hace 10 o 15 años?

–CP: Creo que acá tene­mos que reconocer un gran trabajo que hiciste siendo ministro en 2008. Yo estaba todavía en medios traba­jando, pero escuchaba que se hablaba de conformar un equipo de comunicado­res del Estado. Eso de 2008 a hoy ha tenido un avance en el que se trabaja en forma sistemática. Hay un equipo conformado, hay una pro­fesionalización sumamente importante y necesaria. Hoy la mayoría son profesiona­les, comunicadores forma­dos y de carrera.

POLARIZACIÓN

–¿Hay un nuevo pensa­miento en la política o sencillamente son relámpagos los Milei, Trump y compañía?

–HC: Hay una tesis y contratesis, la élite y la sociedad de consumo. Me parece que ahí en el medio hay algo interesante entre ambas, que es la capacidad de interpretar y analizar ambos lenguajes y ambas consecuencias: acción-reac­ción, causa-efecto, ese lugar del medio. Y tomando lo de Milei, hizo un análisis de la sociedad en ese momento y pudo sacar una muestra muy representativa de qué es lo que de alguna manera quería, pensaba o sentía esa sociedad a la que él le hablaba y a través de eso polarizó.

–VG: Yo creo que de alguna forma también responde un poco a las oleadas. Histó­ricamente, como se dice, hay un eterno retorno. Hay oleadas en el mundo cuando pasamos por crisis. Pasa­mos nosotros por una pan­demia en la que muchos gobiernos no pudieron tener una buena gestión de lo público.

–Supongo que no debe ser sencillo llegar a don Felipe, doña Juana, doña María con el mensaje del Gobierno o de los Gobier­nos, en un contexto en el que tenés a la política tiro­teándose, a las aspiracio­nes empresariales de por medio mediando a través de los medios de comuni­cación.

–CP: Ahí hablamos de la segmentación. Si bien es cierto no vamos a subesti­mar el poder impactante de la tapa de un diario, a veces la gente ni mira. Cada uno está en lo suyo y ahí es muy importante que cada uno también aproveche eso para llegar con una comu­nicación. Cuando hacemos periodismo creemos que lo que nosotros dijimos es lo que marcó la agenda, pero la gente está en otras cosas. Y ahí está el valor de no dejar el vacío.

SEGMENTACIÓN

–¿Cuál es un buen camino para que un político esté comunicado con los ciuda­danos desde vuestro punto de vista téc­nico?

–HC: El tema de la seg­mentación y el microtar­get, lo que entendió Milei, a quién le hablaba, de qué le hablaba, cómo le hablaba, desde dónde le hablaba y el tiempo que tenía para comu­nicarse en ese momento. Y tomando a Marshall McLu­han, estudioso de la comu­nicación y de los medios, él decía “el medio es el men­saje”. Y ahí un poco retoma­mos el tema del fondo y la forma. El medio serían los canales y el mensaje sería el fondo. Entonces, hoy te diría que está esa discusión de el medio es el mensaje y con esta relativización de los mass media, creo que al final hay una vigencia de traer el mensaje como medio, que es el contenido, pero siempre tomando en cuenta a quién te vas a dirigir, o sea que la variable independiente es el público.

–VG: Quiero un poco usar un fragmento del libro de un destacado asesor que habla de desenchufarse de la campaña. Ahí tenemos una cuestión de la comu­nicación de campaña, de la comunicación de gobierno o de la gestión. Y ahí quiero aportar un poquito más en torno a eso. En Paraguay tenemos esa bicefalía den­tro de la gestión política. Y los partidos tradicionales, y principalmente el Partido Colorado, donde de alguna u otra forma están todavía en formato de campaña, no están en formato de gestión.

Hugo Correa, politólogo por la Universidad de Bologna

INTENCIONALIDAD

–No podemos dejar de men­cionar un hecho destacado de hace poco que tiene que ver con la presentación de candidatura de (Arnoldo) Wiens. ¿Cómo analizar este fenómeno de preci­pitación de las postula­ciones? ¿Es un fenómeno nuevo o solamente un fenó­meno de imitación? Uno hizo y yo hago también.

–VG: Más que un fenómeno de imitación o un fenómeno nuevo, hay una intención real detrás. Estamos en una coyun­tura donde Lilian Samaniego sale al paso. Entonces, ¿qué pasa? Ella da una imagen de que va a crearse un tercer blo­que dentro del Partido Colo­rado. Entonces se apresuran con la comunicación para dar un paso adelante y marcar una diferencia en la línea.

–HC: Umberto Eco decía en “Construir al enemigo”, que tomó de Karl Smith, tu ene­migo te define. Entonces es un poco eso también.

–No me gustan mucho las apuestas, pero ¿uste­des creen que para 2028 habrá una impronta anti­sistémica o va a ser más la política formal?

–HC: Yo creo que va a ser de nuevo variado porque es una sociedad compleja con temas también actualizados. Creo que va a haber una propuesta socialista, no sé qué peso va a tener; una propuesta progre­sista, una propuesta demó­crata y una propuesta anti­sistema de un candidato que sacó un porcentaje de votos importantes y, por otro lado, el modelo del gobierno actual, que ya viene con unos años. Pero yo creo que es tan fuerte el peso del oficialismo que va a generar esa discusión en temas que serían como sub­jetivos.

–VG: Más que nada son los desafíos que se vienen con base en la estructura social que tenemos en el país. En su informe el presidente San­tiago Peña había hablado de que más de 150.000 personas salieron de la pobreza extrema de alguna u otra forma. Entonces, vos estás generando gente que requiere mejor educación, mejor salud, mejor sistema de seguridad social. Enton­ces todo esto va a ser el insumo para que el Gobierno u otra alternativa lo tome.

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