- Por Lourdes Torres
- lourdes.torres@nacionmedia.com
- Fotos: Jorge Jara
A unos 500 metros del río Paraguay, en la cercanía de la desembocadura del río Manduvirá, se encuentra un pequeño oratorio privado que fue construido por encargo del presidente don Carlos Antonio López para su esposa, doña Juana Pabla Carrillo. Durante la guerra contra la Triple Alianza, este lugar fue saqueado hasta quedar prácticamente en ruinas. Hoy la familia propietaria del inmueble lleva varios años trabajando en su restauración y puesta en valor.
La estancia donde está ubicado el oratorio Olivares es conocido también como Tupao Kue y se encuentra ubicado dentro de la propiedad denominada Estación Puerto Olivares, en la ciudad de Arroyos y Esteros, en el departamento de Cordillera. Para observar este hermoso lugar rodeado de abundante naturaleza y alejado del ruido urbano, pero sobre todo conocer su rica historia, un equipo de La Nación/Nación Media visitó el sitio histórico.
Tomando la ruta PY03, a la altura del kilómetro 50, se ingresa a la mano izquierda, en el portal de la Estancia Sara; y de ahí se transita por un camino terraplenado privado, al cual solo se puede ingresar en días que no marquen precipitaciones, ya que, al tratarse de caminos privados de varias estancias, se han puesto por norma prohibir el tránsito en días de lluvia. Luego de atravesar unas 12 tranqueras se llega a la Estación Puerto Olivares.
O bien se puede llegar por vía fluvial desde Asunción o Piquete Kue, lo que permitirá a los turistas disfrutar de las bellezas del río Paraguay y su afluente, el Manduvirá, ya que cuenta con un puerto para desembarcar. Además, la travesía por el río proporciona una experiencia inolvidable en lo que hace a la observación de la fauna.
La hacienda está ambientada como una vieja estación de tren a vapor. De hecho, cuenta con un pequeño circuito de tren a vapor con un vagón para la atracción de los niños.
Cuando llegamos al lugar, nos recibió su propietario don Arturo Alvarado, quien rápidamente nos llevó a conocer el oratorio, cuya restauración se ha convertido en su principal obsesión para devolverle su esplendor, pero a la vez convertirlo en un museo y parte de la atracción turística que ofrece el establecimiento.
ORATORIO FAMILIAR
De acuerdo al recuento histórico que pudo recolectar la familia Alvarado Guanes, esta propiedad, que inicialmente tenía unas 19.000 hectáreas, perteneció al presbítero Blas Pereira. En el siglo XVIII fue el que trajo plantas de olivo importados desde España para cultivarlos en el lugar, de ahí su nombre de estancia Olivares. Luego, pasó a la familia Carrillo-Viena, cuya heredera fue doña Juana Pabla Carrillo, esposa del primer presidente constitucional don Carlos Antonio López. Se cree que la construcción del oratorio fue diseñada y dirigida por el arquitecto italiano Alejandro Ravizza, se inició en los últimos años de su gobierno, pero se inauguró ya luego de su muerte, en 1862.
Al respecto, Arturo Alvarado señaló que la familia López Carrillo era muy católica. De hecho, don Carlos llegó a construir varias iglesias católicas, no solo la Catedral en Asunción, sino también en varios pueblos del interior.
“Esta era la estancia de los Carrillo y, por supuesto, aquí también mandó construir un oratorio privado para la familia. La construcción comenzó en 1853/4 y se inauguró en 1862. Lastimosamente, don Carlos no pudo asistir a la inauguración oficial, ya que la obra concluyó tres meses después de su muerte, que se produjo el 10 de setiembre de 1862. La fecha de inauguración fue el 14 de diciembre de ese año, a la que asistieron familiares, amigos, autoridades y pobladores de estancias cercanas”, comentó. Indicó que para la inauguración se hizo una gran fiesta, se mataron varias cabezas de ganado y luego de esto se llevaron a cabo varias celebraciones religiosas.
“Atrás de la iglesia había una gran casa, que tenía ocho habitaciones, donde se guardaban los vestidos y toda la ropa que era para la misa. También estaba la habitación para el cura y algún invitado. De esto no quedó nada después de la guerra, ya que destruyeron todo buscando tesoros, el famoso plata yvyguy. Cavaron en varios lugares incluso hasta llegar a los cimientos. De la casa no hay fotos ni planos que nos digan cómo era la casa, pero sí hay algunos cimientos que quedaron”, comentó.
EN RUINAS
Por mucho tiempo, el oratorio de Olivares fue conocido como Tupao Kue por las condiciones de ruina que quedó la construcción tras la Guerra Grande y los saqueos que sufrió, además del abandono por años.
