En un esfuerzo conjunto por preservar y poner en valor uno de los sitios históricos más importantes del Paraguay, recientemente se llevó a cabo el primer proyecto de investigación científica y arqueológica en el fortín Boquerón, a cargo de expertos españoles y paraguayos.

Un sitio emblemático de la guerra del Chaco (1932-1935), cuya batalla se libró del 9 al 29 de setiembre de 1932, donde las fuerzas paraguayas sitiaron el fortín, que era defendido tenazmente por tropas bolivianas, hasta lograr su capitulación. Esta victoria, de la que este domingo 29 de setiembre se celebran 92 años, marcó un punto crucial en el conflicto, elevando la moral del Ejército paraguayo.

Para conocer detalles, La Nación/Nación Media contactó con el director de Estudios de Antropología, Arqueología y Paleontología de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Sergio Ríos, quien comentó que el proyecto de prospección arqueológica surgió por interés de los arqueólogos españoles Andrés San José Gutiérrez y Jorge Gutiérrez Pociña, de la Universidad de Alcalá de Henares.

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Mientras, por parte de la SNC brindaron la asesoría y coordinación del perito forense, especialista en campos de batalla y áreas de conflicto, Lic. Ruth Alison Benítez, jefa del Departamento de Arqueología, quien acompañó el trabajo de campo.

Destacó además que la investigación cumple con el proceso de autorización de intervención arqueológica dentro del marco normativo de la Ley Nacional de Cultura 3051/06, la Ley de Patrimonio Cultural 5621/16 y las resoluciones de la SNC 462/2020 y 549/2021, además del pleno apoyo de la Gobernación de Boquerón.

Los arqueólogos españoles Jorge Gutiérrez Pociña y Andrés San José Gutiérrez junto con la arqueóloga y perito forense paraguaya Ruth Alison Benítez

HISTORIA POCO CONOCIDA

Previo a que retornaran a su país, conversamos con los arqueólogos españoles, quienes han coincidido en señalar que tras el trabajo científico han podido constatar la dureza del conflicto bélico.

En primer lugar, Andrés San José Gutiérrez señaló que siempre le llamó la atención lo poco que se conoce de Paraguay y su historia, sobre todo en Europa y España, ya que lleva unos 20 años viniendo al país.

“Al final, la guerra del Chaco fue la guerra más sangrienta en el siglo XX en América Latina, así como fue la primera guerra moderna en el continente. Realmente nos dimos cuenta de que era muy poco conocida fuera de las fronteras de Paraguay y de Bolivia”, sostuvo.

Mencionó que este trabajo podría considerarse pionero porque es la primera vez que se hace una intervención de corte arqueológico en el fortín Boquerón, que es uno de los puntos más importantes de la guerra del Chaco.

En tanto que su colega Jorge Gutiérrez Pociña indicó que es su primera visita al país, y sobre todo al Chaco, sobre el cual consideró que tiene muy bien ganado el apodo de “infierno verde”. Indicó que siendo europeo le cuesta dimensionar el esfuerzo que hicieron los soldados luego de pasar la temporada de invierno con 40 grados.

“Es un sitio muy complicado para vivir, tanto ahora como hace casi 100 años, con un terreno muy árido, con poca vegetación fértil y condiciones de vida muy difícil. No me quiero ni imaginar lo que sería en verano y hace casi 100 años, en un contexto bélico, con equipos que pesaban bastante. Habrá sido muy duro. Entonces estas condiciones me han llamado mucho la atención”, señaló.

En la Dirección de Estudios de Antropología, Arqueología y Paleontología de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) se catalogaron y resguardan las piezas halladas durante las excavaciones

MOTIVACIONES DEL PROYECTO

Los expertos señalaron que los objetivos principales del trabajo fueron estudiar el fortín Boquerón a través de prospecciones y documentar áreas puntuales realizando mapeo con drones para obtener un mejor conocimiento de las condiciones de vida y combate de los soldados durante la guerra.

San José Gutiérrez, quien encabeza el trabajo, mencionó que su principal interés es dar a conocer las condiciones de vida y de combate de los soldados paraguayos y bolivianos que participaron del conflicto. Pero sobre todo le interesa comprender cómo era el día a día del soldado.

“Me gustaría dar a conocer y hacer entender cómo vivió ese soldado, el que narran los abuelos, sobre todo aquellos excombatientes. Además, de manera personal me gustaría retribuirles en algo al Paraguay por todo lo que me ha dado, por lo que apunto a dar a conocer a nivel internacional el conflicto de la guerra del Chaco”, acotó.

IMPORTANTES HALLAZGOS

San José Gutiérrez apuntó dos paralelismos entre la guerra del Chaco y la Primera Guerra Mundial, de la que consideró que es heredera, porque fue un conflicto en defensa de posiciones de las trincheras.

“Fue una guerra muy vinculada al control del terreno determinado. Pero, además, fue una de las primeras guerras industriales en América Latina. La Primera Guerra Mundial se caracterizó por un conflicto armado de corte industrial de producción en masas, donde la cantidad de material bélico, elementos creados y construidos industrialmente para la guerra fue abrumadora. Por eso el campo de batalla de la Primera Guerra Mundial y la del Chaco se encuentran saturados de material bélico”, explicó.

Mencionó que después de las excavaciones en el fortín Boquerón han encontrado un segundo paralelismo relevante que tiene que ver con la guerra civil española, que duró tres años y se produjo prácticamente posterior a la guerra del Chaco, en 1936.

