- Por Jorge Zárate
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- Fotos: Gentileza
“Es lo más importante que hice como traductor”, define el periodista británico afincado en nuestro país William Costa. “Paraguayan sorrow” es el título del libro que contiene los artículos de “El dolor paraguayo” por primera vez en el idioma de Shakespeare. Del autor, el recordado anarquista español que se hizo paraguayo universal, destaca que “es una figura que inspira y apasiona hasta hoy”.
Haciendo una nota sobre la producción de yerba mate orgánica, el periodista William Costa se dio con los escritos de Rafael Barrett. “Para darle un contexto histórico a la publicación, consigné párrafos de ‘Lo que son los yerbales’, quizá el más famoso de sus artículos y al poco tiempo un amigo del colegio leyó la nota, le interesó y me pidió una edición en inglés de los textos de Barrett. Le dije que le iba a pasar y al ponerme a buscar me di con que no había traducción al inglés de la obra. Solo encontré una al italiano y otra portuguesa”, cuenta de los orígenes de su tarea.
Así fue que, en junio de 2023, comenzó a traducir los 57 textos de “El dolor paraguayo”. Terminada la tarea en al menos 10 meses, remitió el manuscrito a la editorial Monthly Review Press de Estados Unidos, que publica textos críticos sobre la realidad latinoamericana.
“Les pareció interesante, aceptaron publicarla, pero me pidieron que escribiera una introducción para contextualizar la obra”. Así que a partir de allí fue bucear en el universo Barrett, revisar archivos, visitar familiares, “los descendientes de Barrett, un nieto y bisnietos me apoyaron de una forma impresionante y les agradezco porque fueron muy maravillosos”, dice.
–¿Cuál fue tu motivación para realizar esta traducción?
–Entiendo que permitir que los textos lleguen a más personas, a Estados Unidos y a otros países de habla inglesa porque creo que son textos de un muy alto valor literario, histórico, social, ideológico y es una muy buena forma de comprender la realidad actual de Paraguay y de otros países de la región. Decidí hacer el proyecto como un lindo desafío, como traductor frente a un texto tan hermoso y desafiante. Fue un proceso difícil, pero dio muchísimo gusto y me siento muy agradecido. Es lo más difícil que he hecho como traductor y a su vez la introducción es lo más difícil que he hecho como periodista, un proceso hermoso, aprendí mucho.
UNA FIGURA INSPIRADORA
–¿Sigue siendo Barrett una inspiración para periodistas y escritores de la actualidad?
–Tiene una importancia muy elevada para muchísimas personas. Es una figura que inspira, que apasiona y eso es algo que a mí me sorprendió mucho porque no sé si hay otros escritores a nivel nacional que generen esa pasión. Hay escritores queridos y muy admirados, ¿pero esa fascinación? No sé si eso tiene que ver con que tuvo una vida relativamente corta, de muchos eventos, encuentros, momentos impresionantes, casi literarios. También por su origen, por la fuerza de su denuncia, por su figura en sí, no sé si eso tiene que ver con ese amor que siente la gente hacia Barrett.
–¿De qué manera observás que pervive este legado?
–Hay gente que sigue escribiendo con ese espíritu de denuncia, buscando la justicia a pesar de las dificultades, a pesar de lo que implique para uno en términos personales, de no ganar bien o de exponerse a ciertos peligros quizás. Creo que Barrett nos inspira a seguir ese camino. Él vivió la persecución, le echaron del país, le exiliaron, le deportaron como resultado de sus escritos porque a las autoridades no les gustaban sus denuncias. Y yo creo que desafortunadamente se siente esa misma amenaza hacia las personas de la sociedad civil, hacia los periodistas hoy en el Paraguay.
ACTUALIDAD
–Así como Barrett veía en los yerbales una expresión del Paraguay de ese tiempo, ¿qué situación merecería una denuncia parecida en este tiempo?
–Otra cosa que Barrett señala es el trabajo precario. Habla sobre figuras urbanas que viven una explotación extrema. En Asunción vemos una precarización del trabajo, muchas personas viven con pocos derechos laborales y muy poca posibilidad de acceder a condiciones dignas de trabajo, una remuneración justa. Preocupa entonces lo que dicen los sindicatos, las asociaciones, la sociedad civil, que alertan sobre una tendencia a quitar aún más derechos en lugar de defender y legislar para protegerlos. Creo que esto es algo que tenemos que denunciar fuertemente
Esas condiciones de extrema precariedad que viven tantas personas en Asunción y en todo el país como consecuencia de la falta de derechos laborales.
EL GUARANÍ Y LAS TRADICIONES
Para William Costa, otro elemento central en Rafael Barrett es la defensa de “los conocimientos del pueblo paraguayo que proviene de los pueblos indígenas, del campesinado, el conocimiento de la naturaleza, de los animales, de las plantas, de los ciclos naturales”, apunta.
“Barrett admiraba esos aspectos de la cultura paraguaya y la fuerza del guaraní. En un contexto de estigmatización, fue un defensor del idioma. No sabemos si él realmente hablaba guaraní, pero escribió un artículo muy fuerte que buscó defender el idioma y claramente lo admiraba”, asevera.
Costa entiende que “hasta el día de hoy veo que aún existe esa marginalización del guaraní a pesar de los discursos oficiales, pero el pueblo sigue usando el guaraní de una forma impresionante y protegerlo es fundamental porque representa algo muy íntimo y muy propio”, consideró.