El pasado 21 de octubre, en una gala realizada en la fachada litoral del Palacio de Gobierno, la Orquesta Nacional de Música Popular (ONAMP) tuvo su concierto inaugural concretando un sueño largamente anhelado por grandes cultores de la música paraguaya. En este diálogo con La Nación/Nación Media, Luis Álvarez, director general del conjunto, habla sobre el inicio de esta iniciativa, su proceso de gestación y los desafíos que se presentan mientras dan sus primeros pasos.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos: Jorge Jara / Gentileza

El 3 de agosto de 2023 se promulgó la Ley 7136, que creó la Orquesta Nacional de Música Popular (ONAMP), dando fin a la espera de genera­ciones de músicos para­guayos que vieron en los clásicos formatos de orquestas limitaciones para desarrollar un reper­torio de música tradicio­nal paraguaya.

Los grandes que llevaron la polca y la guarania al formato sinfónico, como José Asun­ción Flores y Herminio Gimé­nez, nunca pudieron encami­nar sus propios proyectos en el país, sobre todo por la falta de apoyo oficial para sostener una iniciativa de semejante magnitud.

En esa larga lista de soñado­res y forjadores de la música paraguaya se ubican Lorenzo Álvarez y Luis Álvarez, padre e hijo, quienes dibujaban ideas imposibles para mate­rializar el anhelo de que una orquesta de formato sinfó­nico se especialice en música paraguaya.

El maestro Luis Álvarez dio el siguiente paso y hoy la orquesta es una realidad, con 44 músicos y la codirec­ción de Óscar Fadlala. Instru­mentistas de distintas latitu­des del país forman parte de este proyecto, que todavía se encuentra ajustando la com­pra de insumos técnicos de sonido y que promete reco­rrer el país para hacer resur­gir el amor del pueblo hacia su música.

Álvarez es un eslabón de una dinastía musical con pasado y futuro. Se formó en el vio­lín desde los 8 años, su pri­mer amor fueron The Beatles y The Carpenters, pero des­pués llegaron Mozart, Bee­thoven y Flores para mate­rializar hoy un idilio.

El concierto inaugural de la ONAMP fue el pasado 21 de octubre en la fachada litoral del Palacio de Gobierno

–¿Cómo arranca la idea para el nacimiento de la ONAMP?

–Estando yo con un compa­ñero de la orquesta Los Hob­bies en Buenos Aires, habrá sido 1994, fuimos a ver un concierto de la Orquesta Nacional de Música Popu­lar de Argentina, que inter­pretaba tangos tradicio­nales tocados por una gran orquesta tipo sinfónica. Ver eso nos voló la peluca, se me quedó en la cabeza. En ese tiempo comenzaba a hacer arreglos de orquesta y gra­baciones mías. Justamente comencé a hacer unas gra­baciones de una enciclope­dia musical que se grabó. Recuerdo que llevaba esas grabaciones para que escu­che mi papá, Lorenzo Álva­rez, y mientras comíamos unos asaditos las escuchába­mos. Él me decía “iporãiténe eguerekórõ peteî orquesta ha embopu péa”, por los arre­glos. Así soñábamos noso­tros. Era algo imposible de realizar, son muchos músi­cos los que componen una orquesta y era imposible de mantener eso. Así pasó el tiempo y se me ocurrió pre­sentar el proyecto al Con­greso. Hoy en día aquella idea es una realidad. Tocar música tradicional paraguaya, llevar a las distintas ciudades del país, no quedarse solamente acá en Asunción.

Luis Álvarez es un eslabón de una dinastía musical con pasado y futuro

UNA ORQUESTA DIFERENTE

–¿Qué cosas particulares tiene esta orquesta?

–Vamos a amplificar la orquesta, instrumento por instrumento, con ingenie­ría de sonido, equipados con todo lo que significa eso. Va a ir un grupo asignado para eso antes, va a preparar todo, después llegan los músicos, se colocan los instrumen­tos y todo suelta como un disco, todo premezclado ya. Por ejemplo, vamos a tocar a Pilar y la orquesta suena como un disco. Esta entonces es una orquesta diferente, ni peor ni mejor que otra. Diferente nomás. Por estas cosas y porque por primera vez una orquesta va a tocar solamente música paraguaya. Estamos hablando de obras de José Asunción Flores, Herminio Giménez, Agustín Barbosa, Mauricio Cardozo Ocampo, los grandes. Una orquesta sinfónica está preparada para tocar sinfonías, Mozart, Bee­thoven y toca música para­guaya cuando va llegando alguna fecha especial. Su misión es tocar música clá­sica, música sinfónica. En cambio, nuestra orquesta, que tiene la formación de una pieza sinfónica, se va a dedicar exclusivamente a la música popular.

