Este domingo, Toni Roberto evoca la labor radial de una mujer pionera en su ámbito y el hallazgo de un valioso documento que es testimonio de toda una época.

Corría el año 1979 y Myriam Sienra reci­bía de obsequio una agenda del Grupo Consultor Alto Paraná, integrado por Bosio, Chase y Asociados, Consultec, Inconpar, Para­consult y Tecnipar.

En ella, Myriam Sienra Zavala, una de las prime­ras mujeres que había estu­diado como carrera actua­ción en Roma, escribía sus libretos para sus monólogos radiales de todos los días por la vieja Chaco Boreal de la antigua calle Cnel. Bogado casi Tacuarí.

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Ahí, a la hora indicada, se escuchaba la voz de una señora que decía que era de la alta sociedad asuncena y que se llamaba María Marta Mercedes Martínez Gonzá­lez de Pérez y Pérez, donde iba contando todas las acti­vidades de la devenida en “aristocracia asuncena” de principios de los ochenta y su alto poder adquisitivo de aquella época, sobre todo debido al flujo de dinero por la construcción de la represa de Itaipú, en aquel momento la más grande del mundo.

Así, entre recuerdos, avisos parroquiales de muestras de arte, conciertos, fastuosas bodas, la construcción de grandes residencias dise­ñadas por los más destaca­dos arquitectos de la época como Peyrat, Pindú, José Puentes, Isasi o José Monti, iba mechando información de secretos romances o com­pras de anillos a amantes por parte de algún mandamás de aquellos años.

EL ENCUENTRO DE LA AGENDA

Pero ¿cómo se da el descu­brimiento? A partir de una charla que tuve hace por lo menos 18 años en el recor­dado local nocturno Planta Alta con Valeria Gallarini Sienra, hija de esta auténtica diva paraguaya de aquellos años.

Café de por medio, le contaba a Vale que a principios de los 80, siendo un adolescente colegial, esperaba la bendita hora cuando Sienra Zavala empezaba su programa bajo el pseudónimo de Martínez González de Pérez y Pérez. La soltura y la mimetización en aquel personaje “venido a más” de esta gran actriz iba atrapando día a día a cada vez más oyentes. Por su parte, Valeria estaba asombrada por esa faceta de su madre que jamás se había enterado.

Inédito libreto para monólogo de radio de Myriam Sienra. Asunción, martes 25 de abril de 1980

Hace unos meses recibo un llamado emocionado de ella. Me dice: “Toni, Francesco (su hermano) encontró una des­teñida agenda de mamá y se preguntó ‘¿qué es esto?’”. La respuesta no se hizo espe­rar. Valeria asoció lo que yo le había contado hace casi dos décadas y le respondió: “No puedo creer. Es el libreto del programa de radio que me contó Toni”.

Así, gracias a aquella charla nocturna la agenda no pasó a peor vida y este domingo se convierte en un regalo de fin de año para la memoria de estas páginas.

DESDE OPULENTOS VESTIDOS DE FIESTA A LOS RAUDALES

Al leer las hojas amarillen­tas de las repletas páginas de historias que empezaron el 20 de febrero de 1980, puedo comenzar a tejer historias de aquellas épocas, desde la dis­cusión por el diseño de unos vestidos de fiestas, las masco­tas del ingeniero Rodas Ortiz, la mudanza de Richard Kent y familia al Yacht, la construc­ción de la mansión del conde Thyssen por Carlos Peyrat, donde cuenta que la retocó Jenaro Pindú; los más desta­cados bautismos de aquellas décadas hasta los problemas de los ochentosos céntricos raudales asuncenos que se llevaban todo a su paso.

Los puristas de la historia me dirán que son relatos minúsculos. Yo les diría que son los recovecos de las histo­rias de una mujer adelantada a su época en una sociedad asuncena que estaba saliendo del pensamiento pueblerino. Como diría Jaques Lacán: “Ella estaba diciendo muchas cosas sin decirlas”, porque a veces las historias se cuentan entre líneas.

EL SLOGAN DEL MBIGUÁ

Así como rezaba el slogan del Club Nacional de Rega­tas El Mbiguá, “Año nuevo, vida nueva”, a poco de cum­plir un cuarto de siglo este tiempo que empezó en el glo­rioso año 2000 parafraseo diciendo “Año nuevo, agenda vieja”.

Un encuentro que se con­virtió en un regalo del cielo para seguir investigando a partir de historias escritas para un programa radial por una de las más grandes actri­ces y auténticas comunicado­ras del siglo pasado que hoy revive en estas páginas en los últimos días del año 2024 que se va.

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