- Por Jimmi Peralta
- Fotos: Matías Amarilla / Gentileza
El docente e investigador Jorge Carlos Fernández advierte sobre el progresivo deterioro del patrimonio arquitectónico y artístico de Asunción, lo cual está vaciando y privando de contenido identitario a la capital del país. Hay 1.810 inmuebles catalogados como bienes patrimoniales, algunos con urgentes necesidades de rescate y conservación.
El acervo arquitectónico, así como otros bienes culturales, narran en cada espacio un acontecer no solo del pasado, sino que, en muchos casos, con su destrucción y deterioro reflejan la inacción del presente proyectando las sombras de eso que se elige olvidar.
“La falta de cultura de nuestra gente y la ignorancia en el tema son los peores enemigos de nuestro patrimonio. Como afirman los patrimonialistas, primero hay que conocer para valorar y luego valorar para defender. El gran desconocimiento de nuestro acervo arquitectónico por una importante parte de la ciudadanía trae consigo la indiferencia ante las demoliciones de obras de carácter patrimonial”, explica preocupado el doctor en arquitectura Jorge Carlos Fernández, docente universitario e investigador, quien desarrolla además una labor pedagógica abierta sobre el tema con publicaciones a través de redes sociales.
“Estamos ante una pérdida acelerada del patrimonio, estamos matando nuestra historia, olvidando la memoria de la ciudad, nos estamos convirtiendo en una ciudad cada vez más vacía, sin contenido. Dentro de unos años más qué tendremos para mostrar al que viene del exterior, ¿torres y torres de vidrio que solo representan a este mundo globalizador que anula la historia de cada cultura?”, plantea Fernández.
VALOR PATRIMONIAL
La capital ha catalogado un total de 1.810 inmuebles como parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad, que están mayormente dentro del dominio de propiedad privada.
El marco legal que regula los indicadores y la protección del patrimonio son la Ley 5621/16, y las ordenanzas 28/96 y 151/2000.
“Variables del valor patrimonial del inmueble pueden ser varias: haber albergado un hecho histórico de importancia como, por ejemplo, la Casa de la Independencia o la residencia de algún personaje ilustre de nuestra historia. Es decir, cualquier sitio, arquitectura, plaza, calle que marque un suceso importante en la historia de modo de mantener viva la memoria de la ciudad. Por otro lado, está el patrimonio de valor artístico, o sea estético, que representa la evolución de los estilos arquitectónicos en nuestra ciudad”, refiere el docente y activista.
Una sociedad sumergida no solo en la inmediatez de lo urgente, sino el requerimiento del consumo del permanente presente hace que cuestiones como la valoración histórica de acontecimientos y lugares pasen muchas veces en segundo lugar, refiere Fernández, lo cual conlleva al abandono, deterioro y destrucción.
Por el rol y economía de nuestro territorio durante el periodo colonial, el patrimonio arquitectónico de Asunción es modesto y no monumental en comparación con otras capitales del continente.
“Han quedado poquísimos ejemplos de aquella época en nuestra ciudad capital, como la Casa de la Independencia de los hermanos Martínez Sáenz o la Casa Viola y la Castelví en la Manzana de la Rivera. El gran impulso en el desarrollo arquitectónico se presentó recién en la posguerra, en el periodo del liberalismo, con la llegada de un buen número de inmigrantes europeos, entre ellos constructores y arquitectos, quienes realmente levantaron y actualizaron arquitectónicamente nuestra ciudad, aportando un patrimonio de un nivel estético más próximo a lo que se daba en Buenos Aires, pero a una escala pequeña, considerando las condiciones económicas del país”, explicó Fernández.
DETERIORO
Algunas de las construcciones más ricas por sus características arquitectónicas y su valor histórico pertenecen al Estado. Sin embargo, el no acompañamiento punitorio o con incentivos a los propietarios privados hace que construcciones de comienzos del siglo pasado hoy estén expuestas a un gran deterioro.
Respecto a los tres edificios patrimoniales más importantes de la ciudad, adujo que es difícil responder, pues se deben tener en cuenta una serie de criterios. No obstante ello, citó el Cabildo, que no es el original de los tiempos de la colonia, sino que fue obra del gobierno de Carlos Antonio López. En ese lugar estuvo asentado el edificio de gobierno desde tiempos de la colonia hasta don Carlos, pasando posteriormente a albergar la sede del Legislativo, por lo que tiene un peso histórico de gran importancia, más aún por su ubicación en el eje central de la plaza de Armas o plaza Mayor.
En segundo y tercer lugar citó, respectivamente, el Oratorio de la Virgen de la Asunción y el Palacio de López, obras del gran arquitecto italiano Alejandro Ravizza, más por su valor estético que histórico a su criterio.
“Estos ejemplares representan el anhelo de la europeización de nuestra ciudad por parte de la familia López, bajo la fuerte influencia de la arquitectura italiana, producto del eurocentrismo decimonónico que pegaba fuertemente en nuestra América por aquel siglo”, puntualizó.
