En este diálogo con El Gran Domingo de La Nación, Néstor Salinas, geólogo del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Asunción (Facen-UNA), hace un repaso de las diversas teorías y criterios técnicos para definir lo que es un continente desafiando muchas de las convenciones tradicionales.

“Yo tengo hijos en los ocho continentes/ Y a todos ellos yo les saqué los dientes / Con eso yo construí un gran puente / Para pasar pal otro lao e las serpientes”, decía una icónica canción de Illya Kuryaki, que a muchos adolescentes de los 90 nos enfrentó con las clases de His­toria y Geografía, en las que nos enseñaban que nuestro planeta está dividido en cinco continentes.

Un reciente artículo del The New York Times, titulado “How many continents are there? You may not like the answers” (¿Cuántos continen­tes hay? Puede que no te gus­ten las respuestas), ofrece una panorámica sobre las diversas teorías y criterios al respecto, de la que resulta que la prin­cipal razón del desacuerdo es que existen dos tipos de con­tinentes: aquellos reconocidos por las culturas alrededor del mundo y aquellos reconocidos por los geólogos.

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Para arrojar un poco más de luz sobre esta histórica contro­versia, en esta entrega de Mito o Realidad el geólogo Néstor Salinas nos habla de qué dice la geología frente a las creen­cias del sentido común.

–¿Cuál es el criterio que se utiliza en la geología para determinar qué es una masa continental y qué no?

–La geología es una ciencia fundamental para la compren­sión de fenómenos que ocurren y ocurrieron en la Tierra. Es una ciencia histórica, porque nos habla de acontecimientos de nuestro planeta y cómo este ha cambiado a lo largo de los más de 4.500 millones de años desde su formación, y también es una disciplina natural que nos explica fenómenos y pro­cesos complejos como la teoría de la tectónica de placas. Esta nos habla de que la Tierra está fraccionada en placas que se mueven unas con respecto a las otras, como “flotando” sobre el manto terrestre (capa plástica). Estas placas pueden ser de composición granítica (corteza continental) como basáltica (corteza oceánica) o la combinación de ambas. Normalmente la parte granítica de las placas se encuen­tran emergidas, porque tienen una densidad menor. A estos se les conocen como núcleos continentales, sobre las cua­les se aglomeran extensiones o porciones de la corteza, for­mando masas continentales. Estos núcleos continentales son regiones muy antiguas de la Tierra. Un continente puede agrupar a varios de estos núcleos, siendo esto el principal criterio para considerar como una masa continental en geo­logía, además de los criterios culturales y geográficos más conocidos.

Las principales placas tectónicas en que está dividida la corteza de la Tierra. Fuente: Wikimedia Commons

PLACAS TECTÓNICAS

–¿Cuántos continentes hay realmente en nuestro pla­neta?

–Como ya vimos, en geología es más adecuado hablar de placas tectónicas, ya que estas son porciones de la Tierra que pueden estar completamente emergidas formando islas o continentes, parte de ellas sumergidas en los océanos, y/o completamente sumergi­das como las placas oceánicas. Aun con todo eso se sabe que todas las masas continentales estuvieron unidas en un único supercontinente denominado Pangea. Con la desintegración de esta hace aproximadamente 175 millones de años, se forma­ron todas las porciones conti­nentales en la actualidad. En la parte sur de la separación de Pangea se formaron Sudamé­rica, África, Antártida y Aus­tralia, y en la porción norte se formó Eurasia (esta se consi­dera desde el punto de vista geológico un solo continente) y Norteamérica, sin mencio­nar otras porciones de la Tie­rra como la India, Arabia, etc.

–Geológicamente hablando, ¿qué características debe tener una porción de tierra para ser considerada un con­tinente?

–Para ser considerado un continente, debe estar for­mado por corteza continental (rocas graníticas y metamórfi­cas), debe presentar antiguos núcleos continentales, lo que en geología se conoce como áreas cratónicas; debe estar limitado por placas tectóni­cas, puede estar formando una sola placa unificada y/o aglo­merando otras placas meno­res, debe tener una historia geológica propia, que puede ser estudiada a través de sus rocas y fósiles.

–¿A qué se debe esta falta de claridad respecto a la canti­dad de continentes que hay en el planeta? Parece una cuestión que no termina de quedar asentada.

–Hay que considerar varios fac­tores con respecto a la utiliza­ción del término “continente” como los culturales, históri­cos, geográficos y geológicos. Para la geología está claro que existen porciones de tierra emergida y sumergida en los océanos, pero estas no definen dónde comienza o termina un “continente”, así como están definidos en las placas tectó­nicas. Europa y Asia geológi­camente pertenecen a una sola placa tectónica (Eurasia), pero cultural e históricamente ambas se consideran continen­tes independientes entre sí.