“Cuando yo conocí este oratorio, allá por el año 1965, no había quedado casi nada. Estaban solo las paredes, no tenían revoque, no tenía galería. Dentro del oratorio había pozos de dos metros de profundidad, que dejaron los buscadores de los famosos tesoros de López”, indicó.
Ya en la postguerra, la propiedad pasó a manos de un inmigrante alemán llamado Albert Aostendorp, que lo tuvo en propiedad hasta 1919. Ese año lo adquiere don Francisco Guanes Machaín, que es hermano de la abuela de Arturo Alvarado.
Asimismo, indicó que 1924 don Francisco transfiere la propiedad a su madre, Rafaela Machaín de Guanes, que sería su bisabuela. Luego, en 1933 transfiere la propiedad a sus hijas, entre ellas la abuela de Alvarado, doña Berta Guanes de Alvarado, y de ahí queda para sus descendientes.
RESTAURACIÓN Y PUESTA EN VALOR
Arturo Alvarado explicó que desde hace unos años vienen trabajando en la restauración de este oratorio en la medida de sus posibilidades, ya que lo llevan adelante con recursos propios. Al llegar a la estancia Puerto Olivares se puede leer un cartel que invita a los visitantes que quieran realizar sus donativos voluntarios para colaborar con la restauración.
“Nuestra idea es hacer un museo de este lugar, con algunas cosas que ya fuimos colectando con el tiempo, cosas históricas, muebles antiguos, cosas que estamos recolectando tanto en Paraguay como en Argentina. Lo que buscamos es que sea algo digno de visitar y que muestre parte de la historia de este lugar”, precisó.
TURISMO EN LA ESTACIÓN OLIVARES
Por otra parte, el señor Alvarado comentó que si bien inicialmente la propiedad se conocía históricamente como estancia Olivares, ya con su hijo, Arturito Alvarado, por cuestión de atracción turística decidió cambiar el nombre por Estación Puerto Olivares, dado que la fachada de la hacienda y la ornamentación de la casa es como una vieja estación de tren, además de que cuenta con un corto tramo de un pequeño tren a vapor que sirve de atractivo para los niños.
“Como yo me dedico más a la ganadería, yo prefiero llamarlo estancia Tupao Kue; y mi hijo Arturito, que se dedica más a la explotación del turismo de naturaleza, prefiere llamarlo Estación Puerto Olivares”, comentó.
En cuanto al complejo turístico, don Alvarado comentó que la propiedad está rodeada por el río Paraguay y la desembocadura del río Manduvirá, teniendo varios kilómetros de costa en ambos ríos. Además, una abundante vegetación y bosque en cuyos senderos se pueden observar varias especies animales, sobre todo aves.
“La gente puede venir a pasar el día o bien se puede quedar a dormir. Contamos con habitaciones para alquilar, pueden pernoctar, también tenemos zonas de camping para quienes quieran vivir una experiencia de acampar en el lugar. Ofrecemos servicio de cantina. Realmente estamos teniendo mucho éxito, sobre todo recibimos mucha visita de extranjeros, además de paraguayos, que se vuelven locos al observar el lugar”, destacó.
Al respecto, remarcó que en la estancia fomenta el cuidado del medioambiente, por lo que en el lugar está prohibida la caza y la pesca masiva, así como la poda de la vegetación. “Tenemos prohibida la entrada de cazadores. Cuidamos mucho ese aspecto. También prohibimos poner redes en el río a los pescadores. Antes lo hacían, pero nosotros vemos que hay red, lo sacamos y llevamos a la comisaría. Hace años que estamos con este cuidado y al menos en nuestra parte del río Paraguay y Manduvirá ya no se ven pescadores con redes”, acotó.
OFERTA TURÍSTICA DE ESTACIÓN PUERTO OLIVARES
Disponible para paseos en kayak – pescas deportivas – camping – visita al oratorio Olivares o Tupao Kue – Museo de Tren – Senderismo – Travesía 4x4 – Observación de unas 300 especies de aves entre nativas y migratorias.
Costo para pasar el día: G. 50.000 por persona
Costo para pernoctar:
Zona de Camping G. 70.000 por persona.
Habitación grande para 4 personas: G. 650.000 (ducha con termocalefón – A. A. – Heladerita – Parrilla y mesa - No incluye desayuno)
Habitación pequeña para 4 personas: G. 450.000 (cuenta con ducha con termocalefón -A. A.- Sin TV - No incluye desayuno)
Contactos: +595 985 591 221
Redes sociales: Facebook – Instagram: @EstaciónPuertoOlivares.