Este domingo, Toni Roberto recorre la historia de un tradicional colegio asunceno en cuyas aulas se formaron connotados ciudadanos paraguayos que descollaron en múltiples disciplinas de la cultura y el deporte.

¿Se puede hacer historia de otra historia? Es lo que pensé después de charlar con Diego Genes, exalumno e historiador del Monseñor Lasagna. “Me voy con una exalumna. Ella sabe mucho de los recuerdos del colegio”, me dice. “Genial”, le respondo. Llega el momento del encuentro y les digo “pero entre ustedes hay mucho acercamiento” y me responde: “Ella es mi señora”.

A partir de ahí les denominé “el matrimonio historiador del Monseñor Lasagna”. Cada detalle contado por Genes tenía un toque de Claudia Ramírez y viceversa. Sin darme cuenta, estaba ante la cocina de la historia misma.

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UNA ESPECIE DE CRUZ ROJA ESPIRITUAL

Con mucha emoción van señalando cada detalle sobre los salesianos en el Paraguay después de la devastadora Guerra Grande, cuando varias congregaciones religiosas iban enviando al Paraguay sus misiones, casi como una especie de Cruz Roja espiritual en un país políticamente inestable.

Así, en 1894 llega a Asunción monseñor Luis Lasagna, quien vuelve dos años después con los primeros cuatro salesianos, y se instalan en el Hospital Cue, actual Hospital Militar.

De esta manera, la institución consiguió sus primeros alumnos en una zona de muchos inmigrantes, sobre todo coincidiendo con la llegada de una gran oleada de italianos, constituyéndose en un colegio de artes y oficios donde instalaron una imprenta, una herrería y una carpintería, cerca del puerto de Asunción, que en aquella época era punto importante de la ciudad.

EL PRIMER PARTIDO DE VÓLEY SIN LA RED

La influencia salesiana llegó a tal punto que el primer obispo paraguayo, Juan Sinforiano Bogarín, es consagrado por el salesiano monseñor Lasagna, todo un hito para la Iglesia paraguaya. La charla sigue y va desde la legendaria Liga Asuncena, que organizó el primer torneo de barrios en 1922, pasando por la red perdida; el padre Queirolo, que había llegado a Asunción con la primera pelota de vóley, pero sin la red, que se había perdido en el mismo barco. Por ello se utilizó la de los pescadores de Varadero, con la cual se jugó el primer partido en el Centro Social Juan Bosco en 1912, donde hoy se encuentra el santuario de María Auxiliadora.

LOS FAMOSOS DEL MONSEÑOR

El matrimonio va contando historias no escritas, como la de los famosos exalumnos Casto Darío Martínez, los ya legendarios Gente en Camino con Gustavo Verna y Hugo Pomata, grandes del fútbol como el legendario Manuel Fleitas Solich, Cayetano Ré, Salvador Breglia, Roque Santa Cruz y, últimamente, en las Olimpiadas de París Matheo Mateos en natación y los hermanos Insfrán en remo. No pudieron olvidar a un profesor con un muy particular apodo, Veneno Benítez, o a la profesora de música Teresita Duba de Lefebvre, que además enseñaba en varios colegios de la zona, por lo que la dama iba caminando por las calles con su guitarra de una institución a otra.

Recuerdan también al hoy cardenal Cristóbal López, quien fuera director del colegio, hasta a los campeones mundiales de asado: Leyzman Salim, Atilio Miranda, José Luis Kerling y Carlos Fariña, todos exalumnos del Monseñor Lasagna.

Por supuesto, los recuerdos del sacerdote, docente e historiador Carlos Heyn, que realizó un gran aporte a la memoria de los salesianos en el Paraguay cuyos recuerdos fueron capturados por Fabián Chamorro en el importante libro de 380 páginas titulado “Colegio Monseñor Lasagna - 125 años haciendo realidad el sueño de Don Bosco”.

LA RADIO DEL SANTUARIO

Por si faltara algo más, el matrimonio historiador asunceno Diego Genes y Claudia Ramírez nos hablan de la 93.5 La Voz del Santuario, una radio de barrio que solo tiene alcance en la zona, donde Genes tiene un programa denominado “Asuntos barrios”.

Me despido con el corazón de los recuerdos de niño de mis idas anuales a las procesiones de María Auxiliadora, ahí desde esa esquina donde se inspirara Oscar Solís para diseñar el monumental santuario, coronado por la gran escultura de Hermann Guggiari, que brillará eternamente en esas alturas en el cercano oeste de la ciudad de Asunción en el barrio que lleva el nombre del Supremo.

Liga Asuncena de Football. Monseñor Lasagna. Asunción, c.1922


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