En lo alto de las montañas de Oaxaca, al suroeste de México, se esconde una antigua tradición de sanación que ha perdurado a través de los siglos: el temazcal. En San José del Pacífico, este ritual ancestral ha sido cuidadosamente preservado y practicado por generaciones.

  • Texto y fotos: David Sánchez

Carlos Alejandro Tapia Benítez, un temaz­calero experimen­tado de la empresa Zaapeche Temazcalli, nos guía a través de esta profunda experien­cia. Carlos, quien ha estado involucrado en el temazcal desde su infancia, nos cuenta: “Desde pequeño, mi familia y yo acudíamos al temazcal los domingos. En lugar de ir al parque o a la iglesia, recogía­mos las piedras, la leña y las hierbas medicinales, y rea­lizábamos la ceremonia en familia y con amigos”.

Esta práctica no solo fortale­cía los lazos familiares, sino que también fomentaba una conexión espiritual y física con la tierra.

EL RITUAL

El temazcal es mucho más que un baño de vapor. Es una ceremonia de purifica­ción y renacimiento. En este sentido, Carlos explica: “El temazcal representa el útero de la Madre Tierra. Al entrar, simbolizamos una muerte metafórica, dejando atrás aquello que ya no necesita­mos para renacer más fuer­tes y renovados”.

Según sus cultores, este ritual tiene beneficios físicos y espi­rituales. “Ayuda a desintoxi­car el cuerpo, aliviar dolores musculares y tensiones, y a enfrentar miedos y emociones profundas”, asegura Carlos.

PODER CURATIVO DE LAS HIERBAS

Cada temazcal utiliza una combinación especial de hierbas medicinales como el laurel, el romero, la ruda y el poleo, que se calientan sobre las piedras volcánicas, llama­das “abuelitas” por su anti­güedad y sabiduría.

Estas hierbas no solo perfu­man el vapor, sino que tam­bién tienen propiedades cura­tivas específicas, dependiendo de la dolencia de cada parti­cipante.

Uno de los participantes de esta ceremonia comparte su experiencia. “Nunca había hecho un temazcal antes. Al entrar, sientes como si te sumergieras en una cueva oscura y cálida. Al princi­pio, pensaba que me agobia­ría, pero el calor era sopor­table y me sentí muy ligera. Durante la ceremonia, se abrieron diferentes puertas que simbolizan varias direc­ciones y aspectos de la vida, como la feminidad, la muerte y la voluntad”, relató.

MÁS ALLÁ DEL TEMAZCAL

Carlos también menciona cómo el temazcal se com­bina a veces con ceremonias de hongos, aunque aclara que deben hacerse por separado. “Primero se realiza el temaz­cal para purificar el cuerpo y la mente, y después, fuera del temazcal, se realiza la cere­monia con los hongos en el bosque”, explica.

Esta combinación de rituales ha atraído a personas de todo el mundo en busca de sana­ción y conexión espiritual.

El temazcal en San José del Pacífico es una práctica de bienestar físico, así como una inmersión profunda en la cultura y espiritualidad ancestrales de México. Carlos nos recuerda la importancia de honrar y preservar estas tradiciones que nos conec­tan con la tierra y con noso­tros mismos, ofreciendo un camino hacia la sanación y el renacimiento personal.

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