“Los restos materiales hallados en Boquerón, comparados con los restos materiales hallados sobre todo en la última etapa de la guerra civil española en la zona del ejército republicano, son muy similares en el sentido del reaprovechamiento de absolutamente todos los materiales disponibles y una vinculación de que la mayoría de los restos hallados en el fortín Boquerón estuvieron directamente relacionados al combate”, explicó.

Asimismo, agregó que la gran mayoría de los elementos hallados tiene que ver más bien con el material de combate y en una menor cantidad los utensilios de la vida cotidiana del soldado. Esto les hace presumir que ambos ejércitos hicieron un esfuerzo enorme para que sus soldados pudieran combatir, entregando en mayor cantidad los materiales bélicos y quedando en segundo plano la entrega de materiales que les permitan llevar una vida más cómoda en las trincheras.

“Se nota que la batalla que se dio fue muy dura. Hemos encontrado muchísimos fragmentos de municiones, encontramos restos de mortero, de explosivos, que hacen ver que fue un combate durísimo y que las condiciones de las personas tanto bolivianas como paraguayas fueron realmente duras y terroríficas”, manifestó.

COLABORACIÓN PARAGUAYA

Finalmente, San José Gutiérrez destacó la importante colaboración paraguaya, sobre todo de su colega Alison Benítez, que les ayudó en el campo de trabajo. Además, destacó la solidaria colaboración de los guardaparques del fortín Boquerón, así como el apoyo de la Gobernación de Boquerón.

“De Alison recibimos todo su apoyo y experiencia que ya tuvo en el primer estudio arqueológico que llevó adelante en cooperación con el Reino Unido con el estudio científico arqueológico sobre la guerra del Chaco en el fortín Nanawa. Basados en su experiencia hemos aprovechado mucho”, expresó.

Asimismo, resaltó el importante aporte y experiencia en tema forense y experiencia en el ámbito militar. “Nos está ayudando a catalogar todos los elementos hallados. Su colaboración ha sido un complemento muy importante para nuestro trabajo. Mientras que ha sido de gran ayuda el apoyo de los guardabosques por sus conocimientos del terreno y otros fortines e incluso en la interpretación de los restos que encontramos”, agradeció.

SE NECESITA PRESERVAR Y ESTUDIAR SITIOS HISTÓRICOS

La arqueóloga y perito forense paraguaya Ruth Alison Benítez comentó que existe una gran necesidad de preservar y estudiar los restos arqueológicos de los sitios históricos del combate bélico en Paraguay para evitar su deterioro y pérdida. Indicó que estos elementos de interés histórico son claves para entender mejor su función y el impacto en la comunidad.

En charla con La Nación/Nación Media, mencionó que este trabajo en el fortín Boquerón se basa en las experiencias previas en el estudio de campos de batalla que se llevaron a cabo en el fortín Nanawa en colaboración con la arqueóloga británica Esther Breithoff en 2014 y que sentaron las bases para la investigación en Boquerón.

“Para llevar a cabo las excavaciones en el fortín Boquerón consideramos varios criterios que guían las prácticas arqueológicas. Para asegurar que la investigación sea metódica, respetuosa y efectiva. De relevancia histórica, estado de conservación, potencial arqueológico, metodología científica, impacto ambiental y social, colaboración comunitaria”, precisó.

MÉTODO DE TRABAJO

En la prospección indicó que realizaron sondeos superficiales con el objetivo de identificar y documentar áreas de interés arqueológico mediante las exploraciones iniciales del terreno. “Fueron trabajos no invasivos en complejidad ni agresivos”, aseguró.

Destacó que durante las prospecciones en el área fueron encontrados una variedad de artefactos que pueden proporcionar información valiosa sobre la vida y las condiciones de los soldados durante la guerra del Chaco.

“Algunos artefactos que hemos encontrado fueron una importante cantidad de materiales bélicos, balas y municiones; restos de proyectiles, cartuchos y entre otros. Estos elementos serán analizados y caracterizados en el Departamento de Arqueología. El análisis de estos artefactos puede proporcionar nuevos métodos y enfoques en la arqueología de conflictos, estableciendo un marco para estudios futuros en otros sitios históricos”, manifestó.

Alison Benítez mencionó que hallaron posible equipamiento militar, accesorios como botones y otros elementos que pertenecieron a los soldados, herramientas y utensilios utilizados para el mantenimiento y la vida cotidiana en el fortín, y algunos restos estructurales como indicadores de actividades, restos de fogatas o cocinas.

A más de ello, indicó que las investigaciones históricas y arqueológicas seguirán en Paraguay. Igualmente, resaltó el interés de la Gobernación de Boquerón para dar seguimiento a través de jornadas de capacitaciones técnicas y colaboración en la revitalización y puesta en valor del sitio y las zonas aledañas.

En cuanto a las expectativas de colaboración española, señaló que esperan el informe sobre sus trabajos en el fortín y sugerencias que puedan ser de utilidad.

“El intercambio cultural es valioso como el fomento de conocimientos y experiencias que enriquecen tanto a los investigadores locales como a sus contrapartes españolas. Estos pasos no solo aseguran que los esfuerzos realizados durante los estudios tengan un impacto duradero, sino que también contribuyen al fortalecimiento de la colaboración internacional en la investigación y preservación del patrimonio cultural”, concluyó.





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