COSTOS
“La problemática de los edificios patrimoniales es el estado de deterioro y abandono por parte de los propietarios. La Ley 5621/16 ‘De protección del patrimonio cultural’ establece que los propietarios de bienes culturales están obligados a costear su conservación y restauración”, explica el Ing. Ronald Salinas, jefe del Departamento de Patrimonio Cultural de la Municipalidad de Asunción.
Según refiere el funcionario, la comuna tiene por objetivo revitalizar, mantener y mejorar las condiciones del centro histórico. En ese sentido, algunas de las acciones tienen que ver con incentivos impositivos, que consisten en la exoneración de tributos para los propietarios de inmuebles catalogados conforme al estado de conservación y mantenimiento en que se encuentren.
REVALORIZACIÓN
Respecto a las labores que está realizando la administración municipal con vistas a revalorizar el patrimonio cultural, Salinas señaló que actualmente la Municipalidad de Asunción junto con la Secretaría Nacional de Cultura están encarando el proyecto de recuperación del corredor conocido como La Recova en el marco de un proyecto financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo.
“Urge el rescate de la vieja Recova del Puerto de Asunción, sitio muy rico en historia como lugar comercial e igualmente arquitectónico, ya que gran parte de las ciudades de épocas pasadas contaban con su correspondiente recova. Por otro lado, como patrimonio arquitectónico representa otro de los edificios importantes, obra de don Carlos, que empezó a construir parte de la imagen de nuestra ciudad”, añadió Fernández.
En este sentido, Salinas explicó que además del proyecto de recuperación de La Recova, desde la Dirección de Planeamiento Urbano, encabezada por el Arq. Diego Sotomayor, se está trabajando en el proyecto de restauración y revitalización de la casa Zanotti, con un presupuesto aprobado por la Junta Municipal de G. 3.500.000.000. Con estos emprendimientos se busca mejorar el aspecto estético de casco histórico de la ciudad.
REACTIVACIÓN
El centro histórico de Asunción (CHA) es fuente de análisis y proyectos desde hace más de tres décadas. La última gran elaboración fue el conocido como Plan CHA, que aportó estudios arduos sobre la situación del centro de la ciudad, que, a la fecha, exceptuando algunas mejoras, solo presentó deterioro y una preocupante reducción de comercios y de habitantes.
“Se requiere reactivar el Plan CHA, hay que volver a habitar el casco histórico de Asunción y no expulsar a sus habitantes por los altos costos. No se debe promover un proceso de gentrificación, que básicamente constituye la renovación de una zona urbana céntrica, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo que pueda invertir en la recuperación de gran parte del patrimonio constituido por viviendas unifamiliares de fachada tipo italianizante, que configura la imagen de esta parte de la ciudad. Por el contrario, se deberían aplicar incentivos fiscales y créditos accesibles a los propietarios para su recuperación. La academia debe colaborar con el asesoramiento en el proceso de rehabilitación del inmueble”, concluye Fernández.
OTROS EDIFICIOS EMBLEMÁTICOS
Además de los tres edificios ya mencionados, con la ayuda del Ing. Ronald Salinas completamos la lista de los diez patrimonios arquitectónicos más importantes de nuestra capital.
4- La Estación Central del Ferrocarril: constituye una de las obras de mayor trascendencia dentro de la arquitectura de la época de los López.
5- Catedral Metropolitana: la construcción se inició durante el segundo consulado y concluyó bajo la presidencia de don Carlos. Constituye uno de los exponentes más representativos del progreso edilicio de principios de la era republicana de nuestro país. Con la construcción de la Catedral se inauguró una nueva manera de ver la arquitectura religiosa.
6- Edificio Capasa: de estilo neoclásico, el edificio fue construido en 1904. Hacia 1910 funcionó allí la sede administrativa de la Municipalidad de Asunción, ya en la década del 30 y hasta los años 60 fue sede del Ministerio de Guerra y Marina (más tarde de Defensa Nacional)
7- Iglesia de la Encarnación: se halla enclavada en una de las siete colinas. Su construcción se inició en 1893 a instancias del padre Juan Bernabé Colmán, cura párroco de la anterior iglesia de la Encarnación que fuera destruida por un incendio en 1889. Cuando estalló la guerra del Chaco, el templo fue utilizado como hospital de evacuadosdel frente de batalla.
8- La Recova: constituye una de las últimas construcciones del periodo de Carlos A. López. En principio fue destinado a Capitanía General de Puertos, propiedad del gobierno hasta finalización de la guerra del 70. En la posguerra, dada la acuciante situación económica del país, el gobierno dispuso la venta de gran parte de los edificios de propiedad estatal, entre ellos la Recova.
9- Casa de la Independencia: Fue construida en 1772 para residencia de los hermanos Pedro Pablo y Sebastián Antonio Martínez Sáenz. Esta obra es de gran valor histórico, además de cultural, pues en 1811 se reunieron en ella los próceres que ejecutarían la revolución incruenta del 14 y 15 de mayo que da apertura al periodo independiente.
10- Manzana de la Rivera: La Casa Viola y la Casa Castelví, que forman parte de este complejo, es uno de los pocos remanentes de la época colonial que se conservan en la ciudad.