–¿Qué configuración de instrumentos lleva esta orquesta?

–La configuración de la orquesta incluye cuerdas, metales, maderas, percu­sión, piano, dos guitarras, porque ahí está el rasguido, acordeón, arpa, bandoneón. Esta orquesta va a interac­tuar con los grupos locales. Por ejemplo, si vamos a Ciu­dad del Este, vamos a ver cuál es el grupo sobresaliente y nos juntamos con ellos para interpretar uno o dos temas. La orquesta es del pueblo y es para el pueblo.

Instrumentistas de distintas latitudes del país forman parte de este proyecto

REPERTORIO Y ARREGLOS

–¿Cómo van a trabajar el tema del repertorio y los arreglos?

–Estamos trabajando a par­tir de mis arreglos, pero tam­bién se incluyen temas tradi­cionales como, por ejemplo, “Danza paraguaya”, “Canto de mi selva”, “Mburicao”. De todos estos temas clásicos estoy queriendo hacer la rapsodia paraguaya. Yo fui integrante de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA) desde el año 70 y pico hasta el 87. Y yo toqué todos esos temas, toqué la música clásica, toqué la música paraguaya en orquesta. Entonces, ya tenemos temas tradiciona­les que están arreglados, como “Mburicao”. ¿Cómo vas a hacer un arreglo a un “Mburicao”? Imposible es, sería como querer hacer el arreglo a la “Sinfonía número 40″ de Mozart. No se puede, es un clásico. Tam­bién estamos abiertos. Si hay un arreglador que está surgiendo, trae su trabajo y vemos cómo hacer.

SELECCIÓN

–¿Cómo se dio el proceso de selección de integran­tes?

–Es increíble. Nosotros sacamos el aviso del con­curso para formar parte de la Orquesta para interpretar los temas clásicos de la música paraguaya. Nosotros pen­samos que iba a venir gente de 30, 40, 50 años ¿Cuál es la sorpresa? Creo que el mayor tiene 30 años, 40 % de inte­grantes femeninas. Es fan­tástica la gente que vino y ya suena muy bien la orquesta. Estamos contentos. Desde el primer día la Orquesta ya estaba sonando. Y la idea es ir grabando, lograr hacer un material con una orquesta que suena bien, que está tocada perfectamente. Los instrumentos están tocados perfectamente por jóvenes que están haciendo música nacional con arreglos de pri­merísimo nivel.

–Al tratarse de una orquesta de música tradi­cional, ¿qué pasa con eso de que las grandes obras de la música paraguaya son de otro tiempo?

–Yo siempre digo que un género obedece a toda una época. ¿Por qué ya no se hacen valses como lo hacía Johann Strauss?, porque es de una época. ¿Por qué no hay más gente que haga música como Mozart?, ¿por qué no hay más bole­ros como antes?, porque es de otra época. No se puede hacer ya un “Nde rendápe aju”. Ya no es la época. Esta es otra época, es época de las cosas desechables, es otro tiempo y eso tiene relación con las obras. Lo que noso­tros queremos es reivindicar la música tradicional para­guaya, queremos devolver la paraguayidad a la gente. Yo crecí con un Lorenzo Álvarez al lado, Aniceto Ibarrola fue mi profesor, quien fue com­pinche de Flores. Trabajé al lado de Félix Fernández, Darío Gómez Serrato. Yo estuve con ellos sin dimen­sionar lo que era, y ahora estoy haciendo esto y estoy tocando la música de ellos.

LABOR DE PROMOCIÓN Y DIFUSIÓN

Según la Ley 7136/23, los objetivos de la ONAMP son:

a) Promover y estimular las creaciones de músicas populares a tra­vés de conciertos dirigidos al público en general;

b) Difundir las creaciones musicales de los compositores paragua­yos;

c) Promover en forma especial a los jóvenes intérpretes naciona­les profesionalizados en el Conservatorio Nacional de Música y en otras instituciones privadas de formación musical mediante estrictos concursos de evaluación;

d) Propiciar la difusión de conciertos populares gratuitos promo­viendo la música popular para la formación cultural de la ciudada­nía;

e) Contribuir con presentaciones gratuitas en los programas de carácter benéfico, cuando la Dirección los considere merecedores de tal servicio artístico;

f) Enriquecer el patrimonio musical existente e intercambiar repertorios de obras nacionales con las otras instituciones simila­res de los países del mundo.

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