El Centro Cultural de la República El Cabildo habilitó el miércoles último una muestra de arte que convoca a una experiencia sensorial, un tapiz de 4 por 6 metros elaborado por José Quevedo, y los hermanos Liliana y Rubén Sykora. La propuesta artística excede el territorio de las artes visuales y plantea un recorrido por los cinco sentidos en procura de revalorizar la figura de san Roque González de Santa Cruz, el primer santo paraguayo.
- Por Jimmi Peralta
- Fotos: Eduardo Velázquez
La obra fue presentada en noviembre de 2023 en Encarnación y a casi un año se presenta en la capital, ciudad que vio nacer al religioso.
Roque González de Santa Cruz (Asunción 1576 – Caibate 1628), sacerdote de la Compañía de Jesús, fue beatificado en 1934 por el papa Pío XI y canonizado por Juan Pablo II en 1988.
José (JQ), Liliana (LS) y Rubén (RS) proponen una experiencia artística que pretende recorrer las principales ciudades del país, pero en su travesía iniciaron con un desafío de pensar y crear una obra de manera plural, cada uno desde su experticia y en vínculo con su propia religiosidad personal.
En este diálogo con La Nación/Nación Media, los artistas hablan de esta experiencia que conjuga arte y religión, además de historia y cultura del Paraguay colonial.
–¿Cómo nace y se fue desarrollando esta propuesta?
–RS: José Quevedo es el mentor de todo esto. Nosotros fuimos invitados por él a participar tres años consecutivos a la fiesta de la alfombra en Pedro Juan Caballero. En ese marco nos dijimos “tenemos que hacer algo grande, algo que llame la atención”. Nos propusimos hacer un tapiz sensorial gigante. Este trabajo tiene un tamaño de 4 m x 6 m y le dimos el plus sensorial.
HISTORIA
–¿Cuándo empezó el proyecto?
–RS: Este es un proceso que llevó aproximadamente un año y tres meses. Primero los tres empezamos a estudiar la historia, la historia de la vida, los milagros de Roque González de Santa Cruz y empezamos a trabajar cada uno. En parte lo hicimos en Encarnación, otra parte lo hicimos en el taller de José Quevedo en Asunción.
–Liliana, ¿en qué consistió tu trabajo como ceramista?
–LS: Desde el principio fue un gran desafío, porque tenía que ser un corazón muy grande. El corazón tiene casi un metro de altura por 60 de ancho. Llevó 55 kilos de arcilla, después trabajamos las manos también, que llevaron una buena cantidad de arcilla, tienen casi un metro de largo, todo el trabajo llevó un proceso muy largo.
–¿Qué pensaron a la hora de elegir la figura de san Roque?
–JQ: Hablamos de revalorizar y revitalizar la figura de san Roque González de Santa Cruz, porque sentimos esa necesidad cuando nos fuimos a Brasil, a visitar Caaró, ya que allá san Roque es un santo muy reconocido y muy venerado. Con este trabajo nosotros queremos fortalecer el sentido de patriotismo, de identidad, de apropiación como paraguayos de la figura de San Roque, porque él es un santo paraguayo, hijo de un español con una mestiza, él hablaba muy bien guaraní y el español.
–¿Qué propone la obra como experiencia sensorial?
–JQ: Cuando pensamos en este proyecto nos dijimos que debería tener algo más fuerte para tocar los cinco sentidos. Entonces, vimos que la parte del audio ya estaba, la parte visual estaba, nos quedaba la parte del tacto y evaluamos si la idea era tocar la obra cómo eso iba a desgastarla mucho. Colocamos unas vasijas tipo pilas bautismales y en ellas está la tierra de Caaró, el lugar donde fue el martirio de San Roque. También trajimos agua y así íbamos completando. En nuestro trabajo aparece mucho la yerba mate. Gran parte del tapiz está pintado con yerba mate, en la parte del aroma tenemos la yerba mate, la parte gustativa también está la yerba mate.
TÉCNICAS
–¿Qué técnicas utilizaron?
–JQ: Entre las técnicas que utilizamos está el collage, también está el assemblage, hacemos ya un collage en relieve, el corazón, la mano y la ropa están en relieve.
–¿Cuáles son algunos de los principales desafíos con los que se encontraron durante el proceso?
–JQ: Para hacer el rostro fue una discusión muy placentera entre nosotros, porque en varios libros tiene un rostro, en otros textos tiene otro rostro, entonces dijimos “vamos a entrar en un consenso y vamos a hacer un rostro diferente, pero emulando todas esas otras imágenes que están ahí circulando”.
–¿Qué devolución tuvieron de la gente cuando lo presentaron por primera vez?
–RS: Ese primer día de la habilitación oficial lloramos. Fue muy emotivo ver, primero un trabajo terminado, porque vos muchas veces como artista tenés en la mente la obra, diseñaste, tenés en la mente lo que querés y sacar eso afuera. Por otro lado, llegamos a la gente porque se acercaban a nosotros, nos abrazaban y nos decían ‘felicidades, qué lindo regalo nos hicieron’. Iba gente enferma, tomaban el agua bendita, se ponían en los lugares en donde tenían dolencia. Fue muy emotivo.
–¿Cómo fue pensar y desarrollar un trabajo artístico colectivo?
–JQ: Al crear este tapiz nos propusimos utilizar varias técnicas y surgieron así trabajos espectaculares, pero cada uno en su área. Por ejemplo, Rubén, que maneja mucho lo que es caireles, piezas, pedrería, luces, se encargó de hacer todo lo que es la parte de la aureola, Lili se encargó de la cerámica, con la fibra de vidrio, yo me encargo un poco de la pintura. El corolario fue llegar a Caaró y la receptividad de la gente cuando le dijimos que íbamos a hacer un tapiz de San Roque, nos apoyaron desde el primer momento, estuvieron acompañando todo el proceso hasta facilitar la entrega de la tierra, hicieron una placa en el lugar de donde sacamos la tierra. Vinieron más de 15 personas de Brasil para la primera inauguración en Encarnación.