Referentes del mundo cultural nacional hablan de las oportunidades y tareas que se presentan luego de la concreción del sueño largamente añorado de que la guarania sea declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
- Por Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza / Archivo
“Este reconocimiento implica abrir las puertas de este género musical ante el mundo, implica dar a conocer nuestro país, nuestra música, nuestra herencia cultural. Todo el proceso de años de trabajo mancomunado fue determinante para la obtención. No podría decir que solo uno fue el responsable, sino que muchos han aportado desde su ámbito todos los insumos necesarios para que la guarania sea declarada patrimonio de la humanidad”, comentó Natalia Antola Guggiari, directora general de Patrimonio Cultural de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC).
La guarania, género popular con autor conocido y con un siglo de existencia, llegó al mundo y fue aceptada ya hace tiempo. A más de ello, hoy cuenta con una valoración institucional, que también permitirá trabajar su reivindicación a nivel local, tanto como género así como a nivel de sus creadores e intérpretes.
“Además del rescate de la figura de Flores y la valoración de su aporte, queda pendiente la creación de un museo de la guarania, un espacio donde se pueda conocer más el aporte de Flores y otros compositores, letristas, poetas de nuestra patria que merecen tener un espacio de reconocimiento, así como las nuevas generaciones”, agregó.
INCORPORACIÓN A LA MALLA CURRICULAR
La funcionaria añadió que están trabajando con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para incorporar el estudio de la guarania en la malla curricular, así como para llevar la música a las escuelas y embanderar a los niños con este género musical.
Asimismo, se prevé la realización de concursos y varios conciertos, para lo cual se está estudiando la creación de un fondo público destinado a la implementación de este plan de promoción y difusión de la guarania, tanto a nivel nacional como internacional.
La campaña para llegar a este reconocimiento llevó varios años y subsistió como idea, de la misma manera que la guarania lo viene haciendo de generación en generación, desde su nacimiento, con la mirada puesta en el río Paraguay desde el barrio más antiguo de Asunción.
“Nuevas perspectivas para difundir y fortalecer este género”
El biógrafo de Flores ve en este reconocimiento una oportunidad para lograr una mayor difusión y fortalecimiento de la guarania.
“Este reconocimiento creo que abre nuevas e insospechadas perspectivas para difundir y fortalecer este género musical en la línea establecida por el maestro Flores. En primer lugar, que se inserte la materia guarania en la malla curricular de la educación primaria y de la media es fundamental”, refiere el periodista e investigador.
Para Pecci, este es un momento para desarrollar el potencial de la guarania, formando a las nuevas generaciones en la vivencia de este género y propiciando a través de concursos la creación de nuevas obras.
“Esta es una reivindicación histórica, social y artística muy importante. Flores sufrió intensas campañas de desprestigio por sus ideales socialistas, por su denuncia de la situación de presos políticos, algo que no le perdonó la dictadura estronista. El tiempo es el gran juez que le está brindando el reconocimiento que en su momento se le ha negado y es el momento de que su pueblo valore su obra y su dignidad”, sostuvo.
Pecci publicó en 2016 el libro “José Asunción Flores: creador de la guarania”, un abordaje biográfico que es fruto de años de investigación personal. En ese sentido, señala que hay aspectos de la vida y obra del maestro aún inexplorados, por lo cual se necesitan recursos para ir llenando esos vacíos de información.
“Muchos aspectos en lo biográfico quedan por trabajar, como la riqueza de su obra popular y sinfónica. Desconocemos el origen de su madre, aspectos de la niñez de José Asunción y cuestiones como sus viajes a Europa y, específicamente, a Rusia, donde alcanzó a grabar toda su obra sinfónica con el apoyo de compositores de ese país. Pero no tenemos datos sobre la repercusión en la prensa. Si dejó algunos escritos en su larga estancia en dicho país mientras supervisaba los ensayos y grabaciones de sus piezas sinfónicas. Lo que era su vida cotidiana, incluso en Buenos Aires, son cosas que hay que documentar para tener una visión amplia del músico y su vida”, agregó.
“Lo que papá ha logrado realmente es meritorio”
La hija de don Demetrio Ortiz, autor de la más universal de las guaranias, “Recuerdo de Ypacaraí”, celebró a los creadores que engrandecieron a la guarania.
“Valoro plenamente el reconocimiento de la Unesco porque es justicia, porque es algo que hace muchísimos años ha prendido en el corazón de los seguidores de la música paraguaya en todo el mundo y era hora de que se reconociera que realmente es patrimonio inmaterial de la humanidad, porque ya fue aceptado así por todo el mundo”, comenta María Esperanza Ortiz.
“Mi padre ha contribuido plenamente también con este reconocimiento porque las guaranias más conocidas del Paraguay justamente le pertenecen. ‘Mis noches sin ti’ es la guarania más versionada en el mundo, según la Mecánica Licensing Statistic de Estados Unidos, y ‘Recuerdo de Ypacaraí’ es la guarania más grabada, más interpretada del mundo. Entonces, Paraguay se ha posicionado musicalmente gracias, fundamentalmente, a estas dos grandes composiciones. Lo que papá ha logrado realmente es meritorio”, agregó.