El último supercontinente propuesto por Alfred Wegener, denominado Pangea. Fuente: Wikimedia Commons

DEFINICIÓN Y AGRUPACIÓN

–¿El continente americano es uno solo o está dividido en tres? Otras interpreta­ciones sugieren que, por la conexión a través del estre­cho de Bering, Asia, América del Norte y Europa son solo un continente, que Asia a su vez está unida a África. Otros afirman que solo hay dos masas continentales, la Antártida y el resto, y hay quienes sostienen que Islandia podría ser un con­tinente también, elevando la cantidad a nueve. ¿Nueva Zelanda y Australia son dos o uno?, etc.

–Desde un punto de vista geo­lógico y tomando en cuenta la tectónica, los continentes están definidos y se agrupan como ya hablamos anterior­mente en placas tectónicas, que son porciones litosféricas principalmente de composi­ción granítica (en los continen­tes) y basáltica (en los fondos oceánicos). América geográfi­camente se considera un solo continente, por presentar una porción de tierra conti­nua, pero geológicamente está dividido por la placa nortea­mericana y la placa sudame­ricana, además de otras placas menores. En las últimas inves­tigaciones se ha descubierto una porción de corteza con­tinental sumergida próxima a Nueva Zelanda, denomi­nada Zelandia, y considerada actualmente como un nuevo continente independiente de Australia. Se puede decir que en el pasado geológico se han agrupado todas las masas con­tinentales y la última fue Pan­gea, y esto volverá a ocurrir en un futuro muy lejano.

–¿Las porciones sumergi­das en el mar cuentan como masas continentales?

–Sí. Las plataformas continen­tales que se encuentran en las costas de los continentes son parte de la corteza continen­tal sumergida que abarcan varios cientos de kilómetros mar adentro. Un ejemplo en el pasado es la era de hielo, donde teníamos las costas del mar mucho más alejadas de las actuales y, por ende, los con­tinentes (o tierras emergidas) eran más extensos. Además, el descubrimiento de Zelan­dia deja en claro que pueden existir porciones continenta­les sumergidas más allá de las plataformas continentales, que abren el debate científico hacia nuevos paradigmas.

Zelandia, un nuevo continente mayormente sumergido. Fuente: Nick Mortimer

COMPUESTO

–¿Qué es la sílice y por qué se considera su presencia como un criterio para la definición de un continente?

–Sílice es un compuesto muy común en los minerales que forman rocas. En las rocas ígneas como el granito hay una abundancia de sílice. Por ende, las rocas graníticas son consti­tuyentes principales de la cor­teza continental, en tanto que un empobrecimiento de sílice se presenta en rocas ígneas basálticas, constituyente prin­cipal de la corteza oceánica.

–Para no dejar sin una res­puesta definitiva a los ansio­sos como yo, desde su punto de vista ¿cuántos continen­tes hay en el planeta y cuá­les son?

–Desde un punto de vista geo­lógico, con base en la tectónica de placas se puede decir que existen seis porciones conti­nentales: Eurasia, África, Aus­tralia, Norteamérica, Sudamé­rica y Antártida. La India y Arabia tienen un placa tectónica propia, aun­que se consideran sub­continentes.

–Para ir cerrando, ¿le gustaría agregar algo que no le haya preguntado?

–Quiero mencionar que desde el Departamento de Geología de la Facen-UNA tenemos un equipo de docentes e investiga­dores que trabajan incansable­mente por hacer visible la geo­logía. En ese sentido, venimos trabajando con un concepto que se está empezando a utilizar de un tiempo a esta parte denomi­nado geodiversidad, que es un término que engloba todos los elementos geológicos en un sentido en que los elementos abióticos como los minerales, las rocas, el paisaje, los recur­sos hídricos, el suelo son el sus­trato en donde se sostiene la biodiversidad y permite que esta pueda ser muy particular en cada lugar, región o con­tinente. Es por ello que su estudio es impor­tante para la com­prensión integral del entorno natu­ral y su interac­ción con las acti­vidades humanas.

PERFIL

Néstor Salinas es licenciado en Ciencias mención Geo­logía y Máster en Elaboración de Proyectos de Investiga­ción Científica, ambos cursados en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen-UNA). Actualmente está cur­sando un doctorado en Educación en la Facultad de Filoso­fía (FF-UNA).

Desde hace casi 10 años trabaja en el Departamento de Geología (Facen-UNA), siendo docente del Área de Mineralogía y Petrología. Desde 2022 está categorizado como candidato a investigador en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Trabaja en la línea de investigación de geodiver­sidad, geopatrimonio, geoturismo, geocon­servación y geoparque con el fin de valori­zar lugares geológicos y su aprovechamiento mediante actividades productivas de las comunidades con enfoque de desarro­llo sostenible. En la segunda línea, denominada geoeducación y apropiación del conocimiento geocientífico, se busca la alfabetización geológica y la concienciación sobre la importancia de la geología para el país.

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