La hija de don Demetrio puso énfasis en la necesidad de que nuevos creadores puedan llegar también a ocupar lugares de trascendencia a nivel internacional. “Esa es la idea, que la guarania siga escuchándose en todas partes del mundo. Ojalá este reconocimiento de la Unesco sea un detonante para que las generaciones actuales y futuras puedan reconocer a nuestra música también como una oportunidad para trascender, una oportunidad de expresar sus sentimientos, una oportunidad para alcanzar el éxito, no a través de músicas foráneas, sino a través de las músicas nacionales”, concluyó.
“Una oportunidad para nuevos creadores”
El referente del movimiento Canción Social Urbana habla sobre la mirada social de la guarania.
“Considero que este reconocimiento es consecuencia del trasegar natural de un país, otrora casi una sombra letárgica de América Latina, a una mano levantada en el discurso del mundo y con muchas ganas de contar su historia. Por ende, la oportunidad para nuevos creadores de ser y hacer música con una identidad clara, algo que hoy podría considerarse una herramienta imprescindible para competir contra un mundo de masificaciones discriminantes”, comenta el cantautor Hugo Ferreira, referente de la generación de artistas comprometidos con la realidad social que surgió en los últimos años del siglo XX bajo el nombre de Canción Social Urbana.
“Sin dudas, ‘Despertar’ y ‘Mi patria soñada’ fueron guaranias que me sacudieron la existencia y podría decir sin temor a equivocarme que mi opción por la música testimonial surge del encuentro con estas obras”, explicó. Ferreira es un cantautor que en sus sucesivas publicaciones discográficas aportó creaciones en el género guarania como “Mi país”, además de interpretaciones destacadas como “Pinasco”, de Maneco Galeano.
“Canción Social Urbana, si bien podría decirse que nació con mucha influencia de la trova cubana, rosarina, latinoamericana en general, hizo que se conjugue una idea clara: renovar la música popular y, en ese contexto, la composición popular y darle un ropaje actual, en sonido y música. Pero no puedo negarte que antes del reimpulso dado en los últimos lustros por Ricardo Flecha, Sembrador, fundamentalmente Óscar Cardozo Ocampo, la guarania no estaba en la agenda de los nuevos compositores de manera contundente como hoy está como herramienta de renovación”, expuso.
“Una figura modélica que marcaba el camino”
El Nuevo Cancionero tuvo hace medio siglo la rebeldía de reivindicar al que hoy más que nunca es reconocido como héroe de la cultura. Uno de sus exponentes, José Antonio Galeano, habla de lo que representó Flores para este movimiento que hizo canción las añoranzas de libertad y justicia en un contexto dictatorial y represivo.
“A mí me tocó bautizar a Flores como la nave insignia de los cultores y creadores del Nuevo Cancionero. Esa figura modélica, señera, que marcaba el camino, sobre todo de la dignidad y del valor de la defensa de las ideas, se constituía en un espejo en el cual mirarnos cuando quisiéramos reconocernos como revolucionarios y como artistas que entendieron más temprano que tarde, por suerte, que nuestro canto era un hecho político. Y esto es así porque la guarania estaba prohibida, Flores estaba prohibido y nosotros no tuvimos ningún reparo en organizar, hace 50 años, en 1975, un gran festival para celebrar los 50 años de la guarania. Tuvimos ese privilegio, desafiando al régimen en sus barbas. Flores es la nave insignia del Nuevo Cancionero”, refiere José Antonio Galeano, figura destacada del Nuevo Cancionero con su Grupo Sembrador.
La guarania cumple un siglo no sin antes haber pasado no solo por su desarrollo en manos de los más grandes creadores de la música paraguaya, sino también por haber arrastrado el grillete de la persecución política. En el contexto de la dictadura estronista, el Nuevo Cancionero, nacido en la década del 70 del siglo pasado, fue un espacio artístico de trovadores, propio de la época y el continente, que encontró en la música un espacio de expresión y en la guarania en particular una forma de rebeldía tan rebelde como es soñar y decir la verdad para un régimen despótico.
“Definitivamente, este reconocimiento por parte de la Unesco marca un inicio, pero no agota el reconocimiento que el maestro tiene que tener, sobre todo entre los suyos”, sostiene Galeano.
“Es mucho todavía el camino que hay que andar, sobre todo a nivel interno. Nosotros tenemos que encarar una campaña de difusión de la guarania en instituciones educativas, en espacios de la sociedad civil, en las instituciones intermedias, en cooperativas, en clubes, y la guarania y Flores tienen que estar definitivamente, por ejemplo, en el currículum escolar. Hoy está, pero está como una cuestión más, cuando que en realidad tendría que haber una materia que se llame Guarania porque entonces sí vamos a poder decir que empezamos a hacer justicia con la obra de Flores”, subrayó.